Hazal
Acaricia mi espalda descubierta en lo que descanso mi cuerpo arriba del suyo. Nuestras respiraciones volvieron a la normalidad, y el sudor tanto de nuestro cuerpo, como la habitación, había cesado.
Nos cubrimos la parte baja de nuestro cuerpo. Con mi mejilla apoyada en su pecho, escucho los latidos de su corazón.
—Lo estuve pensando y....voy a mandar a Daxen con un terapeuta.
Me separo y lo miro acomodando mi mentón entre medio de mis manos. Él baja su quijada y lleva un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.
—Y yo también iré. Creo que....lo necesitamos. ¿Qué opinas?
Sonrío de verdad orgullosa de las decisiones que está tomando.
—Me alegro mucho, es excelente que lo hagan.
Se inclina un poco y yo me adelanto otro hasta juntar nuestros labios.
—¿Puedes dejar de hacer eso?—bufa.
—¿Qué?
—Apoyarme siempre —otro beso, ahora en mi mentón.
—No lo haré cuando te equivoques.
Muevo mi cabeza dándole completo acceso a mi cuello. Me deja a un costado hasta que mi espalda toca el colchón, y él queda arriba mío.
Dejo mis manos en sus hombros, y siento su miembro en mi entrada. Vuelve a mi boca, y antes de que siga, lo freno con mis palabras.
—Pero déjame decirte que lo estás haciendo todo bien. Eres un excelente padre.
Y el patrón vuelve a repetirse.
Los besos. Las embestidas. Los gemidos. Y el disfrute de nuestros cuerpos chocando. Conectando. Haciéndose uno.
••••¢•••••
Voy a buscar a Daxen a la escuela, esta vez con Aiden. Serkan estaba en reunión. Chanel se juntaba con sus amigas, y Elvira se sentía descompuesta, estaba segura que agarraría gripe.
Lo espero junto con los demás padres cuando lo diviso saliendo. Me ubica y viene corriendo hacia mí. Cada vez son más claras las lágrimas en su rostro. Una vez frente a mí, antes de poder decir algo, me abraza con fuerza, escondiendo su cara en mi abdomen.
—¿Qué pasa? ¿Qué tienes?—pero no responde, solo aumenta su llanto —. Habla conmigo.
Se separa de mí y me pongo de cuclillas. Quito sus lágrimas y veo el moretón en su mandíbula y un rasguño en su cuello.
—¿Quién te hizo esto, Daxen?
Porque cómo me entere que fue su madre, la mato.
No responde.
—Daxen. Dime. Quien. Te Ha. Hecho. Esto.
—Un co-compañero. Él se rió por qué Lexie mu-murió.
Hijo de.....
—¡Dijo que se lo merecía! ¡Dijo que le hizo un favor a la escuela!
Aprieto mis puños. Jamás supe lo que era la ira extrema, hasta ahora.
—Yo le tiré toda mi comida, no me gustó que ha-hablara así de ella—sigue llorando—. Y luego me hizo esto.
—¿Dónde está él?—me pongo de pie. Necesito controlar la furia que llevo. Me hierve la sangre.
—N-no lo sé.
Me doy vuelta por dos segundos para buscar mi móvil en el bolsillo de la carriola, cuando el grito de Daxen me altera. Voltéo rápidamente, encontrándome al niño en el suelo, con un raspón en su rodilla.
Miro al causante de tal golpe, que tiene una sonrisa dibujada en su rostro.
—¡Ven ya, eres el único que falta!
Esa voz.....esa maldita voz.
Miro detrás del victimario.
Era Santiago quien lo llamaba.
—Es cierto. Eres un niño de mami, llorón.
Y así termina de decir aquello, para ir con el hombre que me cagó la vida.
Ayudo a Daxen a ponerse de pie. Comenzamos a caminar y veo como renguea.
—Ven—lo alzo y con la otra mano sigo impulsando el cochecito.
Daxen enreda sus pies en torno a mi cintura, y con las manos cruzadas en mi nuca, esconde su cara al costado de mi cuello. Sus lágrimas humedecen mi piel.
Encuentro un banco en la plaza más cercana a su escuela, y me siento con él aún en mis brazos.
—Mírame, cielo—lo separo de mí y me destruye verlo en ese estado. Acuno sus mejillas—. Haberle golpeado no fue bueno, no estuvo bien. Y lo que él ha hecho menos todavía. Pero no podemos controlar a los demás, y lo que digan. Debes aprender a ignorar esos comentarios que no ayudan a que progreses en la vida. No podremos evitar a esa clase de personas —sigue sollozando —. Pero podemos controlarnos nosotros. La próxima vez que alguien diga algo como aquello, pegas la vuelta y te alejas.
—¿Y....y si me siguen molestando?
—Dímelo a mí. Yo me encargo.
Vuelve a abrazarme y nos quedamos allí, en esa posición, por lo que parecieron horas.
Santiago estaba aquí. Estoy segura que el que lo haya molestado, no es porque sí, él tiene algo que ver.
Salgo de mis recuerdos cuando me doy cuenta de que Daxen quedó completamente dormido.
Saco el móvil y llamo a Chandler, porque....es el único en el que confío.
Creí que no vendría, es decir, no pasó mucho desde lo sucedido con su hija. Sin embargo, no pasaron diez minutos, que él ya se estaba bajando de su auto.
Recuesto a Daxen en el asiento trasero y me siento con él y Aiden en brazos, en lo que el hombre guarda la carriola.
Sube al coche, cierra la puerta y lo pone en marcha.
—Lamento tu pérdida —digo con honestidad —. Ahora sé lo que se siente —acabo débil.
—Una mierda, ¿eh? Pero no es culpa de ninguno. Me odio por momentos, pero....mis hijos me necesitan, mi mujer me necesita, si quieres ahogarte en tu propia mierda, pues lo hagamos juntos. Pero luego recordemos que, todavía tenemos a personitas aquí en la tierra por los que vale seguir. O mascotas que se consideran hijos, en su correspondiente caso. Yo tengo seis hijos y una mujer por la cual sigo aquí, sin ellos no sé qué sería de mí.
—Yo tengo a varias personas por las que sigo en este mundo —concuerdo—, y ellos son dos—hago referencia a los niños.
—Quien lo diría. Hace meses atrás, decías que no, y ahora mírate, incluyendolos en todo.
—Mi vida cambió por completo desde que llegaron. Y...—lloro—¿Por qué me duele? ¿Por qué me siento muerta por dentro? Me quitaron una parte importante de mí.
Estaciona. Miro a mi costado, ya estábamos en la casa.
—Porque la amabas, los amas. Y cuando amas a alguien, duele su pérdida.
—Daxen quiere que sea su mamá, o eso entendí. Lexie lo quería, pero....
—¿Tú? ¿Qué es lo que tú quieres?
Miro a los niños dormidos y luego a Chandler.
—Esto.
—Ya eres su madre, Hazal. Ellos ya te ven como una.
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Y las que se vienen. Pido perdón de antemano, pero los que me conocen saben que los hago sufrir hasta el final.😭🫶
Lloren, pero no mucho porque van a seguir haciéndolo en el transcurso de los capítulos ( si no es que lo han hecho antes)
