Perdón por la demora, no me sentía bien. Sigo sin hacerlo, pero bueno, necesitan su capítulo. Gracias por seguir esta historia.
Hazal
Abro y cierro mis puños. Las lágrimas desbordan mis ojos. El silencio sepulcral que hay dentro del coche es tanto que me atemoriza.
De pronto, suena una canción. Sugar de Maroon 5.
Una voz que reconozco, se hace presente para acompañar la canción, y es entonces dónde todos mis sentidos se ponen alerta y mi cuerpo se tensa. Mas nunca habla.
<<Hazlo, puede atropellarte un camión y tú no disfrutaste>>
Canto a todo pulmón junto a él.
<Gritar, sería la palabra correcta>>
Bueeeeeno, amargada, digamos que disfrutamos cantarla.
Al acabar, rio ante aquello y él también lo hace.
-¿A dónde me llevas,Serkan?
-¿Tan fácil fue saber que era yo?
-Reconocería tu voz en cualquier lado. Incluso cantando.
-¿Confías en mí?-de pronto siento una mano tomando la mía dándome un pequeño apretón.
-Sabes que sí-susurro con mi corazón latiendo a mil.
-Pues entonces disfruta el viaje, que no falta nada para llegar.
Ya con una sonrisa en lo labios, el viaje se hizo más ameno.
El coche estaciona y lo escucho suspirar.
-¿Sucede algo?
Siento unos labios que se apoyan en mi mejilla dejándome un pequeño beso. Mi piel se eriza y no me siento ridícula ante eso, me gusta lo que él genera en mí.
-No te quites la venda hasta que te lo diga-susurra en mi oído.
Se baja y yo abro la puerta, porque ¿Que otra cosa podría hacer?
-Ven-toma mi mano y caminamos hasta quien sabe que lugar.
Hay mucho silencio, eso sí lo sé. Subimos unas escaleras, el gélido viento sigue sintiéndose en mi piel descubierta.
-Aquí-dice haciendo que me siente en lo que parece una silla de esas grandes que caben como dos personas más-. Yo estaré frente a ti, ¿vale? No me iré.
Nuestras manos se separan pero creo en él.
-¿Puedo quitarme esto?
-Aún no.
Bufo y él ríe. De pronto alguien deja algo en la mesa, comida, supongo, el ruido de los platos apoyarse, me llega a esa conclusión.
-Que lo disfruten.
-¿Dónde estamos?
-En un lugar que te gustaba venir pasada la media noche, cuando no había nadie-completa él con aire orgulloso.
-Pero....¿cómo?
-Digamos que.... recibí un poco de ayuda.
Inevitablemente sonrío. Puedo hacerme una idea de quiénes son.
-Pero...¿Cómo has hecho para que seamos solos nosotros?
-Ey, no está solo. Nosotros también-escucho a Daxen a mi lado-. Lexie, Aiden, mi papá, tú y yo.
Cubro mi boca. No puedo creerlo.
De pronto escucho unas voces que no reconozco. Pruebo mi primer bocado, y otras voces suenan y así, hasta que....
