Capítulo 4

2.7K 158 1
                                    

Hazal






Haces muchas cosas bien.

¿Cómo qué?

Muchas.

¡¿Cómo que?! ¡Vives diciéndome todo lo que hago mal, todos mis defectos, pero desde que tengo uso de razón, jamás, mamá, jamás, me has dicho algo bueno! ¡Nunca!

No puedo creer que esté llorando.

¿Y ahora te haces la víctima? Eres una desagradecida.

—¡Dios!—cierro mis puños indignada.

Muévete, Hazal, tengo cosas que hacer.

La odio.

Nunca haces nada, nunca ayudas en nada, pero claro, después soy yo la mala, ¿no es así? Eres una desconsiderada. Sal de mi vista. ¡Pero ya!

Dejo el paño de cocina en la mesada y me encierro en mi habitación.

¡Nunca hace nada!—la escucho desde la cocina—¡No sirve para nada! ¡No ayuda! ¡Solo estorba! ¡Inútil! ¡Por eso la dejó! ¡No hay quien la aguante!

Cubro mi cara con mi almohada haciendo que sus gritos se escuchen menos.

No sirvo para nada. Soy un estorbo.

Cierro mis ojos con fuerza a medida que pequeños sollozos salen de mí.

Estoy frente a una casa bastante ostentosa.

Sí, la dirección concuerda.

Llamo al timbre y éste suena. No mucho después, una chica, un par de años más que yo, abre y sonríe.

Ingreso y le cuento que vengo por el puesto de niñera. Ella, emocionada, me hace pasar a una sala, un despacho a mi parecer, y espere ahí, que ya vendría él a entrevistarme.

Me siento en el otro lado del escritorio, abro y cierro mis manos, controlo mi respiración, tengo que conseguirlo, cierto, puedo encontrarme con mocosos estúpidos y caprichosos, o puedo encontrarme con alguien bueno, que me la haga fácil y no me dé dolores de cabeza.

—Perdón la demora—ingresa alguien, sin embargo, no volteo a ver quién es.

<<Oh, oh>>

Mierda.

Esa voz.

—...¿No?

—Sí—la voz me sale más aguda de lo que me gustaría.

Ni siquiera sabía a lo que estaba diciendo sí.

—Excelente.

Y es entonces, dónde se sienta frente a mí luego de estar a mis espaldas. Me mira impactado.

Él no dice nada.

Yo no digo nada.

Ninguno dice nada.

Él carraspea volviendo en sí y yo niego enfocándome en lo que sea que suceda ahora, y no en aquellos hinoptizantes ojos.

—Vaya—sonríe de costado, aunque no llega a sus ojos—, no creí que volvería a verte.

Hazal ✅ (# 1)Where stories live. Discover now