Capítulo 11

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Hazal




Llega el lunes y, estoy con los ánimos en el suelo. 

No le dejé de dar vueltas a lo de Santiago en todo el fin de semana. No sé con qué cara me voy a presentar hoy, ni siquiera sé si voy a seguir con esto, no sé si puedo.

Y  aquí estoy.

<<Debes enfrentarlo, pero recuerda, no es difícil, tú solo llegaste sin experiencia, sin papeles. Así como puedes renunciar sin más, puede echarte sin motivo aparente.>>

Eres insoportable.

<<Ni vergas, te aguantas>>

Da igual, heme aquí, hablando con mi conciencia a la vez que, llevo treinta minutos( o más) frente a su puerta, incapaz de tocar timbre.

—El no que arriesga, no gana.

Me exalto ante aquella voz a mis espaldas, no es mi platónico, no. Es él. 

—Daxen , que ...¿Qué haces aquí?

—Creo que deberías ver a un médico. Es serio el que no recuerdes las cosas. Debías buscarme en la escuela, no lo has hecho y fueron por mí.

—¿Quién?—pregunto alerta mirando hacia todos lados.

—La mamá de un amigo.

—Pero....¿Y tú padre sabía al respecto?

—Sí, ella le avisó.

<<Debes calmarte, él ya no está. Se fue>>

—Entremos de una vez, hace frío.

Lo hacemos y ambos quitamos nuestros abrigos colgándolo en el perchero.

—No tengo tarea, iré a ver una película, ¿vienes?—sus ojos se iluminan.

—Hazal—aparece Chanel—. Mi hermano te espera en su despacho.

Carajo.

—Voy. Te prepararé una chocolatada caliente, ¿va?

Él asiente y yo voy a la cocina. Su tía me sigue detrás.

—Anda, yo me encargo.

—No—respondo tanjante —. Me estuvo esperando hasta recién, puede esperar unos minutos más, sé por donde va esto y déjame decirte que yo no estoy aquí por él, sino por sus hijos, me pagan para cuidarlos. Te pediré de favor, que me dejes prepararle la maldita chocolatada y ya voy.

No dice nada y me deja sola en la cocina.

Diez minutos después, estoy dejándole la bebida caliente en la mesa ratonera.

—Gracias.

—No hay de que.

Salgo de la sala y me dirigo al lugar mandado.

Golpéo dos veces la puerta antes de recibir la respuesta del otro lado.

—Permiso.

—Siéntate—ordena sin levantar la vista de los papeles.

No, Chandler, perdón, pero no puedo.

<<Inmadura>>

Y todo lo que quieras, pero si sigo aquí, será peor.

—Seré rápida.

—Yo también.

—Renuncio.

El silencio se apodera del lugar. Él deja lo que tenía en la mano, en el escritorio, y me mira.

Hazal ✅ (# 1)Where stories live. Discover now