Kyungsoo

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—Hola, Soo. —Baekhyun me sorprende en el trabajo esta noche, se sienta en una de mis mesas con una sonrisa radiante. Cuando Casper se sienta junto a el en el banco corrido, me cuesta reprimir una sonrisa. ¿Están sentados en el mismo lado de la mesa? Uau, deben de estar volviendo a ir en serio, porque solo las parejas que están locamente enamoradas hacen eso.

—¿Qué tal, Kyungsoo? —dice Casper mientras estira su brazo sobre los delgados hombros de Baek.

—Hola. —Toda la noche he estado aguantando a clientes pesados, así que estoy superfeliz de ver algunas caras amigas—. ¿Queréis algo de beber mientras miráis la carta?

—Para mí un batido de chocolate, por favor —responde Baek.

Casper levanta sus dedos índice y corazón.

—Con dos pajitas —añade guiñando un ojo.

Me río.

—Madre mía, estáis tan acaramelados que me están saliendo caries.

Pero me hace feliz verlos felices. Para ser miembro de una fraternidad, la verdad es que Casper es bastante guay y, que yo sepa, nunca le ha puesto los cuernos a Baek. Sus últimas rupturas siempre fueron decisión de el —pensaba que eran demasiado jóvenes para una relación seria—, y Casper siempre se ha mostrado infinitamente paciente con el en todo momento.

Preparo su batido del amor, se lo llevo a la mesa con una reverencia extravagante.

—Monsieurs

—Gracias, cariño. Ah, escucha —dice Baek mientras Casper estudia el menú—. Algunas de los chicos de nuestra planta van a hacer un maratón de pelis de Ryan Gosling mañana por la noche.

Casper gruñe.

—¿Otra fiesta Gosling? No sé lo que veis en ese tío. Está escuálido como un palo.

—Es muy guapo —corrige Baek antes de mirarme otra vez—. ¿Vienes?

—Depende de la hora.

—Hyunjin tiene una clase tarde, pero volverá a las nueve. Así que será más o menos a esa hora.

—Mierda. Doy clase a las nueve.

La cara de Baek se ensombrece con decepción.

—¿No puedes intentar dar la clase antes? —Sube y baja las cejas como si tratara de seducirme—. Tae va a hacer sangría…

Tengo que admitir que la idea me tienta. Hace ya tiempo que no quedo con los chicos o consumo alcohol. Yo no bebo en las fiestas —y por una buena razón—, pero no me importa pillar un puntito de vez en cuando.

—Llamo a JongIn durante mi descanso. A ver si él está libre antes.

Casper mira por encima de la carta, interesado otra vez en la conversación.

—¿Entonces tú y JongIn ahora sois los mejores amigos?

—Naah. Es solo una relación profe-alumno.

—No, no —se burla Baek. Se gira hacia su novio—. Son superamigos.

Se mensajean y todo.

—Vale. Somos amigos —le digo a regañadientes. Cuando Casper me dirige una sonrisa de complicidad, enseguida le gruño—. Solo amigos.

Así que quítate todos esos pensamientos guarros de tu cabeza.

—Oh, vamos, sabes que no puedes culparme. Es el capitán del equipo de hockey y se le acaban las y los chicos antes de lo que se le acaba un rollo de papel higiénico. Sabes perfectamente que todo el mundo va a pensar que eres su nueva conquista.

—Todo el mundo puede pensar lo que quiera. —Me encojo ligeramente de hombros—. Pero no es lo que hay entre nosotros.

Casper no parece muy convencido.

Dejo a Baek y Casper y atiendo a mis otros clientes. Cuando llega mi descanso, entro en la sala de personal para llamar a JongIn. El tono continuo de la línea suena una eternidad antes de que por fin conteste, su «hola» ronco eclipsado por la música a todo volumen del fondo.

—Eh, soy Kyungsoo—le digo.

—Ya lo sé. Me sale en la pantalla, idiota —ríe.  —Llamaba para ver si podemos cambiar nuestra clase de mañana.

Una oleada de hip-hop retumba en mi oído.

—Perdona ¿qué?

Levanto la voz para que pueda oírme mejor.

—¿Podemos quedar antes mañana? Tengo planes a las nueve. Me gustaría ir alrededor de las siete. ¿Te parece bien?

Su respuesta la ahoga el martilleo ensordecedor de Jay-Z.

—¿Dónde estás? —prácticamente tengo que gritar.

—En casa —su respuesta suena como amortiguada por la música. —

Hemos invitado a algunos colegas a ver el partido.

¿Algunos colegas? Suena como si estuviera en medio de Times Square.

—Entonces, ¿vienes a las nueve?

Reprimo mi cabreo.

—No, ¡¡a las SIE-TE!! ¿Te parece bien?

—JongIn, baby, ¡dame cerveza! —Una voz suena sobre la conversación. A juzgar por el débil acento de Texas, debe tratarse de Lay.

—Espera, Soosie. Un segundo. —Una especie de crujido llega a mi oído, seguido de unas carcajadas; a continuación vuelve JongIn—. Vale, mañana a las nueve entonces.

—¡A las siete!

—Eso, a las siete. Lo siento, no oigo nada. Te veo mañana.

Me cuelga pero no me importa. La semana pasada descubrí que JongIn nunca se molesta en decir adiós por teléfono. Al me jorobó un poco, pero ahora la verdad es que aprecio su enfoque de cómo ahorrar tiempo.

Meto mi móvil en el delantal y vuelvo a la sala principal para contarle a Baek que puedo ir mañana por la noche. El chilla en respuesta.

—¡Hurra! Estoy impaciente para la sesión con mi Gosling. El tío más bueno del universo.

—Estoy aquí, ¿sabes? —se queja Casper 

—Cariño, ¿has visto las abdominales de ese hombre? —le pregunta.

Él suspira.

Hoy serán dos capítulos en honor a quien pidio más AniaPark27, gracias por comentar.

En un rato más subo el siguiente capítulo.

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Enamorarse no es opción (Kaisoo)Where stories live. Discover now