Kyungsoo

246 40 3
                                    

La vida es guay.

La vida es maravillosa, increíble y aterradoramente guay.

Estas últimas dos semanas de noviazgo con JongIn han sido una sucesión veloz de risas, caricias y sexo ardiente, entremezclado con los acontecimientos de la vida real, como las clases, estudiar, los ensayos y los partidos de hockey.

JongIn y yo hemos forjado una relación que me ha pillado por sorpresa, pero a pesar de que Baek continúa burlándose de mí por mi repentino giro de 180 grados en lo que tiene que ver con él, no me arrepiento de mi decisión de salir con él de forma oficial e ir viendo a dónde van las cosas. De momento, va todo genial.

Pero por supuesto, hay algo que pasa siempre en la vida. Cuando algo va superbién…

Algo, inevitablemente, va supermal.

—Sé que esto es un inconveniente —dice Fiona, mi tutora de artes escénicas—. Pero me temo que no hay nada que yo pueda hacer, excepto aconsejarte que hables directamente con Seulgi y…

—De ninguna manera —la corto. Mis dedos rígidos agarran con fuerza los brazos de mi silla. Me quedo mirando a la mujer guapa y rubia al otro lado del escritorio, y me pregunto cómo puede llamarle a esta bomba atómica de desastre un «inconveniente».

¿Y quiere que hable con Seulgi?

Y. Una. Mierda.

Porque ¿por qué coño tendría que hablar con esa cerda asquerosa de mierda con el cerebro lavado que acaba de joder todas las posibilidades que tenía de ganar una beca?

Todavía estoy aturdido por lo que Fiona me acaba de decir. Seulgi y Mark me han dejado fuera. En realidad, les han dado permiso para echarme del dúo para que Mark pueda cantar como solista. ¡Qué coño!

Pero sin embargo, en el fondo, ni siquiera estoy sorprendido. JongIn ya me había advertido de que algo como esto podría suceder.

Yo mismo me había preocupado. Pero nunca jamás de los jamases esperaba que Mark me hiciera esto ¡CUATRO SEMANAS! antes de la exhibición.

O que a mi tutora le pareciera de puta madre el asunto.

Aprieto los dientes.

—No voy a hablar con Seulgi. Está claro que ha tomado una decisión sobre este tema.

O más bien, que Mark lo ha hecho por ella, cuando la ha manipulado para que venga a hablar con nuestros dos tutores, lloriqueando porque su composición está resintiéndose en el formato de dueto, y que prefiere sacarla del concierto si no se hace como un solo. Por supuesto, Mark ha señalado rápidamente que sería una atrocidad perder una canción tan buena y se ha ofrecido amablemente a cantarla.

En ese momento, Seulgi ha insistido en que el tema debería ser cantado por una voz muy masculina.

Vete a tomar por culo, Seulgi.

—Y entonces, ¿qué se supone que debo hacer ahora? —pregunto con voz tensa—. No tengo tiempo para aprenderme una nueva canción y trabajar con un nuevo compositor.

—No, no lo tienes —admite Fiona.

Normalmente aprecio su forma directa de enfocar las cosas, pero hoy me dan ganas de pegarla.

—Y esa es la razón por la que, dadas las circunstancias, el tutor de Mark y yo hemos acordado flexibilizar las normas para tu caso. No vas a hacer equipo con un compositor de cuarto de carrera. Hemos acordado, y la dirección de la facultad está de acuerdo, que podrás cantar una de tus propias composiciones.

Sé que tienes muchas canciones originales en tu repertorio, Kyungsoo. Y, de hecho, creo que esta es una gran oportunidad para que puedas mostrar no solo tu voz, sino también tus habilidades como compositor.

—Hace una pausa—. No obstante, solo tendrás derecho a ganar la beca por interpretación, ya que Composición no es tu especialidad en la carrera.

Mi cabeza sigue girando como un carrusel. Sí, hay algunos temas originales que puedo cantar, pero ninguno de ellos está siquiera cerca de estar listo. —¿Por qué Mark no está siendo penalizado por esto? —exijo.

—Mira, yo no puedo decir que apruebe lo que han hecho Mark y Seulgi, pero, por desgracia, este es uno de los inconvenientes de los duetos.

—Fiona suspira—. Cada año hay al menos un dúo que se deshace justo antes de la exhibición. ¿Te acuerdas de Joanna Maxwell? ¿Una chica que se graduó el año pasado?

La hermana de Beau.

Asiento con la cabeza.

—Bien, pues su compañero de dúo la dejó ¡tres días! antes del concierto de exhibición de último curso —Fiona confiesa.

Parpadeo con sorpresa.

—¿En serio?

—Oh, sí. Digamos que las cosas por aquí fueron absolutamente caóticas durante esos tres días.

Mi ánimo se levanta, solo un poco, cuando me acuerdo de que no solo Joanna ganó la beca, sino que también llamó la atención de un agente que más tarde le consiguió ese casting en Nueva York.

—No necesitas a Mark, Kyungsoo. —La voz de Fiona es firme y tiene un punto de consuelo—. Creces como solista. Es tu punto fuerte. —

Me mira fijamente—. Si no recuerdo mal, es justo lo que te aconsejé al comienzo del curso.

La culpa calienta mis mejillas. Sí. No puedo negarlo. Ella me había comentado sus preocupaciones sobre el proyecto desde el principio, pero dejé que Mark me convenciera de lo fuertes que seríamos juntos.

—Tendrás todo lo que necesites para prepararlo —añade—. Vamos a reorganizar el horario de ensayos, por lo que tendrás acceso a la sala de ensayos siempre que lo necesites y, si requieres acompañamiento, todos los estudiantes de la orquesta podrán ayudarte.

¿Hay algo más que pienses que podrías necesitar? —Una pequeña sonrisa eleva sus labios—. Créeme, el tutor de Mark tampoco está contento con esto, así que si hay algo que necesites, dímelo ahora y probablemente podré conseguírtelo.

Estoy a punto de sacudir la cabeza cuando se me ocurre algo.

—La verdad es que sí hay algo que querría. Quiero a Jae. Quiero decir a Kim Jae Woo.

Fiona frunce el ceño.

—¿Quién es?

—El violonchelista. —Saco mi barbilla con fuerza—. Quiero al violonchelista.

Y es  ley de vida siempre que pasa algo muy bueno luego pasa algo malo.

Gracias por sus comentarios y sus estrellitas me hacen muy feliz.

Nos leemos mañana.

💋

Enamorarse no es opción (Kaisoo)Where stories live. Discover now