Kim JongIn

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Doy totalmente en el clavo.

Tres piñas coladas después, Kyungsoo está subido en el escenario cantando una canción con el karaoke.

Sí. Chico borracho de karaoke.

Lo único que le salva es que es un cantante estupendo. No me puedo ni imaginar lo vergonzoso que sería si estuviese borracho y no tuviese buen oído.

Todo el bar está como loco con la interpretación de Kyungsoo. El canta a todo pulmón Bad Romance de Lady Gaga y casi todo el mundo está cantando, incluyendo a más de uno de mis compañeros de equipo borrachos. De repente me encuentro sonriendo como un idiota mientras miro el escenario. No hay nada lascivo en lo que hace. No va provocativo. Ni un movimiento de baile sugerente. Mientras canta, Kyungsoo echa la cabeza hacia atrás con entusiasmo, con las mejillas encendidas y los ojos brillantes. Es tan guapo que hace que me duela el pecho.

Joder, quiero besarlo de nuevo. Quiero sentir sus labios sobre los míos.

Quiero oír ese ruido gutural que hizo la primera vez que le chupé su lengua.

Maravilloso. Ahora estoy duro como una roca, en medio de un bar hasta arriba de amigos.

—¡Kyungsoo es increíble! —grita Chen, desplazándose hacia mí. Él también sonríe mientras observa a Kyungsoo, pero hay un brillo extraño en los ojos. Un brillo que parece… deseo.

—Es un gran artista —es la respuesta absurda que se me ocurre, porque estoy demasiado distraído por su expresión.

Un aplauso ensordecedor estalla cuando termina la canción de Kyungsoo.

Un segundo después, Suho se sube al escenario y le susurra algo al oído.

Por lo que puedo deducir, está tratando de convencerlo para cantar a dúo, pero no deja de tocarle su brazo desnudo mientras lo persuade, y no hay duda de que hay una chispa de inquietud en los ojos de Kyungsoo.

«Es mi señal para rescatarlo», me digo antes de comenzar mi camino entre la multitud. Cuando llego a la parte inferior del escenario de baja altura, rodeo mi boca con mis manos y llamo a Kyungsoo.

—¡Soosie, trae tu precioso culito aquí!

Su cara se ilumina cuando me ve. Sin perder un instante, sale del escenario hasta donde están esperándolo mis brazos, riendo de alegría mientras lo hago girar sobre sus pies.

—Oh, Dios, ¡esto es superdivertido! —exclama—. ¡Tenemos que venir aquí tooooodos los días!

Una risa cosquillea mi garganta; analizo su cara para ver dónde lo puedo situar en mi escala de borrachera increíblemente fiable. 1 es estar sobrio y 10 es estar «voy a despertarme en pelotas en Portland sin acordarme de cómo he llegado aquí». Dado que su mirada sigue nítida y no está trabándose al hablar ni tropezándose, decido que probablemente esté en un 5: contento pero consciente de lo que pasa.

Y es posible que esto me convierta en un arrogante cabrón, pero me encanta ser el que lo ha llevado a estar así. Soy la persona a la que ha confiado su cuidado para permitirse relajarse y pasar un buen rato.

Con otra sonrisa brillante, coge mi mano y tira de mí para alejarnos de la pista de baile.

—¿A dónde vamos? —pregunto riéndome.

—¡Tengo que hacer pis! Y me prometiste que serías mi guardaespaldas, así que eso significa que tienes que esperar junto a la puerta haciendo guardia. —Sus hipnóticos ojos grandes me miran, temblando de incertidumbre—. No vas a dejar que nada malo me pase, ¿verdad, JongIn?

Un nudo del tamaño de Massachusetts se instala en mi garganta. Trago con fuerza e intento hablar por encima de él.

—Jamás.

Un capítulo cortito.

Por eso subiré dos el día de hoy jeje estamos al 2x1.

Muchas gracias por los comentarios y las estrellitas.

Nos leemos en un rato.

💋

Enamorarse no es opción (Kaisoo)Where stories live. Discover now