Kim JongIn 2/4

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El calor sale a toda potencia de la calefacción del coche cuando me deslizo en el asiento del conductor. Kyungsoo ha arrancado el motor y ya tiene puesto el cinturón de seguridad. Parece estar tan desesperado por largarse de aquí como yo.

Meto la marcha y me alejo a buena velocidad de la acera, necesitando como el comer poner distancia entre esa casa de piedra rojiza y yo. Si tengo la suerte de jugar para la ciudad de Boston algún día, viviré tan lejos de Beacon Hill como me sea posible.

—Y… ha sido todo bastante fuerte —comenta Kyungsoo.

No puedo parar la risa que quiere salir de mi boca

—¿Bastante?

El suspira.

—Estaba tratando de ser diplomático.

—No te molestes. Ha sido una pesadilla de principio a fin. —Mis dedos se enroscan alrededor del volante con tanta fuerza que mis nudillos se ponen blancos—. Él la maltrata.

Hay un momento de silencio, pero cuando Kyungsoo responde, lo hace con pesar y no sorprende.

—Pensé que ese podría ser el caso. Las mangas de su rebeca se subieron en la cocina y me pareció verle moratones en las muñecas.

La confirmación provoca un nuevo azote de ira que me atraviesa el cuerpo. Mierda. Una parte de mí tenía la esperanza de estar equivocado respecto a Cindy.

El silencio se instala entre nosotros mientras me incorporo a la autopista. Mi mano se apoya en la palanca de cambios y Kyungsoo la cubre con la suya. Acaricia mis nudillos y su tacto suave alivia parte de la presión de mi pecho.

—Cindy tenía miedo de mí —murmuro.

Kyungsoo muestra sorpresa.

—¿De qué estás hablando?

—Cuando me quedé a solas con Cindy en la cocina, me acerqué a ella y se estremeció. Se estremeció como si tuviera miedo de que yo pudiera hacerle daño. —Mi garganta se obstruye—.

Y… lo entiendo. Mi madre también estaba siempre alerta… Y yo. Pero… joder, no me puedo creer que pensara que yo podía hacerle daño.

La tristeza suaviza la voz de Kyungsoo.

—Probablemente no es solo contigo. Si él la está maltratando, es muy probable que sienta miedo de cualquiera que se acerque a ella. Después de la violación, yo estuve igual durante un tiempo.

Asustadizo, nervioso, sospechaba de todo el mundo… Pasó mucho tiempo antes de ser finalmente capaz de sentirme relajado con extraños; e incluso ahora, todavía hay cosas que no quiero hacer. Como beber en público. Bueno, a menos que estés tú allí para hacer de guardaespaldas.

Sé que la última frase es un intento para hacerme sonreír, pero no lo consigue. Todavía estoy preocupado por la reacción de Cindy.

De hecho, no tengo ganas de hablar más. Simplemente… no puedo.

Afortunadamente, Kyungsoo no me fuerza. Me encanta eso en el, que nunca intenta llenar los silencios con conversación forzada.

Me pregunta si me parece bien que ponga música y cuando asiento, conecta su iPod al coche y pone una playlist que SÍ consigue hacerme sonreír.

Es el mix de rock clásico que le envié por correo electrónico cuando nos conocimos; me percato de que no lo inicia desde la primera canción. La primera canción era la favorita de mi madre y estoy bastante seguro de que si la escucho ahora, me pondré a llorar.

Lo que solo sirve para demostrar que Do Kyungsoo es… increíble. Está tan conectado conmigo, con mis estados de ánimo, con mi dolor… Nunca he estado con nadie que sepa leerme tan bien.

Enamorarse no es opción (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora