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Como todos los años, la cena de gala del despacho

de abogados Heine, Dujson y Asociados en el

restaurante Chez Antonin estaba siendo todo un

exitazo.

El famoso bufete organizaba una vez al año un

evento para la incorporación de socios.

Tae, que era considerado uno de los mejores

abogados de Múnich, estaba también allí tomando

algo en compañía de Mel. Su sueño siempre había

sido trabajar en el afamado despacho, pero no

como asociado; él quería algo más, quería que su

apellido formara parte del nombre del bufete:

Heine, Dujson, Kim y Asociados.

En aquella ocasión, su sueño estaba muy cerca

de verse cumplido, ya que el despacho necesitaba

efectivo y los dos asociados mayoritarios estaban

entrevistándose con distintos profesionales.

Deseoso de conseguir el puesto, Tae presentó su

candidatura, pero sabía que, igual que la de él,

había otras tres más, y todo dependía de la opción

que eligieran Gilbert Heine y Amadeus Dujson.

Ataviada con un bonito vestido negro y blanco,

Mel, que se encontraba apoyada en una de las

barras, observaba hablar a Tae con otros

abogados. Estaba guapísimo con aquel traje azul

de raya diplomática.

Pero ¿realmente con qué no estaba guapo?

No le había contado a Tae lo que Louise le

había dicho en referencia a aquel bufete. Ella

prefería siempre observar antes de levantar falsos

rumores. Y, por lo que veía, todos aquellos

hombres eran unos frikis de la abogacía y poco

más. Con curiosidad, la exteniente Mel Parker vio a

Louise, la mamá de Pablo, entrar junto a su joven

marido. Parecía feliz del brazo de aquél, hasta que

la descubrió a ella y su expresión cambió.

Evidentemente, no esperaba encontrar a Mel allí.

Durante un rato, Mel la siguió con la mirada

por la estancia hasta que vio que se dirigía al

baño. Sin dudarlo, y para tranquilizarla, Mel fue

tras ella y, una vez dentro, Louise preguntó:

—¿Qué haces aquí?

—Tae, mi novio, es abogado y quiere

trabajar en este bufete.

El gesto de Louise se descompuso.

—No lo permitas —murmuró—. Si lo hace, tu

juegos de seduccion IVWhere stories live. Discover now