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Lo único que interrumpía el silencio era el sonido de las gotas golpear contra el coche y mi corazón yendo a toda máquina por los nervios, y tanto él como yo lo podíamos escuchar sin problema alguno, cosa que me avergonzaba.

El incómodo momento se rompió cuando suspiré a la vez que Carlisle hablaba

─ Ya han pasado varios días. ¿Cómo lleva el golpe? ¿Se puso la crema que le receté?

─ Se curó a los pocos días, está todo bien ─ Mentí un poco incómoda. Carlisle soltó aire por la nariz como si estuviera divertido.

─ ¿Qué tal por la ciudad? ¿Se ha acostumbrado ya?

─ Está bien. Es una ciudad pequeña, pero tranquila y con mucha vegetación, me gusta eso ─ Dije relajándome un poco.

─ No hay mucho que hacer el Forks. Espero no se aburra de la monotonía ─ Dijo dándome una pequeña mirada

─ Oh...no. No soy alguien que necesite hacer muchas cosas, con dar un paseo por el bosque ya estoy satisfecha ─ Dije con una ligera sonrisa recordando el verde y tranquilo bosque de detrás de casa

─ ¿Entra al bosque usted sola? ─ Noté como tensaba sus hombros y apretaba el volante. Fruncí el ceño extrañada

─ Eh...si. ¿Ocurre algo?

─ Tiene que llevar cuidado...hay...animales salvajes...osos, pumas, lobos. Es mejor que no vaya sola o que ni entre ─ Dijo con duda. Me miró de reojo notando como lo miraba con un mohín

─ Si ese es el caso, se que hacer para evitar a los animales salvajes. ─ Le contesté sabiendo que podía protegerme sola ─ Me gusta mucho pasear por el bosque, no dejaré de hacerlo. Pero no se preocupe por mi, doctor Cullen ─ Quité mi mirada de su perfil para volver a mirar por la ventana

─ Dígame Carlisle, señorita Gala, y deje los honoríficos, no hace falta. ─ Dijo después de unos segundos en silencio

─ Entonces usted igual, doctor ─ Respondí sin apartar la mirada de las gotas de agua.

─ Me parece genial, Gala ─ Dijo él causando que mi corazón volviera a palpitar rápido al escuchar el tono cariñoso con el que dijo mi nombre.

─ A mi también, Carlisle ─ Dije ocultando la sonrisa que quería ponerse en mi rostro.

El coche volvió a quedarse en silencio. En un momento la lluvia apretó, obligando así a Carlisle ir más lento y con mayor cuidado

Suspiré pensando que el viaje sería largo

Llevábamos al menos diez minutos en silencio con la lluvia impidiendo ver algo de la carretera

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Llevábamos al menos diez minutos en silencio con la lluvia impidiendo ver algo de la carretera. El limpiaparabrisas no daba a basto con todo el agua que caía y hacia el camino mucho más lento.

─ Mi hija Alice me habla mucho de tí ─ Dijo de sopetón el rubio. Le miré de golpe sorprendida.

─ ¿Alice? ─ Le pregunté extrañada.

¿De qué le hablaría de mi? Nunca hemos entablado una verdadera conversación y siempre hacia de todo para evitarla. Pareció que Carlisle leyera mi mente -aunque sabía que no lo había hecho por no sentir ningún dolor de cabeza- y me contestó a mi pregunta interna

─ Dice que le pareces curiosa. No habéis hablado, por lo que me ha comentado ella, pero dice que ve algo en tí que le invita a querer conocerte. Dice que seríais muy buenas amigas.

"Ya...el caso es que yo no quiero. Ni siquiera debería estar en tu coche" Le contesté mentalmente

─ Ah...no sé qué decir. ─ Dije incómoda

─ No tienes que responder nada. Me gustaría que Alice tuviera a alguien más a parte de sus hermanos y Jasper. Por si quieres conocerla mejor

>> Es buena chica. Divertida, aniñada, muy curiosa, pero cariñosa, atenta y cercana a los suyos. Yo también creo que os llevaríais bien, pero no te sientas obligada.

"Oh...claro que no me siento obligada, Alice es todo lo que yo evito: cercanía y curiosidad"

─ No...no soy muy buena relacionándome, prefiero estar con lo mío. Pero tiempo al tiempo ─ Sonreí un poco incómoda

Carlisle sonrió de la misma forma que yo, creo que no recibiendo la respuesta que esperaba. En esos momentos me gustaría poder leerle la mente

Nos volvimos a quedar en silencio, pero poco después ya podía ver mi casa borrosa por la lluvia. Carlisle aparcó en la entrada y me miró

─ Gracias por traerme ─ Dije desabrochándome el cinturón de seguridad.

─ No es nada, es lo que debía hacer ─ Me sonrió ─ Cuando entres dúchate con agua caliente para mejorar la temperatura de tu cuerpo. Soy doctor y no se me ha ocurrido poner el calefactor en el trayecto, no quiero que te resfríes por mi culpa

Carlisle acercó su mano a la mía con intención de cogérmela, supongo que para ver mi temperatura, pero la aparté rápidamente. No podía dejar que notara que mi cuerpo mantenía una temperatura normal. Me reí incómoda al ver su mirada en mi

─ No te preocupes, me ducharé enseguida. Por favor, conduce con cuidado, la carretera es peligrosa ahora ─ Me sonrió levemente mientras que asentía

─ Lo haré

─ Bien... emm...guárdate mi número

"¿Qué haces Gala?" Escuché a mi consciencia hablarme

Carlisle me miró sorprendido, rápidamente sacó su móvil y me lo dio. Guardé mi número como "Gala Jones Fijo" y le devolví el teléfono

Te vas a arrepentir! ¿Qué haces?"

─ Es el fijo de mi casa, llámame cuando llegues a tu casa para saber qué llegaste sano y salvo. Así no me preocupo

"¡¿Por qué lo has hecho?! ¡No te importa! ¡Carlisle no te tiene que importar" Me reprendía a mi misma

─ Gracias Gala, es un bonito gesto

Sonreí ahora arrepentida haciéndole caso a mis pensamientos, salí rápidamente del coche sin despedirme mojándome en el instante. Abrí la puerta con prisa notando mi mano temblar por los nervios y al entrar a casa me apoyé en la puerta pensando en lo que había hecho

Quería mantenerme alejada. No quería esa unión que teníamos los dos. No me interesaba. Sobre todo, él no tenía que enterarse de nada por mi bien. Deseaba que su aroma a frutos del bosque no me atrayera tanto. Que no me gustase tanto. Que no me relajara. Que no me hiciera sentir en casa. No quería escuchar su voz y sentir mi corazón temblar. No quería que dijera mi nombre y me sintiera completa

Pero todo eso no podía ignorarlo. En los menos de veinte minutos que había durado nuestro viaje me había hecho sentir todo eso.

Y no sabía si podría pelear contra ello.

No sabía si podría mantener mi promesa con él

Sempiterno || °Carlisle Cullen° Where stories live. Discover now