Después de que esa persona se fuera de su vida estaba sola.
Pasó toda su adolescencia con ese hecho, y es que su condición la obligaba a no entablar relaciones tan íntimas, haciendo que esa soledad creciera hasta hacerla una chica fría y dura ante...
Pasaron los días y el 31 de diciembre también llegó rápidamente
Charlie y yo lo estábamos pasando en La Push junto con todos nuestros amigos. Todos los habitantes de la reserva se reunieron e hicieron una fiesta en la playa, con grandes mesas con comida y una gran hoguera en el medio.
Reíamos, bailábamos y contaban anécdotas todas las familias mientras nos sentábamos en la hoguera con mantas y nubes.
Durante esa semana había estado intranquila, pensando en Carlisle, en cómo reaccioné y lo estúpida que había sido.
Podría haberme sincerado con él en ese momento, decirle cuanto lo quería a mi lado y lo que me causaba pensar en Esme. Pero había sido débil y decidí el camino más fácil.
En estos días había tenido varios "sueños" que me mostraban como Esme y Carlisle se abrazaban, Alice hablaba sobre mí con el doctor, y hasta Rosalie le decía a Carlisle que no se rindiera conmigo y siguiera luchando por un nosotros.
Y deseaba verlo y decirle todo lo que pensaba.
─ ¡Prepararos! ─ Gritó Sam con una voz grave y potente.
Jacob llegó a mi lado en la orilla del mar con una copa de champán.
Estábamos todos en la orilla mirando al horizonte con la luna creciente sobre nuestras cabezas.
Todos, jóvenes, adultos y ancianos gritábamos la cuenta atrás para el año nuevo
─ ¡Diez! ¡Nueve! ¡Ocho! ¡Siete!...
Miré a la luna frente a mí.
"Por favor...dame valor" Le pedí
─ ¡Tres! ¡Dos! ¡Uno!
─ ¡Feliz Año Nuevo! ─ Gritamos todos mientras los adolescentes tiraban cohetes y petardos.
─ ¡Gala! ¡Feliz 2005! ─ Me dijo Jacob abrazándome fuertemente.
Me reí contenta sintiendo que sería un buen año.
─ ¡Gala! ─ Me llamó Seth alargando la "a". Se tiró encima mía en un abrazo.
La correspondí igual de emocionada.
─ Feliz 2005 enano ─ Le dije dulcemente aunque en estos meses hubiera crecido aún más
Me separé de los jóvenes para acercarme al grupo de adultos que se estaban abrazando.
Me puse tras Charlie y lo abracé por detrás.
─ Oh, Gala ─ Dijo sorprendido girándose
─ Feliz Año Nuevo, Charlie ─ Le dije dulcemente después de darle un beso en la mejilla
─ Igualmente, Gala ─ Me dijo correspondiendome el abrazo.
─ Te lo digo poco, por no decir que nunca. Pero gracias por estar conmigo estos meses sin tener la obligación. De verdad que lo aprecio
El sheriff me sonrió dulcemente con un brillo en sus ojos cansados. No me dijo nada, simplemente apretó nuestro abrazo y me dio caricias en el pelo.
Haciendo de ese momento uno más bonito e íntimo
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