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─ ¿De...de qué hablas? ─ Pregunté casi sin palabras.

─ De Aro, Gala. ─ Dijo con voz suave Alice

─ Os estoy diciendo que no sé quién es Aro ─ Dije casi desesperada.

─ Es de una altura mediana, piel pálida, ojos rojos y grandes, pelo azabache largo, y una sonrisa inquieta, es un vampiro ─ Me describió Rosalie.

Entonces caí en cuenta. Lo que Edward tanto me insistía. Sí que conocía a Aro. Él era aquel vampiro de esa vez.

Él era quien me hizo correr y esconderme.

Él me obligó a temer por mi vida.

Él...

─ ¡Gala! ─ Carlisle me agarró rápidamente por los hombros al sentir mis piernas fallar.

Mis manos temblaban fuertemente y el aire comenzaba a faltarme, miraba el suelo sin poder quitarme esos ojos rojos y esa sonrisa de mi mente.

No.

No quería volver con él.

N-no...

─ ¡Gala! ¡Gala, respira! ─ Me pedía Carlisle, pero en ese momento no podía

Entonces recordé lo que dijo Edward. Lo miré con los ojos bien abiertos asustada.

─ ¿Qu-que...que habías dicho antes? ─ Le pregunté casi en un susurro. No me salía la voz.

─ ¿A qué te refieres, Gala? ─ Me preguntó Carlisle acariciándome la espalda en un intento de tranquilizarme

─ ¿Os...os ib-iba a poner en peligro yo? ¿Po-por qué? ─ Pregunté sin apartar mi mirada asustada de Edward

─ Aro nos quiere a Alice y a mí desde hace años, y si sabe que estás con nosotros lo atraerás hacia aquí ─ Dijo bruscamente sin importarle mi estado.

Solté un quejido adolorido por no poder respirar bien, agarré fuertemente uno de los brazos de Carlisle mientras me tapaba la boca con la mano temblorosa. Mis ojos se aguaron y empecé a negar rápidamente.

─ N-no, no, no, no ─ Empecé a negar.

─ Gala, Gala, eh, tranquila, ¿qué ocurre? ─ Preguntó preocupado Carlisle mientras Jasper intentaba relajarme con su don.

Pero ya nada era posible.

Con los Cullen me metería a la boca del lobo.

─ N-no debo estar con vosotros ─ Solté un quejido mientras seguía viendo a Aro en mi cabeza ─ Si se entera ese vampiro de que estoy a-aquí...

En ese momento todo mi cuerpo se paralizó. Mis manos dejaron de temblar, me solté de Carlisle, mis piernas volvieron a tener fuerza, el aire volvió a mis pulmones, las lagrimas cayeron y la cara de Aro se volvió más vivida en mi mente

─ ¿Gala? ─ Preguntó preocupada Alice al ver mi repentino cambio.

Alcé la mirada del suelo poco a poco hasta mirar a los ojos a Alice, después a Edward, notando como le había puesto incómodo.

─ Me matará. Aro me matará ─ Dije de golpe.

Me agarré la cabeza con fuerza al empezar a dolerme, voces llegaron a mi mente, recuerdos de todas las cosas que me decía, que me decían todos aquellos vampiros.

Mis manos volvieron a temblar, el aire a faltar y mis piernas a no soportar mi peso.

Me acunclillé incapaz de soportar mi peso, me tapé los oídos intentando dejar de escuchar su voz.

─ ¡Todo este tiempo no habrá servido para nada! ¡T-todas las cosas que h-hice no valdrán la pena!

─ ¡Gala! ¡Gala, escúchame! ¡Tienes que tranquilizarte! ─ Me pidió nervioso Carlisle al agacharse a mi altura.

Me agarró las manos y me las quitó de las orejas. Se sentó a mi lado y me alzó para sentarme en su regado, me puso los brazos en forma de equis sobre mi pecho y me atrajo a su cuerpo en un abrazo fuerte. Comenzó a balancearse sentado, como si estuviera meciendo a un bebé, para intentar tranquilizarme.

Al reconocer ese aroma a frutos del bosque poco a poco logré calmarme. Escondí mi rostro en su cuello y respiré profundo.

É-él, él no va a estar conmigo esta vez...no podré hacer nada contra Aro. Me va a matar.

Carlisle al escuchar mi doloroso susurro me apretó más contra él y empezó a negar suavemente.

─ No. No será así. Estamos nosotros, me tienes a mi. No te pasará nada. Por favor, Gala, no pienses eso.

Quería contestar algo, pero lo último que sentí fue una ola demasiado grande de paz y tranquilidad que me hizo caer en un profundo sueño de golpe

Quería contestar algo, pero lo último que sentí fue una ola demasiado grande de paz y tranquilidad que me hizo caer en un profundo sueño de golpe

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Desperté poco a poco notando que estaba tumbada. Me enderecé con cuidado sintiéndome extraña.

Miré el lugar donde me encontraba. La decoración era moderna y estilosa, era un salón espacioso con un gran ventanal detrás mía dejando entrar mucha luz, yo estaba tumbada en un sofá gris grande que había.

─ Gala ─ Escuché a alguien decir mi nombre.

Giré mi cabeza a la puerta viendo a Carlisle. Iba con una camisa simple azul marino con las mangas remangadas, tenía el pelo un poco desordenado y me miraba preocupado.

─ ¿Estás bien? ─ Me preguntó mientras se acercaba.

Empecé a asentir levemente a la vez que él se sentaba a la altura de mis pies en el sofá, dándome espacio pero sin alejarse

─ ¿Que...?

─ Jasper consiguió relajarte, te dormiste de golpe al lograrlo. No sabíamos si al despertar estarías bien o...si tendrías otro ataque de ansiedad, por lo que te trajimos a nuestra casa.

Me quedé en silencio mirando mis manos recordando todo lo que había pasado.

Ahora ellos me harían preguntas, y yo no quería contestarlas.

─ Tengo que irme ─ Anuncié antes de ponerme de pie rápidamente.

Me daba igual que no hubiera estado nunca en la casa, pero gracias a mis "sueños" sabía el recorrido desde el salón a la salida.

Caminé segura y con prisa por el pasillo antes de chocar con algo duro. Me agarró de los hombros y me separó de él

─ No, espera, Gala. Quédate un momento ─ Me pidió Carlisle mirándome preocupado.

Mi corazón se encogió en cuanto vi como me miraba, la preocupación y el cariño estaban mezclados de una forma que me inquietaba.

Suspiré asintiendo poco a poco.

─ Nada de preguntas ─ Dicté antes de separarme de él y volver al salón

Pero él me detuvo. Sujetó suavemente mi brazo y me dió la vuelta para envolverme en un delicado pero fuerte abrazo.

Los dos suspiramos como si hubiéramos deseado ese gesto.

Él se agachó un poco más para esconder su rostro en mi cuello, yo hice lo mismo y al mismo tiempo aspiramos nuestros aromas, tranquilizándonos los dos.

Sempiterno || °Carlisle Cullen° Where stories live. Discover now