Sempiterno || °Carlisle Cullen°

.23.

Seth después de un tiempo se habia quedado durmiendo, por lo que le arropé y fui con todos los demás.

Sam me contó lo que había pasado con Isabella, haciendome yo la tonta como si no lo supiera, me tranquilizó saber que estaba bien y que Jacob había llegado a tiempo.

Por lo que sabía, Jacob se había quedado con Isabella en su casa para que ella mejorara, así que estaba despreocupada ayudando en la casa Clearwater tanto como pudiera, ya que empezaban a organizar el entierro.

Hacía nada había salido de la casa para tomar un poco el aire, dentro se notaba la tristeza de todos y era pesado de llevar.

Suspiré tocándome la frente cansada.

"Va a ir a ver a los Vulturis, él también quiere morir"

Miré hacia todos los lados sobresaltada. Había escuchado la voz de Alice pero no había visto nada, mi don se había activado para enseñarme esa única frase.

Me preocupé, esa frase era muy importante ¿Quien iba a ir a los Vulturis? Los Cullen no podían ir a ellos...sino Aro...Aro...

Con el corazón a mil utilicé mi don en Alice, viéndola en el coche de...Carlisle, con Isabella en el copiloto y Jacob asomado en la ventanilla.

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─ Por favor Bella, no lo hagas...por Charlie ─ pidió Jacob ─ O por mi

─ Tengo que ir ─ dijo decidida la Swan

─ Te lo suplico...por favor ─ volvió a pedir Jacob

─ Adiós Jacob ─ terminó por decir Isabella, haciendo que el chico desistiera

─ Vamos ─ dijo Alice arrancando el coche.

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Al volver en mi empecé a unir clavos...alguien quería morir, Isabella se iba con Alice...no había que ser muy listo para entender que todo era por Edward.

Isabella se iba, se iba a ir a Italia por los Vulturis, porque...Edward quería morir.

¡¿Qué estupidez era esta?! ¡¿Por qué esos dos no podían estar quietos?! ¡¿Por qué tanta drama en sus vidas?!

No podía dejar que fueran a los Vulturis, era imposible que lo hicieran.

Entré aparentando tranquilidad en la casa, busqué a Sam y me acerqué a él.

─ Sam ─ le llamé tocándole el hombro, cuando se giró le hablé ─ Tengo que irme, vuelvo enseguida ¿Vale?

─ ¿Qué? ¿A donde vas? ─ preguntó con el ceño fruncido ─ No son horas para irte sola.

─ Lo sé, lo sé, pero me he acordado de una cosa, tengo que hacerla. Vuelvo en unos minutos, no me va a pasar nada

Sin esperar ninguna respuesta le di un beso en la mejilla y salí de la casa, corrí hacia el interior del bosque. Pude coger la Vespa, pero sabía que yendo a mi velocidad por el bosque llegaría antes.

Corrí esquivando los árboles hasta llegar a la carretera, bajé la velocidad y esperé en el medio de esta hasta que el coche de Carlisle apareciera.

Mi corazón dio un vuelco al ver dicho coche, habían muchos recuerdos en él...pero ignoré ese sentimiento, no venía al cuento.

El coche paró de lleno a unos centímetros de mi cuerpo. De golpe se abrió la puerta del conductor por donde salió Alice con cara asustada.

─ ¡¡Gala!! ¡Dios mío! ¡¡Casi te atropello!! ─ Dio un paso hacia adelante, pero supongo que mi rostro serio no la dejó avanzar ─ ¿Qué haces aquí? ¿Cómo has llegado hasta la carretera? ─ preguntó viendo que no estaba la Vespa por ningún lado.