Sempiterno || °Carlisle Cullen°

24.

Estábamos Isabella y yo en su habitación arreglándonos para el baile del instituto.

Swan iba con un vestido precioso de color lila con el pelo medio recogido y con varias ondulaciones, mientras que yo llevaba el pelo suelto liso con una pequeña peineta recogiendo varios mechones y un vestido azul celeste de tirantes finos y un vuelo muy bonito de la falda.

Las dos estábamos moviéndonos por la habitación con música en el ordenador, hasta que Isabella quiso maquillarse. Me reí levemente al verla dudar con todas las paletas y brochas.

─ ¿Puedo maquillarte yo? ─ dije poniéndome detrás suya.

─ No te quiero molestar

─ No lo haces, yo ya he terminado.

Con asentimiento de cabeza comencé a maquillarla con un maquillaje sencillo y cuco.

A los minutos las dos nos echamos perfume y bajamos las escaleras, donde Charlie y Edward nos esperaban abajo.

─ Estáis guapísimas ─ nos halagó el sheriff.

─ Gracias. Los vestidos nos los ha regalado Alice ─ le dijo su hija

Isabella le dio una sonrisa tímida yendo hacia Edward mientras yo me lanzaba a por un abrazo con Charlie.

─ Cuidaré de ella jefe Swan ─ le dijo Edward

─ Eso ya lo has dicho antes ─ le recriminó

─ Charlie...─ le regañé apretando su brazo

En un silencio tenso Edward abrió la puerta para salir, antes de que Isabella le siguiera Charlie la detuvo

─ Os he puesto a las dos un nuevo espray de pimienta en los bolsos.

─ Papá...

─ Isabella, así tu padre está más tranquilo ─ dije sonriendo

─ Bien...gracias papá.

Isabella volvió a querer irse, pero esta vez fui yo quien la paró.

─ ¡Eh! ¡Una foto al menos! ─ me quejé haciendo que los Swan se rieran.─ ¡Edward, ven a hacernos una foto! ─ le pedí sacando medio cuerpo por la puerta.

Mientras que Edward venía Charlie fue a por la cámara. Edward me miró incómodo siendo abrazado por Isabella.

─ Te ves bien ─ me dijo aún incómodo

Después de lo ocurrido en su casa nuestra relación estaba un poco tensa, aunque era él el más incómodo.

─ Tu también, galán ─ dije consiguiendo que se riera levemente

Charlie llegó con la cámara y los tres nos hicimos la foto, él en medio siendo abrazado por las dos.

Al terminar la pareja se marchó en el coche del vampiro, mientras que yo aún me quedé para despedirme bien de Charlie

─ ¿No tienes pareja para el baile? ─ me preguntó.

Ojalá mi pareja pudiera ir...

─ No, pero mejor así. ─ Charlie me miró extrañado ─ Así podré bailar con todos los chicos ─ bromeé

El jefe se rió y nos abrazamos una última vez antes de yo irme.

Bajé de la moto atrayendo varias miradas. Vamos, no siempre se ve a una chica con vestido llegar en moto.

Pasé por un arco donde me hicieron una foto, en la cual posé con la cabeza alzada bien orgullosa y confiada.

Caminé por el jardín viendo cómo estaba todo decorado con luces cálidas, hasta que escuché como me llamaban. Giré mi vista hacia donde había escuchado mi nombre, viendo cómo Jacob estaba en la entrada al bosque

Corrí hacia él tanto como mis tacones me permitían, hasta que él me recibió con un fuerte abrazo.

─ ¡Niño! ¿Pero qué haces aquí? ─ le pregunté alegre

─ Venía a hablar con Bella, por un recado de mi padre

─ ¿Y la has encontrado?

─ Sí, sí. Ya hablé con ella. Me iba justo ahora, pero te he visto y tenía que saludarte sí o sí. Espera...más bien regañarte ¡Hace tiempo que no te veo! ¡Desde la playa! ¡Ahora sí que te has olvidado!

Le miré un poco apenada.

─ Lo siento, tienes toda la razón

─ Claro que la tengo ─ dijo entre dientes mirando al suelo

Le apreté las mejillas con una mano haciendo que se le pusieran los labios en forma de pato.

─ Prometo no dejarte tan desatendido.

Jacob me regaló una sonrisa saliendo de mi agarre y entonces me miró de arriba a abajo

─ Que guapa que vas...¿Quién es tu pareja?

Me aguanté un suspiro antes de responder con una sonrisa fingida

─ La pista de baile y la copa de champán que cogeré en entrar

─ ¿No tienes? ─ me preguntó asombrado

─ Entra conmigo, se mi pareja. Así hablamos de todo lo que hemos hecho ─ ofrecí

Jacob miró el edificio y a toda la gente de gala para después poner una mueca

─ Lo siento...no voy arreglado ni soy del instituto. Mejor otro día te preparo tu propio baile y bailamos en la playa.

Me reí aceptándolo, sabía desde un principio que no accedería.

Con un beso en la mejilla por su parte, Jacob entró al bosque desapareciendo de mi vista.

Suspiré girándome para entrar al edificio. Al pasar por la puerta la música, la calor, y los adolescentes bailando me dieron la bienvenida.

─ ¡Eh Gala! ¡Aquí! ─ Tyler me llamaba desde la distancia

Le sonreí y fui hasta él, quien estaba con su grupo de amigos

─ ¡Pero que guapa! ─ me halagó Ángela

Le di una sonrisa simpática como agradecimiento. Tyler me cogió de la mano y me hizo dar una vuelta

─ Que pena que yo tenga pareja ─ dijo el moreno juguetón.

Me reí divertida

─ Perdona guapo, pero aún así no tendrías oportunidad. ─ le respondí.

Tyler puso un gesto indignado mientras que Mike y Eric hacían ruiditos para molestarlo.

─ ¿Y a quien tendrías como mejor opción? ─ siguió el royo

─ ¡Mi copa de champán! ─ dije divertida.

Mientras que todos nos reíamos y Tyler se indignaba más yo me fui a por dicha copa.

Fui pasando entre los cuerpos que bailaban contagiándome de la música y el ritmo. Al llegar a la barra pedí el champán mientras que me movía al ritmo de la música.

Todo estaba bien, la música me alegraba, había saludado a los de clase, había visto a Jacob, tenía una foto con Charlie y su hija, y yo estaba divirtiendome...pero me faltaba cierta persona conmigo.

Cuando recibí la copa quise irme hacia la pista de baile, pero un aroma en particular me hizo quedarme quieta. Comencé a mirar por todos los lados inquieta, mi corazón iba a mil y sentía como mis mejillas se ponían rojas por la emoción.

Carlisle estaba aquí.

Sabía que no estaría dentro del edificio, así que me pegué a las ventanas para poder buscarlo desde fuera.

En ese momento sentí como alguien me observaba desde el interior del bosque, sabía que era él, asi que salí de la fiesta y me acerqué a aquel lugar, sintiendo como mi piel se erizaba confirmándome que había un vampiro.