Sempiterno || °Carlisle Cullen°

.18..

En poco tiempo las dos llegamos a la casa de los Cullen, y la verdad...fue divertido ver la cara de asombro de Bree.

─ Impresionante ¿Verdad? ─ le dije con una sonrisa. Ella apretó los labios y asintió sin dejar de ver las enormes cristaleras ─ Entremos

Fuimos hasta la entrada y con la llave que me dio Carlisle abrí la puerta, Bree siguió igual de encantada con el interior. El modernismo y el orden de la decoración causaba ese efecto hasta en mi.

─ Bienvenida a tu nueva casa ─ dije tocandode levemente el brazo, pero Bree se alejó con el primer contacto.

Sus ojos me miraban con alerta y tenia el cuerpo tenso. Aparté mi mano lentamente y le sonreí para tranquilizarla, yo no era ninguna amenaza y quería que se diera cuenta de ello.

─ Vamos a sentarnos ─ dije suavemente.

Dejé que ella caminara delante mia y a su paso, sin prisa. Conforme más nos adentrábamos a la casa más movia su cabeza para ver todo lo que pudiera, a la vez que se abrazaba a si misma.

─ Entremos aqui ─ dije señalando la puerta del salón.

Bree lo primero que hizo al entrar fue ir hacia los grandes ventanales y ver el bosque frente a la casa. Me coloqué al lado suya y observé todas sus reacciones.

Cerró más aún sus brazos contra si misma y apretó los labios mirando con desconfianza hacia el bosque.

Hice un pequeño mohín mirándola...esa mirada desconfiada me recordaba a la mía antes de llegar a Forks. Sin confiar en la gente, ni en las sombras, mirando en todas las esquinas por si aparecía Aro o alguno de sus secuaces.

─ No se cuál habrá sido tu experiencia con Riley o tu vida antes de transformarte...─ dije lentamente llamando su atención. Giró su vista a mi y pude ver dolor en ella ─ Pero te puedo asegurar que con los Cullen todo eso cambiará para bien ─ aseguré con una sonrisa conectando sus ojos con los mios

─ ¿Cómo...cómo estás segura de eso? ─ preguntó tímidamente mirando hacia otro lado. Apretó de nuevo los labios y funció el ceño alzando los hombros intentando "esconderse" ─ T-todos son malos.

Notar esa inseguridad, ese miedo, esa desconfianza en su voz me estrujó el corazón. ¿Qué tuvo que pasar para que una chica de quince, dieciseis años como mucho, dijera algo así?

Suavicé mi mirada y respiré entrecortada antes de contestarle.

─ Porque lo he vivido en mi propia piel, Bree ─ bajé el tono de voz. Mis palabras hicieron que la joven volviera a mirarme con curiosidad ─ Yo era como tú, desconfiaba de todos y de todo, creé un gran escudo que me separaba de las personas para que no me hicieran daño y estuve sola por mucho tiempo...Pero los Cullen lograron cambiar eso de mi ─ dije con una pequeña Sonrisa.

Porque esa era la verdad.

Si que me habían hecho daño, si que habían roto mi confianza en ellos y si me habían decepcionado.

Pero antes de todo eso me habían ayudado, habían hecho que me abriera a más personas, que estuviera tranquila y relajada, que me divertiera, que disfrutara, que hiciera cosas nuevas como ver revistas de moda, jugar videojuegos o aprender recetas, y eso no lo podía olvidar.

Habían conseguido cambiarme para bien...y aunque mi relación con ellos ya no era la misma, sabía que podrían volver a hacerlo con Bree

Con lentitud y suavidad cogí la mano de la chica. Su cuerpo se tensó, pero después de sonreirle se relajó y separó los brazos de su cuerpo. La guíe hacia el sofá y nos sentamos mirándonos frente a frente.