23.

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Entramos los tres a la casa Cullen en silencio un poco tensos, cuando llegamos al salón ya estaba el resto de la familia esperándonos. Edward fue directo a sentarse en la silla del piano Mientras que Carlisle se quedó a mi lado poniéndome su mano en el hombro.

La hadita se acercó a mi rápidamente dándome un abrazo fuerte, cuando se separó me sonrió con calidez

─ Lo que sea que vayas a contarnos...sale bien, ya lo he visto ─ dijo guiñándome un ojo.

Soltó una risita y fue a sentarse junto a Jasper.

No voy a mentir, me tranquilizó que me dijera eso.

─ Bueno...─ solté un suspiro a la vez que miraba a los ojos uno por uno en la familia.

Todos me miraban esperando pacientemente con una sonrillisa, todos menos Edward y Rosalie...¿Por qué tenían que ser siempre esos dos?

─ Vi como Isabella salía del hotel, al igual que vi algo de vuestra pelea con James, y...y como Edward sacaba el veneno de Isabella

─ ¿Cómo? Estabas conmigo Gala ─ preguntó seriamente Rosalie. Suspiré

─ Tengo...tengo un ¿don?

─ ¿Eso es una pregunta o una afirmación? ─ preguntó Rosalie aún seria. Tomé aire antes de responder

─ Tengo un don, parecido al de Alice

El salón se quedó en silencio después de confesarlo, pero entonces la hadita soltó uno de sus gritillos emocionados.

─ ¡¡Explicanoslo!! ─ pidió ¿o mandó? con una gran sonrisa.

─ A ver...Alice ve el futuro en visiones, pero van cambiando según la decisión del propietario de ese futuro ¿No? ─ toda la familia asintió escuchando atentamente ─ Yo... tengo unos sueños que me permiten ver el presente. Q-quiero decir...puedo ver lo que está ocurriendo en otro lugar.

Terminé de contarlo un poco nerviosa. Todos me miraban extrañados queriendo entender mis palabras

─ ¿Tienes...sueños? Pero Gala, si tú no estabas durmiendo ─ me dijo Rosalie.

─ ¡Ya lo sé! ─ alcé la voz poniendome las manos en la cabeza, desesperada ─ ¡No lo entiendo ni yo!

─ Cariño, tranquila. ¿A qué te refieres? ¿Que no entiendes? ─ Carlisle me cogió de las manos dándome suaves caricias mientras me miraba a los ojos con su típica sonrisa. Hice un morrito cansada.

─ Al principio solo eran eso, sueños. Me despertaba de golpe sin aire después de tener uno. Pero desde que llegué a Forks esos sueños han empezado a ocurrirme estando despierta.

>> Se me nubla la vista y no veo nada más aparte de las escenas esas, y cuando desaparecen puedo volver a respirar. ¡Pero es que no es sólo eso! Si no que vuestra riña con James lo vi entrecortado, como si fueran fotos.

Miré nerviosa a Carlisle con el ceño levemente fruncido

─ No me entiendo ni a mí misma, Carlisle...─ dije en un susurro

El rubio suspiró y me abrazó acariciándome el pelo

─ Nosotros te ayudaremos a entenderlo ¿Si? Nos tienes contigo.

Cuando nos separamos Alice fue la siguiente en abrazarme

─ ¡Somos hermanas de don! ¡Fantástico! ─ dijo alegre haciéndonos dar saltos en el abrazo.

─ ¿Por eso llegaste a casa el día que comenzó lo de James? Nadie te había llamado y tú estabas ocupada según Carlisle ─ preguntó Jasper. Simplemente asentí.

El Hale se puso a pensar con los brazos cruzados y la mano en el mentón.

─ Puedes ver lo que ocurre en otro lugar...si lo controlases sería un don muy útil.

─ ¿Que sugieres, Jaspes? ─ preguntó Esme conociendo a su hijo.

─ Gala podría entrenarlo.

─ Pero Jasper...eso simplemente viene cuando le apetece.

Jasper entonces se levantó con una sonrisa confiada y me puso una mano en el hombro, apretándolo.

─ Tú confía en nosotros, Gala.

Le sonreí aceptando, aunque no estaba muy segura.

Entonces todo estaba bien. Habían aceptado y medio entendido el don que tenía y yo estaba más que contenta, incluso Rosalie ya me había vuelto a sonreír. Pero como siempre, estaba Edward.

El cobrizo tocó una nota grave del piano haciendo que todos le mirásemos, tenía el ceño fruncido y la mandíbula apretada

─ ¿Como es posible que tengas un don, Gala? ─ preguntó completamente serio.

Le miré en silencio.

─ Ya veo...en ti si que es posible ¿No? Una humana con un don. A no, espera, que no lo entiendes ni tú ─ dijo brusco.

Edward se levantó del asiento del piano y se acercó a mi pareciendo enfadado.

─ Edward ─ le riñó su padre

─ Lo que yo creo es que si que lo entiendes, si que sabes porqué lo tienes, al igual que lo de Aro. Pero todo es un gran secreto que no le puedes contar a tu familia ¿No es así?

Apreté los labios dañada por sus palabras, pero al final...tenía razón

─ Me lo tomaré como un sí.

─ Edward, basta ─ ordenó Carlisle dándole un pequeño empujón para qje se alejara de mi ─ Todo se responde con lo mismo que llevamos diciendo desde que la conocimos: Ya nos lo contará en su debido momento.

─ Pues yo creo que ya va siendo hora. Que somos familia, no unos simples desconocidos.

Al terminar de hablar Edward salió corriendo del salón, escuchando después la puerta de la entrada ser cerrada con fuerza

Suspiré entrecortada mirando con pena a la familia, pero Rosalie se levantó y acunó mis mejillas al ponerse frente a mí

─ No le hagas caso. Todo cuando tú te sientas preparada. ─ me sonrió ─ Vamos Gala, hace poco me contaste sobre tu madre. Si pudiste decirme eso, se que en cualquier momento nos dirás lo demás.

Dándonos un abrazo dimos por cerrada la conversación. Ellos confiando de nuevo en mi, y yo sintiendo que dentro de poco todo lo que llevaba ocultando por años sería descubierto.

Sempiterno || °Carlisle Cullen° Where stories live. Discover now