21.

5.3K 730 23
                                    

Estaba sola en mi casa, Charlie se había ido a trabajar y yo estaba siendo acompañada por Rosalie, quién se había quedado conmigo para vigilarme mientras que Esme había ido tras el Sheriff.

Estaba en la cocina fregando la vajilla utilizada en el desayuno cuando mi piel se puso de gallina, avisándome de que un vampiro se acercaba a mí.

─ Me he dado cuenta de que te dan muchos escalofríos ─ dijo la rubia llegando a mi lado viendo mi piel erizada.

Dejé de fregar mirando lo mismo que Rosalie. Me sequé las manos bajándome la manga larga que había alzado para no mojarme la ropa.

Era obvio que algún día notarían eso. Carlisle ya lo había hecho, en ese momento simplemente le expliqué que era por el frío y él me frotó los brazos para darme calor.

Pero no sabía si con Rosalie me serviria la misma mentira, así que me hice la tonta con una voz bromista

─ No se si será por el frío o porqué tendré un sexto sentido

─ ¿Sexto sentido? ─ preguntó también jocosa cruzándose de brazos

─ Oye, quien sabe, tendré sentido arácnido, como Spiderman ¿Te imaginas? ─ seguí la broma, consiguiendo que Rosalie se riera

Le sonreí dulcemente mientras la veía reírse tranquilamente

─ ¿Qué? ─ me preguntó con una sonrisa al terminar de reír

─ Seguro que sabes que eres preciosa...pero al reirte lo eres aún más. Además, verte reír me alegra muchísimo, hace tiempo que no lo veía

Rosalie entonces puso una mueca y miró hacia otro lado.

─ Todo se ha liado desde que esa Bella llegó a Forks. Desde entonces no tenemos muchas tardes de las nuestras, cuando veíamos revistas de moda con Alice o nos peinábamos en el suelo de mi habitación...esas cosas de verdad me hacían feliz, tu me hacías sonreír...bueno...─ se rió levemente ─ Todavía me haces reír

Le sonreí a la vez que iba a abrazarla.

─ Todo se arreglará Rosalie, volveremos a tener nuestros momentos, acompañadas de Alice e Isabella, aunque ahora digas que no. Ya verás

Rosalie en respuesta viró los ojos.

─ ¿Sabes? Siempre he estado sola...ninguna amiga ni nada parecido. ─ le dije con una sonrisa sentándome en la silla de la cocina, ella se sentó frente a mi en otra.

>> Cuando encontré a Carlisle me negué muchísimo a lo que el destino me había dado, pero ahora estoy completamente agradecida. No solo por haber encontrado a mi pareja, si no porque eso ha hecho que tenga una gran familia.

>> Tampoco he tenido hermanos, y ahora tengo a dos preciosas chicas que son como hermanas para mí, y estoy completamente feliz con ello.

─ Bueno...eres la pareja de quién se considera nuestro padre, así que eso te haría nuestra madre ─ dijo jocosa la rubia

─ No, no, no ─ me reí ─ Osea sí, pero ese rol es de Esme, quien ha estado con vosotros siempre

─ Lo que tú digas mamá ─ se burló Rosalie rodando los ojos

─ ¡Nada de mamá! ─ alcé la voz divertida.

Las dos nos sonreímos tranquilamente y con cariño como siempre hacíamos. Hasta que vi como la sonrisa de la rubia temblaba

─ Yo también agradezco tenerte, Gala. ─ dijo en un tono más serio. Giró la mirada hacia la ventana de la cocina, frunciendo los labios ─ ¿Sabes? Siempre he tenido todo, era guapa y de familia rica, así que nunca me han negado nada

>> Estaba enamorada del amor, quería mi propia historia de romance. Y eso también lo conseguí. Conocí al hombre perfecto e iba a casarme con él. Pero una noche que volvía de la casa de una amiga me lo encontré con sus amigos totalmente borrachos

>> Intenté protegerme, pero él solo quería mostrar lo que tenía conmigo... y lo compartió con ellos.

Le agarré de la mano sabiendo lo que eso significaba. Por ese gesto Rosalie dejó de mirar a la ventana y me miró a los ojos

─ Me dejaron tirada en un callejón, sangrando y con poca fuerza. Carlisle me encontró atraído por la sangre, y decidió ayudarme.

>> ¿Sabes Gala? Quería casarme y tener al amor de mi vida, y gracias a Carlisle encontré a Emmett y cumplí esos sueños. Pero también quería envejecer, tener hijos y verlos crecer...y eso nunca lo tendré

Apreté nuestro agarre sonriéndole dulcemente

─ No quería ser lo que soy ahora, pero aún así tengo que estar agradecida, pues tengo esta hermosa familia y te tengo a tí.

>> Por eso me molesta tanto que Isabella solo haya venido para causar problemas...y algo me dice que esto que está ocurriendo ahora no será lo único

Cuando ella terminó de hablar me levanté para darle un fuerte abrazo

─ Todo se arreglará, rubia. Y seguiremos estando tranquilamente en familia como habíamos estado haciendo el año pasado.

Volví a sentarme y suspiré pensando en lo que quería decirle.

─ Mi madre murió en el parto.

Rosalie me miró sorprendida

─ Gala...no tienes porqué contarme nada. Que yo te haya contado no significa que tu también tienes que hacerlo

─ Claro que sí rubia. Estamos solas y es el momento perfecto ¿No crees? ─ dije en un tono divertido

Rosalie se rió levemente negando con la cabeza divertida. Nos cogimos de la mano sonriendonos.

─ Mi madre le hizo prometer a mi padre que él estaría conmigo en todo momento, fue su último deseo. Pero no lo cumplió. ─ suspiré ─ Los primeros años fueron genial, mi padre era cariñoso y un gran padre...pero entonces ocurrieron esas cosas, eso de...de Aro y los otros vampiros

>> Cuando todo se arregló mi padre me dejó a cargo de una amiga suya, y él se marchó de casa. Fue ahí que todo empeoró. Siempre nos mudabamos de ciudad y esa mujer realmente no se quería hacer cargo de mi.

>> Crecí con ella, con sus insultos, sus amenazas con dejarme en la calle y sin nadie a mi lado por las constantes mudanzas. Por todo lo que pasó empecé a forjar una armadura, o un muro, como quieras llamarlo, con cualquier persona, por eso...por eso me costó tanto aceptaros. Por ello y por lo ocurrido con Aro.

─ Gala...Si dejaras a las personas conocerte verían que realmente no eres tan amargada ─ fue lo que dijo Rosalie después de unos segundos en silencio

La miré fingiendo un gesto indignado, pero no pude evitar reírme

─ Es todo para mantener a la gente alejada... Crecí con la enseñanza de que realmente nadie es de fiar ─ me alcé de hombros ─ Pero vosotros si, asi que no es tan certero

Lo que no sabia era que ni los Cullen eran de fiar. Que sus palabras cariñosas y grandes momentos no servían, ni eran reales. Y eso me lo demostraron apenas un mes más tarde, pero eso ya lo veríamos.

Sempiterno || °Carlisle Cullen° Donde viven las historias. Descúbrelo ahora