Después de que esa persona se fuera de su vida estaba sola.
Pasó toda su adolescencia con ese hecho, y es que su condición la obligaba a no entablar relaciones tan íntimas, haciendo que esa soledad creciera hasta hacerla una chica fría y dura ante...
Al escuchar su nombre Jacob quitó la manta de la montaña, mostrando así una Vespa T5 del 1990 de color negro.
Mi sonrisa se agrandó al verla, sentí en mis ojos un cosquilleo, seguro que estarían brillando por la emoción. Cerré los ojos con fuerza, intentado que dejaran de hacerlo, y rezando a quien fuese para que nadie lo hubiera notado.
Los abrí de nuevo, ahora sin notar el cosquilleo, y sin dejar esa gran sonrisa la miré mejor mientras me acercaba y comenzaba a tocar el cuero del asiento.
La pintura estaba desgastada, con algún que otro rasguño, pero suponía que los Black's la habrían arreglado para que funcionase, y eso era más que suficiente para mí
─ Recordé que me dijiste que la Vespa era tu moto favorita. La encontré en un trastero y pensé que sería perfecta para tí. Jacob la ha hecho funcionar de nuevo.
Miré al muchacho con una sonrisa traviesa.
─ ¿Tú la has arreglado? Pero si el niño ni podrá escribir bien su nombre ─ Bromeé
─ Ten cuidado, Gala. Puede ser que se salga una pieza y termines en la UCI ─ Me amenazó con los brazos cruzados y otra sonrisa traviesa.
Me reí con ganas y le abracé por los hombros. Apreté su cuello con mi fuerza ahogándolo un poquito
─ ¡No apretes tanto! ─ Dijo tosiendo
─ ¿Ves? El niño no aguanta ni un poquito de fuerza ─ Seguí bromeando. Dejé de bromear y sonreí agradecida cruzada de brazos ─ Muchas gracias niño.
Jacob sonrió de nuevo y negó con la cabeza
─ No es nada. Charlie habla demasiado bien de ti, supongo que te la mereces.
Con lo dicho volví a mirar con cariño al sheriff, notando como ya me estaba mirando con su mostacho alzado por la sonrisa
─ Gracias a ti también, Billy. ─ Me agaché hacia él y le di igual un abrazo
─ Ya tienes carnet de coche. Jacob se ha ofrecido a darte unas clases para conducir la moto, cuando la controles te daré el carnet de moto ─ Dijo Charlie
─ Uy, que ilegal señor Swan. ─ Bromeé
─ Ventajas de ser el Sheriff ─ Me siguió la broma alzándose de brazos.
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Billy nos invitó a una merienda en su casa. Por lo que él y Charlie hacían unos sándwiches mientras que Jacob y yo estábamos fuera.
Jacob me enseñaba cómo encender la Vespa, comenzando así su primera clase de conducir.
Entre tanto y tanto conversábamos sobre nosotros, y como siempre, yo evitaba ciertas preguntas
─ Bueno. Ya que no quieres hablar de tu vida personal, al menos tus gustos, o hobbys, o cómo te va en el instituto ─ Me reí suavemente divertida de que el niño quisiera conocer más de mi
─ Mmmm...Me gusta mucho el café, y los gatos. Disfruto de caminar por el bosque y por las mañanas escuchar el ambiente aún sin personas por la calle.
─ ¿Entonces madrugas todavía más?
─ A veces, sí. En el pasillo de las habitaciones hay una gran ventana que da directa al bosque, hace poco me compré un pequeño sillón y lo coloqué allí.
>>Hay días que me despierto antes y abro la ventana para escuchar la madrugada sentada en el sillón. Cuando suena la alarma del reloj me empiezo a vestir y después Charlie me recoge para ir al instituto.
─ Mmm...Suena bien, en verdad. ─ Me reí suavemente mientras toqueteaba todos los botones y palancas de la Vespa
Jacob iba a decir algo más cuando Charlie salió de la casa
─ Chicos, vamos a merendar
Los tres entramos y nos sentamos en la mesa. Mi boca salvó cuando vio el sándwich, Billy rió al ver mi expresión.
─ Empieza a comer, Gala.
─ Gracias por la comida, ¡que aproveché! ─ No tardé ni un segundo más para darle el primer bocado y soltar un sonido de satisfacción, haciendo que los demás rieran
─ ¿Cómo ha ido la primer clase? ─ Preguntó Billy
─ Bien ─ Respondí después de tragar ─ Jacob me ha enseñado que es cada cosa y para qué sirven
─ Gala aprende rápido, tiene buena memoria. Cada vez que le preguntaba sobre algún botón me contestaba bien ─ Dijo el "profesor" haciendo que sonriera orgullosa
─ Tengo que admitir que el niño es buen profesor ─ Bromeé haciendo que Jacob me golpeara en el codo
Seguimos hablando. Billy me contó anécdotas de él y Charlie cuando eran más joven, también más recientes, con un tal Harry Clearwater acompañándolos. Era divertido de escuchar, se les notaba la confianza que tenian entre ellos.
Al terminar la merienda íbamos a sentarnos en el salón, los tres hombres iban a ver un partidos de béisbol y yo simplemente a mirar todo sin entender nada.
Esa era la idea que habíamos planeado, pero no fue así.
Cuando recogíamos los platos unos golpes en la puerta sonaron.
Mi cuerpo se tensó y los bellos de mi nuca se erizaron, un aroma a bosque mezclado a algo mojado llegó a mi nariz, haciendo que frunciera mi entrecejo.
Aparecieron en la puerta de la cocina Jacob con otro muchacho, iba sin camiseta y unos vaqueros cortos desgastados. Era muy alto y musculoso, pelo corto moreno y una mirada dura pero con la cara relajada.
Me miró de golpe frunciendo el ceño, respiró hondo y poco después se atragantó al respirar entrecortado. Frunció más el ceño mientras se tapaba la nariz con la mano y me miraba con duda
─ Sam ¿Que haces aquí, muchacho? ─ Preguntó Billy
Seguimos mirándonos con el ceño fruncido, esta vez yo también tapándome la nariz. Los dos nos miramos extrañados
─ ¿Sam? ─ Preguntó de nuevo Billy. El chico dejó de mirarme y le contestó
─ El consejo se quiere reunir
Después de esas palabras Billy y Jacob se fueron con el tal Sam, y Charlie y yo tuvimos que volvernos a casa. Los dos decidimos ver el partido de béisbol en casa de Charlie
Entonces, mientras Charlie gritaba por el partido, y yo me reía por sus reacciones tuve uno de esos "sueños"
