Sempiterno || °Carlisle Cullen°

28

Estábamos todos en el salón. Y cuando digo todos, me refería a todos, incluyendo a Esme.

Eso me había puesto tanto incómoda como nerviosa. Me sentía mal al haberla conocido, sabiendo que estaba metiéndome entre su marido y ella, y con sus hijos. Pero Jasper me envió una ola de tranquilidad antes de comenzar con lo que todos querían saber

─ Gala...─ Me llamó Carlisle, pero seguí sin levantar la mirada del suelo.

No quería verlos a la cara. No quería recordar lo que había pasado hace apenas un par de horas.

Suspiré y respiré hondo para hablar sin levantar la mirada.

─ Ya sabía sobre los vampiros ─ Empecé diciendo poniendo tensos a los presentes ─ Ocurrieron unas cosas en mi pasado con esas criaturas...y uno de ellos era ese tal Aro, pero nunca supe su nombre hasta ahora.

─ ¿Qué pasó? ─ Preguntó la hadita preocupada.

─ Alice... Pidió que no hiciéramos preguntas ─ Le recordó su pareja.

Alcé la mirada hacia ellos dos, sonriéndoles suavemente.

─ Está bien...la verdad es que no me acuerdo mucho de aquella época, pero lo poco que recuerdo no me gusta revivirlo...y...no me siento preparada para contarlo ─ Expliqué

─ Está bien, Gala, no te sientas presionada ─ Me calmó Esme con una dulce sonrisa.

Le devolví la sonrisa inmediatamente por la tranquilidad que ella transmitía. Pero en realidad me estaba sintiendo de nuevo mal al pensar en ser la tercera en la relación. Entonces Jasper me envió otra ola intentando quitarme ese sentimiento, le sonreí levemente agradecía mientras que él asentía.

─ Sé que mi sangre es dulce para los vampiros. Ellos no dejaban de repetirlo y era la favorita de Aro ─ Conté un poco de la historia, evadiendo varios puntos importantes.

>> Él llegó después de mucho tiempo y me sacó de allí, desde entonces llevo años huyendo de ese tal Aro. Pero si decís que también os quiere a vosotros...no podemos estar juntos, es peligroso tanto para mí como para vosotros.

Dije suavemente sin alterarme gracias a Jasper.

─ No ─ Dijo rotundamente Carlisle. Se sentó todavía más cerca de mí en el sofá y agarró mi mano izquierda con sus manos. ─ No te irás, ni te separarás de nosotros. Estando juntos será más protección y menos preocupación.

Empecé a negar repetidas veces mientras le miraba a los ojos. Intenté soltarme de su agarre pero él lo apretó sin dañarme

─ Gala...─ Quiso hablar pero le interrumpí

─ No es sólo eso. Hay...algo que no puedo contar. ─ Bajé mi mirada al suelo de nuevo mientras que me mordía el labio inferior.

Carlisle con una mano me alzó el mentón suavemente para que le volviera a mirar.

─ No pasa nada

─ Sí que pasa ─ Dije logrando sacar mi mano de su agarre, viendo su gesto dolido ante mi acción. Me arrepentí en el momento y le cogí esta vez yo la mano. ─ No es sólo la sangre, hay algo más que ni siquiera yo logro entender. Y eso hace que sea peligrosa

─  No pasará nada, nosotros te ayudaremos a entender todo. Juntos podremos salir hacia adelante.

Seguí negándome, no podia.

No podía echar raíces en un lugar, Aro me encontraría, todos notarían mis repentinos cambios físicos y la familia Cullen descubría mi secreto, sin contar con los metamorfos, que ya habían notado que mi aroma era diferente.

─ Gala, te vas a quedar con nosotros. No me importa lo que pienses. Sí Alice te ha visto feliz y no ha cambiado la visión es porque estás tomando el camino correcto. Y ese es estar a nuestro lado.

>> Me da igual que seas humana, que tengas secretos, malos recuerdos que no quieras contar o que tengamos que protegerte. Haces feliz a Carlisle sin siquiera darte cuenta, solo os habéis visto un par de veces y él ya a cambiado, y eso es lo único que me importa. Lo único que nos importa a la familia.

>>Así que te tendrás que aguantar, porque nosotros no nos separaremos de tu lado ahora que sabemos que necesitas ayuda.

Todos en la sala mirábamos a Rosalie con sorpresa y asombro, sin esperar que dijera todo eso.

Hice un pequeño mohín triste tocada por sus palabras.

En realidad no sabían lo mucho que me hacía falta escucharlas. Necesitaba con urgencia que alguien me las dijera, porque ya estaba cansada de todo.

─ No te pongas así, Gala. Es un hecho las palabras de Rosalie, y estamos todos de acuerdo ─ Me dijo con voz segura Jasper al notar mis sentimientos.

Me reí suavemente antes de taparme la cara con mis manos, soltándome del agarre de Carlisle.

No quería que vieran mis ojos brillar.

La emoción recorría mis venas, mezclada con incertidumbre e inquietud por lo que vendria, contenta por ya no estar sola más tiempo, como me había dicho Carlisle en su día.

A lo mejor esto, era un nuevo comienzo.