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─ ¡NO! ─ Gritó de golpe Alice.

La familia por completo apareció frente a ella con una mirada preocupada. Jasper la abrazó por los hombros intentando tranquilizarla al ver como temblaba.

Alice entonces mira a Carlisle con unos ojos intranquilos

─ ¡Se va a ir! ¡Gala se va a ir! ¡Tienes que contarle todo! ¡Ya!

─ ¡Tranquila Alice! ¿Qué ha pasado con Gala? ─ Preguntó preocupada Esme mientras veía a Carlisle apretando las manos en puños.

N-no se que ha pasado, algo interfiere, pero a decidido marcharse de Forks ─ Dijo, causando así el asombro de toda la familia ─ ¡No puede hacer eso! ¡Acaba de llegar! ¡La llevamos esperando mucho tiempo! N-no puede irse. C-carlisle, tienes que decirle todo. ─ Ante su nombramiento el hombre salió de su asombro

─ Alice, no podemos hacer eso ─ Empezó hablando con voz dulce, pero incluso él estaba como la pequeña chica ─ Es la decisión de Gala...además, es ponerla en peligro.

─ ¡No! ¡Carlisle, ella es lo que siempre has querido! ¡Lo que siempre he querido! No puede irse ahora que la tenemos...¡Ella entenderá lo que somos! ¡La he visto siendo feliz a tu lado! ¡A nuestro lado!

La pequeña hadita al ver que sus hermanos le miraban con tristeza y los dos adultos no tenían planeado hacer nada, salió de los brazos de su pareja y corrió fuera de su casa.

─ ¡Alice! ─ Gritaron sus hermanos

─ ¡Síguela, Carlisle! ¡Puede hacer algo! ─  Le pidió Esme

No pensó nada antes de seguir a su hija y salir corriendo de su casa.



Me desperté de golpe nerviosa, no me había dado cuanta del momento que me dormí pero ahora eso no era lo importante.

Alice había visto lo que había decidido. Ya sabía su don.

Alice veía el futuro según las decisiones que tomábamos.

Cogí un coletero y me hice un moño mal hecho antes de tumbarme de nuevo en la cama. Respiré hondo intentando tranquilizar mi corazón. Las emociones de Alice eran tantas que incluso me había traspasado su inquietud.

Pensé en sus palabras, en su desesperación al saber que había decidido marcharme.

¿De verdad era tan importante para ella? ¿Para Carlisle? Sabía que el lazo que nos unía era fuerte...¿Pero tanto? ¿No podría escapar de ello?

Suspiré cerrando los ojos.

Uno o dos minutos después logré tranquilizarme e iba a volver intentar dormirme cuando mi cuerpo entero se tensó y el pelo de mi nuca se erizó. El aroma agrio que los caracterizaba se percibió cerca de mi casa.

Me incorporé rápidamente y miré hacia mi ventana mirándola atentamente con el cuerpo tenso en forma de defensa. Me levanté de la cama poco a poco, con cuidado, como si estuviera delante de un león y no quisiera llamar su atención. Ya de pie seguí mirando la ventana preparada.

Esperé un minuto contado cuando un fuerte golpe se escuchó en la habitación, una gran brisa fresca entró a la habitación al haber sido abierta la ventana, y en menos de un segundo tenia enfrente a la pequeña hadita mirándome nerviosa

─ No te puedes ir ─ Fue lo primero que dijo.

Un sentimiento triste apareció en mi pecho. ¿De verdad estaba delante mía pidiéndome que no me fuera? ¿Cuando no habíamos hablado? ¿Cuando ni siquiera la había tratado bien?

Sempiterno || °Carlisle Cullen° Where stories live. Discover now