Sempiterno || °Carlisle Cullen°

.8.

Un mes había pasado.

Un mes en el que había pasado tan pocas cosas...pero esas pocas eran muy importantes.

La primera y más preocupante: Isabella no estaba bien, nada bien.

Apenas una semana después de la ida de los Cullen Isabella había entrado en un pozo sin fondo, uno muy profundo que no la dejaba salir de la habitación siquiera. Estuvo durante este mes entero durmiendo y quedándose a mirar por la ventana.

Pero lo peor era cuando dormía. Había empezado a tener pesadillas en las que gritaba.

Charlie angustiado me pidió que me fuera a vivir con ellos hasta que Isabella mejorase, instantáneamente acepté. Charlie estaba agotado y preocupado por su hija, y lo único que podía hacer por él era ayudarle en todo lo que pudiera, ya fuera haciendo la comida, limpiando o vigilando a Isabella.

Eso último era lo que más hacía yo, al parecer Isabella estaba muy cómoda con mi presencia. Cuando iba a su habitación me abrazaba fuertemente y no podía salir de su habitación hasta que se durmiera.

Eso me habia permitido ver todos los mensajes que le enviaba a Alice todos los días, literalmente todos. Eso me preocupó más, el que no recibiera nunca respuesta no le sentiría bien. Pero a pesar de decirle que tenía que dejar de hacerlo no me hizo caso.

Respecto a mi...

Me tomé unos días para mi misma como me dijo Billy. Nada, solo una semana hasta que Charlie me pidió ayuda. Pero esos días me fueron más que suficientes para poco a poco pasar página.

Fueron difíciles, no pude entrar a mi cuarto, incluso aún no podía hacerlo, Charlie fue quien cogió mis cosas para llevarlas a su casa. Además de que en esa semana me aislé completamente pasando los días en medio del bosque. Lloré, grité, dormí, maldecí a esa familia por completo, y le pedí a cualquier fuerza externa que dejara de pensar en Carlisle.

Funcionó, poco a poco me centré más en Charlie e Isabella que en ese rubio.

Algo bueno de esa semana...fue que por primera vez en mucho tiempo me permití ser yo misma en el bosque. Volví a cazar, a correr, a saltar, a escalar, a ser yo, a ser lo que era.

Lo que pasó...el pequeño Seth me vio hacer todo eso.

Y al contrario de lo que pensaba...Seth simplemente alzó sus manos hasta los hombros enseñándome las palmas y me miró sorprendido

"No voy a preguntar nada" fue lo que me dijo

Casi me eché a llorar delante del niño. Me esperaba gritos como hizo la amiga de mi padre en su momento, o incluso que ya no me volviera a hablar, pero Seth estuvo calmado y ha estado pegado a mi durante todo este mes.

Y cuanto me alegraba eso.

Respecto a Sam y los demás...nada, no se acercaron a mi incluso cuando iba a la reserva para encontrarme con Jacob y Seth.

Pero bueno, no podía hacer nada, simplemente me centraba en Isabella y Seth.

Mi día se basaba en cuidar de Isabella hasta que Charlie llegaba a casa, ahí entonces me permitía tener tiempo para mi yéndome con Seth a La Push para surfear o nos metíamos al bosque, como estábamos haciendo hoy.