Tres

15.4K 477 12
                                    

Algunos chicos que presenciaron la escena, me ayudaron a llevar a Liam a la enfermería. Lucía algo aturdido por el puñetazo que Zayn le había propinado. No entendía cómo estos chicos podrían ser tan agresivos y nadie decía nada. 

A pesar de que nos ayudaron, nadie dijo que sabía nada. Era como si todos estuvieran mudos, sordos y ciegos. 

 — Carly, eres mi mejor amiga y todo pero hueles como mierda —me reí de él. 

Era el único chico que se preocupaba más por cuál era mi olor corpora que por su actual situación, eso a mí no me importaba. Estaba enojada, era claro, pero mi preocupación por mi mejor amigo sobrepasaba el enojo. Por suerte, no fue nada, y la enfermera estaba más rápida que de costumbre por el olor que emanaba de mi ropa.  

Liam se acercó a mí pero ni me tocó. Gracias a Dios que el papel en su nariz no le permitía oler nada porque si no, seguro que me mandaba a freír espárragos. Le agradecía al Todopoderoso porque tenía este tipo de amistad con Liam, en la que él nunca me decía nada que me hiciera sentir mejor. Es decir, Liam era el tipo de amigo que te decía las cosas como eran, sin importar si te dolían o no. Él nunca intentaba ser alguien que no era, o fingir en todo caso, a Liam no le podías andar por las ramas, Liam era quien era sin importar. 

Caminamos uno al lado del otro, la gente evitaba mi contacto y yo trataba de no hacerles caso. Sé que el estiercol no era mi mejor aliado, en realidad, no era el mejor aliado de absolutamente nadie, pero yo no podía cambiar el hecho de que Styles había decidido arrojarme sobre él.

De un momento al otro, Liam comenzó a reírse fuertemente. 

— ¿Y a ti que bicho te picó? —le pregunté, arqueando una ceja. Liam siguió riéndose, sin yo entender porqué—. Liam, ya para, ¿el golpe te aturdió tanto?

Ahora fue mi turno de reír cuando Liam juntó sus cejas. Reprimí una carcajada cuando vi su expresión y él me dio una sonrisa.

—Diablos, estás espantando a todos. Gracias a Dios, no tengo que olerte —me dijo y yo le pegué en el hombro por segunda vez en el día—. Oye, Carly, no puedes golpear a un hombre herido —fingió dolor y yo reí.

—¡Que débil eres!

Liam y yo no vivíamos en la misma calle por lo que casi siempre tenía que caminar un tramo sola, cuando él no llevaba el auto. De todas formas, no era mucho pero siempre me gustaba contar con la compañía de mi mejor amigo. Había días en los que él me acompañaba hasta mi casa, nos íbamos riendo en todo el camino y él siempre encontraba la manera que me olvidara de mis problemas. En algunos momentos, cuando nos íbamos caminando, nos sumergíamos en conversaciones y chistes que incluso llegábamos hasta la casa de Maite que vivía a unas cuadras más lejanas sin darnos cuenta. Y luego, en frente de su casa, nos reíamos de mala manera.

— ¿Te preocupa algo? —me preguntó antes de voltear en dirección a su casa. Sé que hoy no me acompañaría porque aún estaba muy aturdido por los golpes.

—Es solo... 

Quería decirle que no era nada pero no iba a creerme, así que preferí ser sincera: —Me da miedo que lo de Harry se vuelva costumbre —Mi mejor amigo frunció los labios. Antes de que pudiera decir algo, le interrumpí—. No es como... no es como si no hubiéramos tenido problemas antes, pero ahora... No lo sé, Liam. Él parece distinto.

—¿Distinto? —preguntó confundido y moviendo la cabeza de un lado al otro.

Moví mis pies sobre la acera, como una niña pequeña que acaba de ser regañada.

No sabía cómo explicarle a Liam que la mirada que Harry me había dado era... diferente. No de una buena manera, sino como si me odiara. No es que no lo hiciera antes, nos llevábamos mal desde hace mucho tiempo, pero en los últimos meses era como si... como si en realidad me odiara.

Mi perdición | Harry Styles | COMPLETA |Where stories live. Discover now