Cinco

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La realidad es que... perdimos.

Era el primer juego de la temporada y lo habíamos perdido.

A pesar de la pérdida, la fiesta de tradición luego de un juego iba a celebrarse de todas formas. .

— Harry jugó peor que nunca —me dijo Maite mientras nos duchábamos. Me quedé en silencio y seguí enjuagándome el pelo—. ¿Qué pasó cuando te sacó del campo? —suspiré, sabiendo que no podía evadir la respuesta de esa pregunta.

— ¿Por qué quieres saber eso ahora? —Maite suspiró. Envolví una toalla alrededor de mí y caminé a los vestuarios. Luego de unos minutos, ella vino, lo que me dio para pensar una respuesta.

La realidad es que luego de que Harry me había pedido de esa manera tan primitiva, salí de nuevo al campo como si nada. No había hecho lo que Harry me había dicho y perdimos, tal como lo había anunciado.

Al chico lo amonestaron varias veces hasta que le sacaron Tarjeta Roja por golpear a un jugador del otro equipo, el número 17, lo recuerdo bien. Harry me miró una vez más antes de salir del campo con el labio escurriéndole de sangre y luego salió.

— ¡A Harry le sacaron Tarjeta Roja! ¡Eso nunca había pasado! Es decir, el chico es agresivo, incluso jugando pero nunca había llegado a esos límites... ¡Golpeó a un jugador, Carly! ¿Cómo es que dices que por qué quiero saber eso ahora? —bufé y me coloqué la ropa interior.

— Nunca te había interesado Harry o su vida. No sé qué pasa contigo ahora —le dije y ella pasó una mano por su cara. Me coloqué mis jeans y mi abrigo azul. Maite se colocó un vestido azul marino que le quedaba algo ajustado y luego me sonrió.

— Ya lo sé, pero ahora te incumbe demasiado a ti —me dijo—. Todos saben que Harry tuvo el peor juego de su vida desde que te vio y cuando salió de nuevo, jugó aún peor, así que ¿podrías decirme que está pasando?

Aunque le cambiara el tema miles de veces y no quisiera decírselo, ella no se iba a rendir, así que terminé diciéndole lo que pasó en los vestidores, lo que la dejó sorprendida totalmente, a pesar de eso ella no dijo nada. Luego de un tiempo, nos fuimos a la fiesta en el auto de Liam.

Al llegar, Liam aparcó frente a mi casa y luego salió del auto. Colocó un brazo sobre mis hombros, me dio una sonrisa y yo se la devolví. Mi mejor amigo había evitado hacer preguntas acerca de Harry y yo en los vestidores durante el medio tiempo, pero sabía que en algún momento tendría que rendirle cuentas. Por suerte, no iba a ser ahora.

— Esta fiesta no tiene sentido —murmuré al ver como todas las personas se amontonaban en la entrada de la casa de Harry, justo al lado de la mía.

No planeaba colocarme otro tipo de ropa y tampoco iba a entrar a esa casa por respeto a Harold y Anne (los padres de Harry) que no estaban ahí. Me quedé parada en el jardín delantero y Liam rodó los ojos.

— Oh, vamos, Carly —me dijo, yo me crucé de brazos—. Sabes que no me gusta estar aquí tanto como a ti pero yo no estoy haciendo ningún berrinche al respecto —Maite se nos unió luego de unos minutos.

— ¿Qué pasa? —preguntó.

— Carly no quiere entrar ahí —dije, como me estuviera refiriendo a otra persona. Pensé que Maite se reiría y me tomaría del brazo, pero en cambio su rostro se puso serio.

— Definitivamente no.

Liam miró a Maite y no dijo nada. Caminó hasta la entrada y siguió andando, ni siquiera me miró. Maite bajó su rostro y miró a todos lados menos a mi cara.

— ¿Pasa algo? —pregunté y ella no dijo nada. Me molesté y comencé mi camino hasta casa. Saludé a mamá que me preguntó por el escándalo de al lado.

Mi perdición | Harry Styles | COMPLETA |Where stories live. Discover now