Once

13.7K 451 8
                                    

Esa noche entré a mi habitación desconcertada, mi corazón latía a prisa. Harry era todo lo que debía evitar y que no quería. Era mi enemigo, el chico que me odiaba y al que yo debía odiar. No podía olvidar que era todo lo contrario a mí: el chico que se saltaba clases, iba a fiestas clandestinas, fumaba como si la vida se le fuera en ello, pero... alguna vez había sido mi mejor amigo.

Vi mi celular parpadear en la mesita de noche que estaba al lado de mi cama, no reparé en los mensajes de Whatsapp que me había escrito Maite, solo escribí de vuelta:

Yo:
Mañana iré a la escuela.

De inmediato, observé como su estado de conexión en la aplicación pasaba a conectado y mi mensaje a visto, en menos de diez segundos la pantalla de mi celular cambió a poner: 

Llamada entrante: 
Bestie♥

Deslicé mis dedos por la pantalla y me coloqué el celular en el oído. Maite no dejó que pudiera si quiera saludarla, cuando tuve que despegarme el teléfono debido a los gritos que comenzó a soltar. 

— ¡Por Jesús Santo! ¿¡Dónde mierda te has metido tú en todos estos días!? ¿¡Te das cuenta de qué me has preocupado a nivel del terror!? —hizo una pausa dramática—. ¡Pensé que te había pasado algo! ¡Soy tu mejor amiga, Carly, por lo menos pudiste decirme que te encontrabas viva o por lo menos decirle al idiota de tu hermano Louis que me dejara pasar! —dio un gran suspiro—. ¿¡Cómo diablos pudiste tener a Harry en tu casa después de lo que te hizo!? —gritó evidentemente molesta—. ¿No lo sabe, Louis? ¡Oh, pero claro que no! No hay forma en la vida en que dejara entrar a Harry a tu casa después de eso. ¿¡Me explicas cómo diablos terminaste besando a Harry?! 

Sus últimas palabras salieron atropelladas. A duras penas, logré entenderla, pero era comprensible porque Maite era mi mejor amiga y la última vez que había hablado conmigo fue cuando la llamé por teléfono al día siguiente de la fiesta. 

— Deberías calmarte —le dije suavemente. No sabía por dónde empezar y tampoco sabía si quería empezar. Ella contó hasta tres y respiró, una actitud propia de ella. 

— Estoy calmada.

Sabía que no, pero de todas formas no quería echar más leña al fuego. Me pasé la mano por el cabello enmarañado, ni siquiera me había detenido a reparar en mi aspecto, debería haber estado hecho un desastre porque a Liam le encantaba jugar con mi cabello. Cada vez que podía, lo hacía un desorden. Maite carraspeó como para indicar que todavía estaba en la linea. 

— Es solo que este fin de semana fue una locura —le dije suavemente. 

Me acerqué al espejo y vi dos oscuras bolsas rodearme los ojos, suponía que era el precio que debía pagar por no haber dormido bien durante dos días seguidos. Antes de que Maite dijera algo, hablé: 

— Fui a casa de Harry el día después de la fiesta, algunos minutos después de colgarte. La señora Anne me lo pidió, sabes que hubiera hecho lo imposible por no ir, pero no se le puede decir que no a Anne. Se comportó como siempre: un estúpido. Todo estaba sucio y no podía dejar que Anne o Harold vieran su casa en tal estado y, en parte, me compadecí de que él tuviera que hacer todo ese trabajo solo. 

Suspiré, porque definitivamente no quería recordar la mañana del sábado, aunque sabía que no podía dejarle escapar ningún detalle a mi mejor amiga. Ella sabría que decirme, aunque sea para hacerme sentir mejor.

— Comenzó a comportarse extraño...

— Extraño, ¿cómo qué? —me interrumpió.

— Extraño como... bien. Es decir, de actitudes que no son propias de él. Me trató bien —Maite suspiró del otro lado de la línea, pero no dijo nada—. Y cuando terminamos de limpiar, subió un rato a su habitación y en ese momento aproveché para irme, pero... él no me dejó ir. Supongo que el resto deberías de saberlo de la escuela. 

— No y te sorprendería saber lo que dicen en la escuela —Maite suspiró nuevamente. Me cambié el teléfono de oreja y mis labios temblaron—. ¿Dime cómo pasó todo?

— Él... me besó. 

— Eso lo sé, Clary, las fotos son concisas. Pero, ¿te dijo algo antes de besarte?

Intenté hacer memoria sobre algo que Harry haya dicho antes de besarme, cualquier cosa que considerara importante, pero él no había dicho nada, ni una sola cosa. Solo me había pedido que lo mirara.

— No, no creo —Maite resopló. 

— Cuídate de él, Clary. Harry es un estúpido.

— Era nuestro mejor amigo, Maite —dije con pesadez. 

— Tú bien lo dijiste: era. Ya Harry no es así, Clary. Jamás será el viejo Harry. 


Unos minutos después, colgué, aunque aquella frase se quedó en mi mente. 

Abrí la mesita de noche de al lado de la cama donde escondía aquella fotografía que nos habían tomado a Harry y a mí cuando éramos unos críos en nuestro primer día del jardín de niños y la observé por unos minutos. 

Ese mismo día, minutos antes de que nos tomaran la fotografía, Harry  había prometido siempre estar ahí para mí. Apreté la fotografía a mi pecho con fuerza, deseaba que Harry volviera a ser ese chico, que todo se olvidara por un segundo, pero sé que era un deseo imposible. 

En especial, porque tal y como había mencionado Maite: Harry no era el mismo chico y yo estaba casi segura que era improbable que alguna vez volviera a serlo.

Con esas inquietudes en mente, me fui a dormir.

___

ESTE CAP SE LO DEDICO A UNO DE MIS MEJORES AMIGOS QUE CUMPLE ANIOS HOY: YEUUUUUUUDII!!!!!!!!!!!!!! <333 *FIESTAS DE CINCO SEGUNDOS POR TODO EL MUNDO*

Les dejo la imagen que Clary sostuvo. 

El punto es que... Harry no va a cambiar. Pero algo lo hizo cambiar, ¿podrían dar sugerencias de qué? *ooo*:D!! 

P.D: Recuerden al número 17 que golpeó Harry.


Editado. 6 de Agosto, 2020.

Mi perdición | Harry Styles | COMPLETA |Where stories live. Discover now