Treinta y uno

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Bueno... la mayor parte del capítulo está basada en la canción Irresistible. Así que ahí se las dejo para que la escuchen mientras leen el bello capítulo (?)

. . .

No lloré, ni falté a clase.

Solo fui por un poco de agua a la enfermería y me senté adelante, en la antigua silla que era ocupada por Liam.

No lloré, ni los ojos se me aguaron como siempre ocurría conmigo. A pesar de que Harry seguía diciendo cosas que me herían constantemente, me descubrí ignorándolo y prestándole la debida atención a las clases que quedaron.

El profesor de la última hora no fue, así que aproveché el tiempo para irme al gimnasio donde probablemente estaba Maite. Ella estaba haciendo esas piruetas en el aire junto a las otras chicas y se detuvo cuando me vio. Empezaron a murmurar algunas cosas que no entendía porque lo hacían en voz muy baja.

— La próxima que vuelva a decir una palabra sobre mi amiga, que vuelva a mencionar su nombre si quiera, estará fuera de la competencia.

— No puedes hacer eso —respondió una rubia de bote con aires de superioridad.

— Pruébame —Maite estaba molesta, así que ninguna se atrevió a decir nada.

Les dijo a las chicas que se tomaran un receso por hoy y nos fuimos al fondo del gimnasio. Nos sentamos sobre las gradas, ella me miraba fijamente, como si estuviera apenada y pidiendo perdón con la mirada, pero yo no sabía por qué.

— Escuché lo que hizo Harry.

Oh, ahí estaba.

— Si, bueno, estoy bien —le di una sonrisa fingida, nostálgica y que salió más bien como una mueca que como una sonrisa.

— Oh, vamos...

Levanté mi mano, deteniéndola de que continuara.

— Estaré bien. Yo solo... ¿sabes dónde está Liam?

Maite me miró con el ceño fruncido y levantó los hombros.

— Necesito hablarle, pedirle perdón. Necesito que me escuche, no puedo permitirme perder a mi mejor amigo.

Asintió y me dio una sonrisa tranquilizadora.

— Creo que de todas formas hay muchas cosas que deben de hablarlas. Creo que está en la práctica de fútbol.

— Pero...

Ahí estaba Harry también, así que...

— Solo ve.

...

Unos diez minutos después, me encontraba cruzando el campo de fútbol para acercarme a las bancas donde estaban descansando los del equipo. Usualmente escuchaba comentarios morbosos de aquellos chicos sobre Liam y míos, pero esta vez todos estaban callados. Supongo que los rumores se corrían como pólvora, mi pequeña pelea con Liam o mis encontronazos con Harry era lo que los mantenía en silencio.

La mirada de Harry se encontró con la mía. Supongo que por la manera de mirarme, sabía a quién estaba buscando y lo que quería. Liam estaba sentado en una esquina de la banca, parecía perdido y confundido, ni siquiera me miraba. Se dedicaba a ver su botella de agua como si fuera lo más importante en el mundo. Me senté a su lado.

Lo que vi en sus ojos me dio un vuelco en el corazón: dolor, tristeza y amor. Inexplicablemente, en sus ojos seguía habiendo amor. Era como si no importase lo que yo hiciera, seguiría amándome.

— ¿Qué haces aquí? —intentó parecer duro, pero no lo logró porque su voz se agudizó un poco.

— Necesito hablar contigo.

Mi perdición | Harry Styles | COMPLETA |Where stories live. Discover now