Mi perdición | Harry Styles | COMPLETA |

Siete

Estuve todo el sábado jugando con Luke, mi hermano menor, en casa. En muchas ocasiones, Harry vino a mi mente y tuve que retener el impulso de ir a ver como estaba.

Louis, sorpresivamente, se quedó en casa haciendo la tarea. Pensé que nunca hacía eso, pero me habló sobre un trabajo final al que sinceramente no le presté ningún tipo de atención. Mis pensamientos rondaban en lo que pasó en la madrugada y a pesar de que no había dormido bien, me sentía energizada.

Mamá consideró que deberíamos salir a cenar en la noche. Papá se entusiasmó con la idea y Luke también. Ni a Louis ni a mí nos importó demasiado. Llamé a Maite para preguntarle si estaba viva y me habló sobre cómo la pasó en la fiesta a la que no fui, a pesar de que estaba al lado. También me comentó que a Harry no se le vio durante toda la noche, a pesar de que era su casa. No quise hablar sobre el tema en particular porque yo sí sabía dónde Harry había pasado la noche.

Le pregunté por Liam y me sorprendió darme cuenta de que no me había llamado, ni siquiera antes de irse o cuando llegó a casa y tampoco esta mañana. Ella me dijo que duró un rato con unos amigos y se fue con una chica. Fruncí el ceño cuando lo dijo, pero me quedé callada. Hablaría con Liam después.

Al colgar, inmediatamente el teléfono sonó.

— ¿Buenas? —pregunté.

— Carly, mi niña, te habla Anne, ¿cómo estás, cariño? —me tensé al escuchar la voz de la mamá de Harry a través del teléfono. Inmediatamente me sonrojé, al recordar lo que había pasado.

— Hola, Anne. Estoy bien, ¿y usted?

— Muy bien. ¿Has sabido algo de Harry? Es que lo llamé esta mañana y no contestó —me dijo. No podía negar que la mamá de Harry siempre se preocupaba por él, a pesar de que no compartieran tanto.

— Mhm... no —dije, siendo sincera. Lo dejé como hasta las seis de la mañana cuando la fiebre se había pasado y, a pesar de que me moría por saber cómo seguía, no fui a verlo otra vez.

— ¿Podrías pasar por casa, cariño? Sé que Harry y tú no se llevan bien, pero solo dile que tome la llamada, ¿sí? —no podía decirle que no. No a la mamá de Harry.

— Está bien, Anne.

— ¿Tu mamá se encuentra?

— Ajá —llamé a mamá y me coloqué unas sandalias para ir a la casa de Harry. Suponía que ya no estaría en la casa del árbol por lo que decidí hacer esto lo más rápido posible.

Los vasos vacíos o con líquido seguían en el suelo, algunos platos y... ¿confeti? (de verdad que no entendía para qué). Era como si hubieran celebrado una fiesta de la victoria del fin de la temporada pero solo habían celebrado... ¿una derrota? En fin, cuando iba a tocar la puerta, se abrió y Harry salió con el torso desnudo, una venda que le recogía el pelo hacia atrás y una gran bolsa de basura en su espalda... ¡Vaya! Harry siempre había sido apuesto, eso sí. Frunció el ceño al verme, me sonrojé y bajé la mirada. Ni siquiera pude mirarlo a los ojos.

— Hey, buenos días, tu mamá dice que le contestes el teléfono —Harry me pasó de largo y colocó la bolsa de basura al lado del zafacón para que el camión la recogiese cuando pasara, luego volvió a entrar a la casa y yo entré detrás de él—. ¿Me escuchaste? —le pregunté viendo como tomaba la aspiradora y limpiaba el piso. Se veía realmente... Mejor sigo—. ¿Me escuchaste? —alcé el tono de mi voz, Harry siguió ignorándome olímpicamente.

Bufé y empecé a recoger cosas del suelo para meterlas en una funda. Harry apagó la aspiradora y me miró confundido.

— ¿Qué estás haciendo? —me preguntó con el mismo tono que utilizaba cada vez que me hablaba. Era como si la noche anterior se hubiera quedado en mi mente simplemente.