Cuarenta y cinco

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Me he entretenido todo el día hablando pero mi deber es subir capítulo.

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Nuestro equipo estaba ganando un gol a uno, pero en el mismo instante, otro chico del equipo contrario metió un gol y las gradas se sumieron en silencio. Harry empezó a palmear para que el equipo levantara el ánimo. Tenía pasión por el juego, a él se le notaba cada vez que corría. Su mente estaba en el juego, sin importar lo que pasara o quienes estuvieran alrededor.

Harry tenía la pelota cuando Albert empezó a defenderse, el chico tenía una sonrisa en la cara y Harry hacía todo para evadirlo, pero Albert anticipaba sus movimientos, entonces le dijo algo a Harry que hizo que mi chico se paralizara y lo mirara horrorizado.

El entrenador gritó, pero él no parecía oír mientras Albert se reía de buena gana. Liam corrió hacia donde estaban, pero Harry le atenazó un golpe en las costillas a Albert que no dejaba de reírse. Los jugadores empezaron a amontonarse alrededor y Maite me miró horrorizada. Ambas comenzamos a correr al centro del campo y a hacernos paso entre los jugadores. Harry miraba con rabia a Albert que cuando volteó a verme, parada a su lado, se rió verdaderamente.

— ¿Qué está pasando? —Liam me miró horrorizado y luego miró a Harry que palideció—. ¿Por qué lo has golpeado? —le pregunté a Harry que me miró a los ojos.  Su boca estaba cerrada en una delgada linea.

— Oh, sí, ¿por qué no le dices, Styles? —respondió Albert y Harry se movió para golpearlo. Antes de que dijera algo, Liam me cargó por las piernas de la misma manera bestial con que lo hacía Harry y me llevó directamente a los vestidores. 

— ¡Suéltame, suéltame, suéltame! —pataleé varias veces en el aire, pero Liam no pretendía bajarme. Me dejó en el suelo, luego de cerrar los vestidores con seguro.

A él no le importaba perder el juego o que lo suspendieran del equipo por su conducta anti deportiva. 

Su pecho vibraba y supe que algo estaba muy mal por la manera tan desesperada con la que me miró. Yo conocía a Liam más que, quizás, él mismo. Y cualquier cosa que tenía en su corazón, le estaba afectando demasiado. Se sentó en un banco frente a mí y yo me callé porque no sabía si era buena idea decir algo.

Lo que se me hacía raro es que Harry no había venido a buscarme ya, a esta altura del juego. Conociendo lo celoso que era, él debería de estar aquí ya, detrás de Liam armando una escena. Pero no. ¿Será que todavía seguiría peleando con Albert?

— ¿Qué está pasando? —le pregunté a Liam que miraba al suelo, como si estuviera cansado de la vida.

Era la primera vez en más de un mes que le dirigía la palabra.

Sus ojos encontraron los míos revelando el profundo dolor en el que estaba sumido en ese instante y me pregunté qué había pasado realmente para que Liam estuviera así, ¿sería mi alejamiento de él? No, no lo creía. Era algo más. 


— ¿Hay algo que tengas que decirme? —preguntó.

Y como siempre, Liam me había leído. Sus ojos me estudiaban profundamente y me encontré a mí misma jugando con mis manos y temblando de pies a cabeza. Alejé mi mirada de la de él y empecé a caminar de un lado al otro.

No podía decirle, pero no podía mentirle.

Zayn lo sabía y yo me sentía... extraña. Como si, de repente, todos supieran mi pequeño secreto. Como si todos supieran que ayer en la noche había perdido mi virginidad. Me sonrojé fuertemente y miré a Liam.

— No hay nada que decirte —le dije, tranquilamente. Y era cierto: yo no tenía que decirle a él.

Sus ojos parecieron llenarse de dolor.

Mi perdición | Harry Styles | COMPLETA |Where stories live. Discover now