Mi perdición | Harry Styles | COMPLETA |

Cuarenta

4/5. ♥

Sorry por la tardanza, me entretuve buscando misticismos de sirenas y eso. Y también jugando Candy Crush... es que soy una adicta. 

Le dedico este capítulo a Coralik. Porque ella es linda y me mini amaneza por twitter. HAHAHAHAH. En fin, espero que lo disfrutes, linda. <3

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Los ojos de Harry pasaron por muchos sentimientos. 

Primero, sorpresa y perplejidad. 

Segundo: odio, puro y verdadero. 

Tercero, una combinación entre rabia y decepción. 

Volteó su cara y miró al techo de mi habitación e ignoró lo que le había preguntado. 

— Harry...

— No quiero hablar de eso —murmuró. Sus palabras estaban cargadas de furia por lo que supe que estaba tratando de contenerse. 

— ¿Cuál es el problema?

Harry dio un suspiro, pero se quedó callado. Yo comenzaba a perder la paciencia, sentía como las venas se me alteraban y casi como si la sangre se me calentara. 

— Te estoy hablando —le dije, molesta, sus ojos encontraron los míos. Brillaban de la pura frustración y rabia que sentía en ese instante. 

Lo conocía bien. 

Se estaba conteniendo y no sabía si eso era bueno o malo. 

Me dio una sonrisa cargada de cinismo, de medio lado. 

— Tú lo sabes más que yo —levantó los hombros y me dio otra sonrisa, pero sabía que estaba muy molesto.

— Yo no sé de que me hablas —le dije, en serio. Harry se acercó a mí y me miró a los ojos.

— Miénteme de nuevo —me retó. 

— No te estoy mintiendo, Harry —le dije conteniendo un suspiro. Sus ojos escudriñaron los míos por lo que sentí como demasiado tiempo. Luego, se separó y miró hacia arriba. 

Harry no iba a decirme, yo lo sabía. Solo que no sabía por qué. 

Y eso estaba mal porque cualquier cosa que pasó, estaba ahí, arruinando nuestra relación. En el fondo. 

Porque yo sé que cualquier cosa que haya pasado con Liam en la casa del árbol, a pesar de que hayan pasado años, no nos dejaba avanzar. Eso hacía que Liam y Harry tuvieran constantes peleas por mí, no solo por el hecho de que Liam... eh... ni siquiera me cabía en la cabeza decir que sentía algo por mí, pero Harry y Liam peleaban más por otra cosa y yo, yo necesitaba saberlo y saber si podía ayudar de alguna forma.

No quería que Harry se molestara, así que me recosté en su pecho e inmediatamente sentí como sus brazos me rodearon. El olor de la sangre invadió mis fosas nasales, pero no importaba porque estar así con Harry era más de lo que yo podía pedir. 

Yo tenía que admitir que me había acostumbrado a Harry, mucho. Dependía demasiado de Harry. Este diciembre solo nos hizo acercarnos más... ¡y pensar que hacía más de dos meses Harry y yo teníamos un constante vaivén! Y hacía poco más de cuatro que nos odiábamos. 

Casi río cuando recordé la primera vez en la que me atreví a echarle esa bebida a Harry. Yo estaba loca de la rabia. Y yo, yo lo odiaba. Sí, claro. 

Lo miré, verlo ahora tan calmado solo me hacía pensar en algo: incluso con los golpes y moretones en su cara. Incluso con ese rostro magullado y esos ojos llenos de odio hacia el mundo, Harry seguía pareciéndome el ser más hermoso que existía. Y yo solo quería resolver todo los baches de nuestra relación para que en un futuro no hubiera más problemas que eso.