Capítulo 8

5.2K 520 103
                                    

- ¿Qué es lo que quieres? -le pregunté.

-Sólo quería conocerte -respondió mi padre.

¿Conocerme? ¿Acaso estaba de broma? No pude evitar que la ira se apoderara de mi cuerpo y me levanté de la mesa.

- ¡Has tenido muchos años para conocerme! -le grité, y me di la vuelta para marcharme.

- No tuve esa oportunidad -susurró él agarrándome del brazo-. Si te sientas, prometo explicártelo todo.

Acepté a regañadientes y volví a sentarme frente a él: al fin y al cabo había recorrido un largo camino para verle, no quería que mis esfuerzos quedasen en nada.

-Dime, ¿Cuál es tu gran excusa para haber abandonado a mi madre y no haber aparecido en todos estos años? -pregunté mirándolo a los ojos.

Mi padre apartó la mirada y bajó la cabeza antes de empezar a hablar:

-Para que lo entienda, debemos remontarnos unos dieciocho años atrás: Por aquel entonces yo era el héroe nacional...

- ¿Héroe nacional? -inquirí, sin saber a qué se refería.

-Sí: hace años, el héroe que hubiera conseguido más méritos era llamado héroe nacional -explicó, y luego prosiguió con su historia-. Viajaba con mis compañeros por todo Verbindung ayudando allí donde fuese necesario, y tras varios años en busca de aventuras, un día todo empezó a ponerse mucho más serio -noté como su rostro se ensombrecía-. Varios demonios muy poderosos empezaron a arrasar con todo lo que se encontraban en busca de algo... Algo que aún a día de hoy no sabemos qué era.

-¿Y eso qué tiene que ver con que te marchases? -repliqué enfadado.

-Pues que uno de los lugares por los que pasaron fue tu pueblo -suspiró con tristeza-. Cuando me enteré de que había sido atacado me di la mayor prisa posible por llegar hasta allí, pero cuando al fin estuve en el pueblo me dijeron que tú y tu madre habíais muerto. En ese momento entré en una gran depresión y decidí que me dedicaría a mi trabajo durante el tiempo que me quedase de vida... Hasta que hace un par de semanas escuché rumores sobre un héroe de tu mismo pueblo y sentí la necesidad de saber si eras tú de verdad.

- ¿Has dicho que te dijeron que habíamos muerto? -pregunté, incrédulo-. Eso no tiene ningún tipo de sentido: ¿Por qué harían eso para después cuidarme ellos mismos?

-Eso no lo sé.

- No parece que sea verdad -dije de forma desconfiada.

-Debes creerme: si supiera que estabas vivo te habría llevado conmigo y te hubiera cuidado yo mismo.

Unos minutos de silencio siguieron a aquellas palabras de mi padre... La situación empezaba a volverse realmente incómoda, así que decidí hablar:

-Bueno, cambiemos de tema: ¿Tengo más familiares a parte de ti o estamos solos?

-Mis padres se murieron ya hace años, así que no queda nadie más. -respondió-. Bueno, quizá...

- ¿Quizá qué? -le pregunté.

Él negó con la cabeza:

-Nada, no es importante -concluyó, para luego sonreír-. Bueno, ya es hora de que me marche. Me ha gustado verte, cuando tenga tiempo te mandaré otra carta para decirte donde nos encontraremos.

-Está bien, espero que sea pronto -respondí-. Aún tienes muchas cosas que explicarme.

Entonces mi padre se levantó y se marchó. Poco después, Gun entró y se sentó a mi lado.

I'm (Not) A Hero (Pausada Hasta Nuevo Aviso) Where stories live. Discover now