Capítulo 10

5.3K 521 186
                                    

Cuando al fin regresé a casa de la amiga de Shinra, lo primero que vi fue a Arcadia sentada frente a Gun en una mesa, ambas mirándose fijamente sin decir ni una palabra.

— ¿Qué estáis haciendo? —pregunté con una mezcla de confusión y curiosidad.

— No es de tu incumbencia —respondió mi compañera de forma cortante sin siquiera mirarme.

Perfecto, por si no tenía ya suficiente, ahora incluso Gun me ocultaba cosas... cada vez me enteraba menos de lo que pasaba a mi alrededor. No obstante, eso no era lo primordial en ese momento: debíamos dedicarnos a conseguir información sobre Astaroth y los demás.

Cuando Gun y Arcadia finalizaron su extraño encuentro unos minutos después de que yo irrumpiera, mi compañera y yo decidimos salir a la calle en busca de información útil.

—Será mejor que nos separemos —dijo Gun una vez llegamos al centro de la ciudad.

—Sí, eso será lo mejor —accedí—. Así podremos encontrar más fácilmente a nuestros objetivos.

Ella no dijo nada más y se alejó a paso rápido, perdiéndose entre la multidud. Yo fui hacia el lado contrario que había tomado Gun y me puse a recorrer la ciudad durante varias horas sin obtener ningún progreso... Hasta que choqué con alguien y los dos caímos al suelo.

No fue hasta que me levanté cuando reconocí de quién se trataba: era Frea, una de las integrantes del grupo de Astaroth. Se quedó mirándome durante un rato en el que me sentí bastante incómodo, hasta que de la nada se abalanzó sobre mí.

En cuestión de segundos ya tenía su lengua en mi boca.

No tardé en apartarme, completamente descolocado por lo que acababa de suceder. En cuanto la miré vi una enorme sonrisa en su cara, cosa que me resultó muy extraña debido a que siempre la había visto completamente seria.

— ¡Estoy muy contenta de haberte encontrado! Hacía mucho tiempo que quería hacer esto y ahora por fin podremos estar juntos para siempre... —suspiró ensanchando su sonrisa.

Yo me aparté un poco hacia atrás por instinto.

— ...Viajaremos por el mundo durante años los dos solos hasta el día en el que decidamos que ya es hora de sentar la cabeza. Entonces nos mudaremos a un pequeño pueblo cerca de la costa, dónde nos compraremos una pequeña casa —continuó—. Yo buscaré trabajo como profesora mientras tú realizas trabajos más pesados y cuidas la casa: sólo tendremos el dinero suficiente para vivir humildemente, pero seremos felices ya que estaremos juntos y eso es lo único importante.

Intenté darme la vuelta y escapar al ver que Frea se había detenido: a la mierda con el orgullo y el honor, ese monólogo me estaba provocando escalofríos... Pero al parecer no había terminado, porque ni siquiera había girado la cabeza cuando se puso a hablar de nuevo:

—Poco a poco ahorraremos dinero... Quizás podríamos comprar una casa más grande y entonces tener nuestro primer hijo. Viviremos tranquilos sin tener que preocuparnos de absolutamente nada hasta nuestra vejez: entonces nuestros ocho hijos y catorce nietos nos cuidarán hasta el final de nuestros días. Y cuando llegue el final, nos iremos los dos juntos para que ninguno deba sentir el dolor de ver al otro morir. —dicho eso, se abalanzó de nuevo sobre mí y me abrazó—. Será una vida dura, pero seremos felices...

De nuevo, volví a apartarla con cuidado. Debía escapar de allí lo antes posible antes de que me violase en plena calle.

— Bien... Me alegro de verte... Pero me tengo que marchar ya...—me excusé apresuradamente mientras caminaba hacia atrás.

I'm (Not) A Hero (Pausada Hasta Nuevo Aviso) Where stories live. Discover now