Capítulo 33

2.7K 299 26
                                    

[Gun's POV]

[La noche anterior]

- Gun, por favor, dime qué es lo que pasa -me pidió Aiden fijando sus ojos en los míos.

- No puedo -le respondí separando la mirada.

- ¿Por qué no? No veo ninguna razón para que no pueda saberlo -dijo con un tono de indignación.

Esa era una buena pregunta. ¿Por qué no podía contarle lo que sucedía...? En ese mismo momento, aparecieron en mi mente todos aquellos recuerdos que tanto había intentado olvidar.

Si fuera a contarle toda la historia a alguien, debería comenzar desde que tenía cuatro años:

En esa época yo vivía con mi madre y con mi hermano mayor en un pequeño pueblo de un país vecino. Según me había contado mi madre, mi padre estaba trabajando en un país muy lejano y por eso nunca podía venir a casa, por lo cual mi hermano y yo nunca llegamos a conocer a nuestro padre.

A pesar de nunca llegar a verlo sí que conocimos a una gran parte de su familia, ya que cada cierto tiempo alguno de nuestros tíos venía a casa y pasaba alguna noche con nosotros. Siempre que pasaba eso, se quedaban con mamá en su habitación para molestar lo menos posible.

Al día siguiente, antes de marcharse, nos daban el dinero que había mandado nuestro padre para nosotros, y gracias a eso podíamos sobrevivir durante algo más de tiempo.

Me encantaba conocer a nuestros tíos, había cientos y cada uno era diferente: los había rubios, pelirrojos, con el pelo negro, blanco; con los ojos azules o castaños.

"Es que vuestro padre tiene muchos hermanos" -nos decía siempre nuestra madre cuando uno de nuestros tíos se marchaba para no volver.

Cuando tenía diez años, mi hermano comenzó a trabajar junto al médico local y en muy poco tiempo aprendió a preparar medicinas y elixires. Gracias a eso, en casa comenzamos a tener más dinero y pudimos costearnos más variedad de alimentos.

Aunque mi hermano tenía sólo cuatro años más que yo, siempre se comportó como un adulto y me protegió de todo lo que pudiera hacerme daño... Y eso me lo demostró el día que marcó mi infancia.

Durante el verano de mis doce años, nuestro padre no nos envió nada de dinero, pero gracias a que mi madre había ahorrado un poco y a que mi hermano aportaba todo lo que ganaba trabajando pudimos subsistir.

Pero al fin un día sucedió lo que estábamos esperando: cuando llegué del colegio me encontré a mi madre hablando en el salón de nuestra casa con un hombre. Éste era rubio y tenía los ojos azules, por lo que tenía cierto parecido con mi hermano. Además, iba vestido con ropa que parecía muy cara y llevaba un montón de joyas.

- Hola, Gun -dijo mi madre cuando me vio.

- Buenos días -respondí-. ¿Aún no ha llegado William de trabajar?

- No, aún no. Gun, quiero presentarte a alguien... -balbuceó-. Este hombre es... es...

Parecía que a mi madre costaba decir quién era aquel hombre, como si le doliera que yo lo supiese.

- Soy tu padre -dijo aquel hombre con una amplia sonrisa.

En ese instante sentí una felicidad que nunca antes había sentido: Sin pensármelo dos veces, salí corriendo a los brazos de mi padre y lo abracé con todas mis fuerzas.

No pude evitar llorar de alegría en ese momento, y al mirar a mi madre me encontré con que ella también estaba llorando, pero como se estaba tapando la cara no pude ver su expresión de felicidad.

I'm (Not) A Hero (Pausada Hasta Nuevo Aviso) Where stories live. Discover now