Capítulo 56

1K 133 4
                                    

Al ver a mi objetivo en la distancia decidí meterme en un callejón que tenía al lado para esconderme y pensar en cómo debería proceder a atacarle.
Una vez en el callejón comencé a fijarme en los edificios que había en aquella ciudad: no eran demasiado altos, la gran mayoría tenían sólo un piso a parte de la planta baja, y estaban hechos de piedra, por lo que había salientes en los muros que podían ser utilizados para escalar. Parecía que podría resultar bastante sencillo subir al tejado de los edificios, por lo que decidí tenerlo en cuenta por si lo necesitaba más adelante.

Luego comencé a pensar en todo lo que podía recordar sobre Liril partiendo de nuestra época en la academia de [Héroes].
Liril utilizaba un arco como arma, siendo tan precisa al disparar que podría contar con los dedos de las manos las veces que falló durante los años que pasamos entrenando. Además de eso, poseía una agilidad muy elevada que le permitía mantener las distancias entre ella y su rival, haciendo que los combates que libraba se convirtieran en una paliza unilateral: no dejaba que su rival realizase ni un solo ataque, perdiendo pocas veces al pelear contra otros [Héroes] centrados en defensa que bloqueaban sus ataques hasta que ella se quedara sin más flechas que poder dispararles.

Lógicamente no veía viable tratar de dejar sin munición a Liril para ganarle… No sólo lo veía como un acto suicida, ya que dudaba que fuera capaz de aguantar tanto tiempo esquivando flechas, si no que estaba seguro de que después de tanto tiempo ella ya habría encontrado algún tipo de solución para este problema y que ya no tendría que preocuparse por la cantidad de flechas que disparaba con su arco.
Por lo tanto, como no confiaba demasiado en mis capacidades para pelear contra ella en una batalla de larga duración, decidí que la mejor opción era utilizar el sigilo y tratar de acabar con ella de un solo golpe.

Para esto escalé en unos pocos segundos una de las paredes del callejón y comencé a avanzar por las azoteas de los edificios, de tal forma que en pocos segundos podría llegar a donde se encontraba Liril. Gracias a mi habilidad de [Sigilo] pude avanzar sin hacer ningún ruido, por lo que mientras caminaba por las azoteas comencé a preparar mi arma: poco a poco comencé a envolver mi brazo izquierdo con oscuridad utilizando [Magia de las Sombras] hasta formar una especie de armadura oscura que me recubría todo el brazo.
Gracias a todo el entrenamiento que había realizado había mejorado mucho en cuestión del tiempo que me hacía falta para realizar aquella técnica, y no sólo eso, si no que también había aprendido a hacer un par de trucos con ella.

Cuando alcancé la altura a la que se encontraba Liril, la cual iba avanzando lentamente por las calles de aquella solitaria ciudad, utilicé [Magia de Metamorfosis] para mejorar mi velocidad y la robustez de mis piernas, de tal forma que pude saltar desde la azotea sin ningún problema para abalanzarme sobre mi objetivo con gran velocidad.
Pero sorprendentemente, justo cuando estaba apunto de alcanzarla, logró percatarse de mi presencia y con ello realizar un movimiento rápido hacia atrás, con lo que evitó mi golpe inicial.

Al ver que había fallado decidí utilizar uno de los trucos que había aprendido. En poco más de más que unas décimas de segundo, hice que el guantelete que recubría mi brazo se fragmentase en docenas de trozos que salieron expulsados en todas las direcciones —a excepción de la mía—, por lo que algunos lograron alcanzar a mi objetivo. Y aún que no parecía que hubieran causado mucho más que un par de heridas superficiales en la zona superior de su cuerpo, eso era mejor que nada.

— A…Aiden… —dijo Liril con una mezcla entre miedo y tristeza al comprobar que había sido yo quien le había atacado.

— Prepárate, no pienso ponértelo fácil —le dije mientras desenvainaba mi cuchillo base y trataba de abalanzarme sobre ella.

Antes de que mi cuchillo llegará a rozarle, ella realizó un gran salto hacía atrás que alcanzó una distancia increíble, llegando al punto en el que logró separarse de mí al menos quince metros. Pero lo que más me sorprendió fue la cantidad de viento que provocó al saltar, lo que me hizo sospechar que había utilizado algún tipo de magia para lograr alcanzar esa altura, probablemente algo parecido a magia de viento o magia de aire.

I'm (Not) A Hero (Pausada Hasta Nuevo Aviso) Where stories live. Discover now