Capítulo 62

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Sin perder demasiado tiempo abrí la puerta que tenía frente a mí y entré. Como las últimas veces que había estado en aquel lugar, me encontré con Belfegor tumbado cómodamente en un sofá mientras comía distintos alimentos que había sobre una mesa.

— Buenos días, ¿qué te trae hoy por aquí? —me preguntó nada más verme.

— Al parecer me han tendido una emboscada… —le respondí—. No sólo me superan en número en gran medida sino que además quien parece dirigirlos es uno de los [Héroes] más fuertes de Irathel. Hace tiempo que no le hecho un vistazo al registro de [Héroes], pero la última vez que lo miré era el primero en la lista.

— Vaya, eso puede ser un problema —dijo él, sin que pareciera importarle demasiado, mientras mordisqueaba una galleta

— La verdad es que no sé muy bien cómo voy a salir de esta…—comenté preocupado, rascándome la nuca.

— Pues como siempre: ¡Luchando!

Tras eso, chasqueó sus dedos para que momentos después mi cuerpo comenzase a deshacerse de la misma forma de siempre y así volviese al mundo real.

Nada más recuperar la consciencia me encontré en medio del aire, siendo lanzado contra unos árboles cercanos, de tal forma que recibí un golpe bastante contundente sin poder hacer nada para evitarlo. Me levanté lo antes posible para poder evitar más eficazmente cualquier ataque que fuera a recibir.

— Parece que has vuelto en ti mismo, me preguntaba cuánto tiempo podrías aguantar en ese estado de berserker —dijo Grimbur al ver que me levantaba—. No me esperaba que fueras capaz de hacer algo como eso… Al fin y al cabo, en la academia habías tratado de especializarte en las artes del sigilo y aún así no llegaste demasiado lejos, nunca me esperaría que hubieras logrado desarrollar una técnica como esa.

— Soy toda una caja de sorpresas —respondí forzando una sonrisa mientras aguantaba el dolor que recorría todo mi cuerpo

Sin perder demasiado tiempo, observé mis alrededores buscando una posible ruta de retirada: no era tan estúpido como para pensar que me podía enfrentar a todas aquellas personas yo solo. Incluso contando con el parásito, tendría que morir una gran cantidad de veces antes de lograr vencer, y esa no era una idea que me atrajese demasiado.
Con una visual rápida al grupo de Grimbur pude observar que había 6 personas con armadura pesada y un gran escudo de torre en el frente. Tras ellos se encontraba Grimbur con su hacha apoyada sobre un hombro, y a sus dos lados se encontraban 6 personas con armaduras de cuero, divididas en dos grupos de tres personas armadas con espadas y tres personas armadas con lanzas. Detrás de Grimbur había dos grupos distintos formados por cuatro personas con armaduras de cuero armadas con arcos y cinco personas en túnica que parecían ser magos.

Al parecer habían formado un pequeño ejército para venir a por mí, lo cual me preocupaba bastante… Pero como ya se estaba haciendo de noche y la luz del sol comenzaba a escasear, decidí aprovechar eso en mi ventaja.
Sin perder demasiado el tiempo creé una bola de luz utilizando [Magia de Sagrada], la cual les lancé en cuestión de pocos segundos e hice explotar entre ellos y yo para tratar de cegarlos. Aprovechando la pequeña oportunidad que había creado, comencé a correr con todas mis fuerzas mientras utilizaba [Magia de Metamorfosis] para aumentar mi agilidad y así crear espacio entre mis enemigos y yo más rápido.
Avancé entre los árboles lo más rápido que pude tratando de huir de mis rivales, pero justo cuando creía que lo había logrado, un gran muro de tierra se levantó justo enfrente a mí, cortándome el paso.

— No creerías que sería tan fácil, ¿verdad? —dijo Grimbur desde unos metros detrás de mí—. He reunido este equipo especialmente para cazarte; tengo conmigo a magos expertos en restringir el movimiento y dificultar la huida; expertos rastreadores que podrían encontrarte aún que te escondieras en el mismísimo infierno; luchadores tan ágiles que pueden igualar a los mejores asesinos de este país; y guerreros tan robustos como una montaña. Somos el equipo perfecto, lo mejor de lo mejor entre los [Héroes] de Irathel, y tú tan sólo eres un pequeño ladronzuelo que nunca ha logrado destacar en nada. Nunca lo dije durante nuestra estancia en la academia, pero siempre he creído que es un error que seas un [Héroe], que serías más feliz siendo un don nadie… Desgraciadamente, fuiste elegido como [Héroe] y para tu mala suerte elegiste acabar con la persona más importante de mi vida, por lo que hoy vas a pagar por ello.

I'm (Not) A Hero (Pausada Hasta Nuevo Aviso) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora