Capítulo 67

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Tras aquello, pasaron varias semanas sin que ocurriera realmente nada. Lo único medianamente destacable fue la noticia de que hallaron los cuerpos sin vida de Grimbur y su grupo, pero gracias a dios no lograron conectar sus muertes conmigo, ya que al parecer el lugar había sido contaminado con maná corrupto de un demonio muy poderoso, por lo que no investigaron demasiado el caso: simplemente supusieron que habían luchado contra un demonio extremadamente poderoso y que al final los dos bandos acabaron pereciendo por las heridas que habían recibido. Al menos eso era lo que decían las noticias.

Durante el día lo único que hacía era descansar y una vez al día meditar. Según Chain, la meditación era mucho más eficiente si dejaba un espacio tiempo entre cada sesión porque si no dejaba descansar a mi cuerpo, ésta perdería efecto. Por este motivo, todos los días después del mediodía empleaba aproximadamente una hora de mi tiempo en meditar.

Apenas podía moverme, por lo que me pasé semanas encerrado en mi cuarto simplemente descansando, intentando que mi cuerpo se recuperase lo suficiente como para ser capaz de moverme sin ayuda. Durante todo este tiempo, Gun vino cada día a hacerme compañía: cuando terminaba con sus encargos, entraba en mi habitación y se tumbaba a mi lado en la cama para hablarme de su día o de alguna cosa interesante que hubiera pasado en la ciudad. No obstante, no me dejaba hablar mucho porque decía que interrumpía mi descanso y se iba tan pronto empezaba a meditar porque no quería romper mi concentración. Lo cierto es que me hubiera encantado hablar con ella, pero tenía razón: los primeros días, hasta reírme de sus anécdotas suponía demasiado esfuerzo para mi cuerpo.
No obstante, agradecía su compañía, aunque muchas veces fuera silenciosa, más de lo que podría llegar a esperar: solo el tenerla a mi lado durante un par o tres horas al día me daba una paz y tranquilidad que no tenía ninguna explicación razonable. Nadie nunca había cuidado tanto de mí, nadie nunca se había preocupado tanto por mí… pero allí estaba Gun, cada día sin falta, mostrándome que quería estar a mi lado y trayéndome las infusiones que necesitaba para recuperarme.

Tras estas semanas de descanso, pude observar cómo poco a poco mi cuerpo recuperaba parte de su fuerza, lo que me animaba a continuar con los ejercicios que estaba realizando. Pero tras esas semanas de práctica, de repente ocurrió algo que no me esperaba…

                   《Habilidad [Meditación] sube a lvl 10》
       《Habilidad [Meditación] se ha convertido en [Meditación Profunda]》

Sorprendido por la notificación del sistema que acababa de recibir, no dudé demasiado en utilizar [Conocimiento] para ver la información sobre aquella nueva habilidad:

《Meditación Profunda: Versión mejorada de la habilidad [Meditación]. Esta nueva habilidad facilita el entrar en estado de meditación y potencia los efectos beneficiosos de esta.》

Al parecer, esta nueva habilidad era prácticamente lo mismo que [Meditación], solo que ligeramente mejor. Al encontrarme con esto me alegré, ya que esta nueva habilidad aceleraría aún que tan solo fuese un poco mi velocidad de recuperación. Además, era la primera habilidad que lograba mejorar, lo cual me animó un poco.
Al terminar con mis ejercicios de meditación, me levanté de la cama -ya que tras casi un mes podía moverme sin tantas dificultades- y fui a informar a Gun y a Chain de mis avances, y la respuesta por parte de los dos fue de felicitaciones y alegría por mi paulatina recuperación… Pero Chain no tardó ni dos segundos en recordarme la realidad: por mucho que pareciese que me estaba recuperando, realmente apenas estaba solucionando nada, ya que aunque recuperase la mayoría de mi fuerza mi alma seguiría dañada, por lo que no recuperaría la mayoría de mi esperanza de vida y, si en algún momento me volvía a morir, acabaría peor que al principio.

Tras dejarme eso en claro, me dijo que podríamos ir a cenar todos juntos a algún lugar por la ciudad, a lo que yo respondí con un claro sí. Un par de horas después, y tras hablar con Regin y Glint para que vinieran con nosotros, los cinco fuimos a cenar al restaurante que descubrí la última vez que salí a entrenar por la ciudad. Gracias a que me había recuperado ligeramente ya no me costaba demasiado esfuerzo caminar con normalidad, por lo que no tardamos demasiado en llegar al local en cuestión.

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