Capítulo 64

937 104 8
                                    

Me desperté de repente entre terribles dolores que me recorrían por todo el cuerpo.
Tardé varios segundos en darme de cuenta de que estaba en medio del bosque y en recordar todo lo que había pasado anteriormente: Lograr vencer al grupo de [Héroes] que había reunido Grimbur había sido difícil, demasiado difícil… Si no fuera por el trato que había hecho con Belfegor no habría conseguido matar ni a uno de sus aliados.

Desde luego, esa pelea me había traído grandes problemas. No sólo había muerto un número incontable de veces, si no que además había tenido que firmar aquel contrato con Belfegor, por lo que en cualquier momento podría hacer lo que quisiera conmigo. El simple hecho de pensar en ello hacía que se me pusiesen los pelos de punta.

Reuniendo todas mis fuerzas, me levanté poco a poco del suelo y comencé a caminar hacia mi casa. No sabía cuánto tiempo había pasado, pero estaba seguro de que cuando alguien encontrase los restos de la batalla que había tenido con Grimbur y su grupo comenzarían a investigar qué había pasado allí, por lo que necesitaba alejarme lo máximo posible de aquel lugar para que no descubriesen que había sido yo.

Avance poco a poco hacia la ciudad apoyándome en los árboles que tenía a mi alrededor para evitar caerme. Era evidente que después de haber muerto tantas veces, el parásito había dañado en gran medida mi cuerpo, ya que cualquier movimiento que realizaba iba seguido de un increíble dolor.

Cuando iba más o menos por la mitad del camino comencé a toser repetidamente y me comenzó a costar bastante respirar; y cuando me quedaba menos de un cuarto de trayecto comencé a expulsar sangre por la boca cada vez que tosía.

Después de recorrer durante aproximadamente una hora un trayecto que por lo general me llevaba unos diez minutos, por fin llegué a casa.
Abrí la puerta con cuidado y comencé a subir las escaleras apoyándome contra la pared. Escalón tras escalón, avancé utilizando la fuerza que me quedaba con el único pensamiento de que por fin podría descansar una vez llegase a mi cuarto.

Justo al final de las escaleras, me tropecé con el último escalón de tal forma que no pude evitar caer, provocando un ruido bastante fuerte cuando mi cuerpo chocó contra el suelo. Tras aquel suceso lo único que pude agradecer fue que me caí hacia delante, por lo que no tendría que volver a subir las escaleras.

Sin levantarme del todo, me arrastré poco a poco en dirección a mi cuarto y nada más entrar comencé a buscar las extrañas píldoras que me había dado Ed para lidiar con el dolor que me causaba el parásito. Al encontrarlas saqué una y me la tragué sin pensar demasiado, pero tras unos segundos decidí sacar un buen puñado de píldoras de la caja y tragármelas todas de golpe, ya que estaba seguro de que una sola no sería suficiente para acabar con el dolor que recorría todo mi cuerpo.
Justo después de haberme metido las píldoras en la boca comencé a toser de nuevo, lo que provocó que expulsara algunas de las medicinas de mí boca.

Casi en el mismo momento en el que estaba tosiendo, pude oír como alguien comenzaba a caminar en una de las habitaciones de al lado, para acto seguido salir al pasillo.
Asustado de que alguien me viese en esa situación, traté de recomponerme, pero me encontré con que era incapaz de levantarme.

Pocos segundos después escuché como alguien llamaba a mi puerta.

— ¿Por qué demonios haces tanto ruido? ¿Es que no sabes qué horas son? —dijo la voz de Gun con tono de enfadada.

Sin saber que hacer, me quedé completamente inmóvil y en silencio, confiando en que se marchase de nuevo a su habitación, pero Gun continuó hablándome a través de la puerta.

— ¿Qué pasa? ¿No piensas responderme? Sé que estás despierto, te he oído subir por las escaleras.

Tras eso hubo un silencio de varios segundos.

I'm (Not) A Hero (Pausada Hasta Nuevo Aviso) Where stories live. Discover now