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CAMILA
~No Lauren, lo que fué realmente difícil fue no verte por tantos días~ Me dije en la mente, era difícil tener al chico que te decepcionó tan cerca y más pidiendo una oportunidad, pero a la vez estar convencida que solo lo hacía por Kilian, por que conociera a su padre, tenía ese derecho.

-Si, algo aunque solo trato de que conviva con Kilian, aun temo que lo decepcione a el también. Aseguré.

-Yo espero que no. Dijo Lauren en un tono duro, sus brazos abrazaron más a Kilian asegurándolo.
Por un momento Lauren parecía estar mucho más feliz pero hablar de temas que le incomodaban o enfadaban la ponían de un humor terrible. Pasé los siguientes minutos tratando de remediarlo.

-¿Asi que Lolo? Preguntó algo recuperada.

-Si. Sonrió como nunca y su sonrisa era lo más lindo que había visto en días, verla a ella traía quizas la misma tranquilidad que le daba a Ki.
La imagen de Judith con una sonrisa de lado a lado y algo pícara recargada en la puerta me sacó de mi observación.

-¿Asi que esta es Lauren de buen humor? Preguntó y de inmediato la sonrisa de Lauren se borró.
Judith se sorprendió de su reacción y soltó una carcajada.
Lauren comenzó a retirar los brazos de Ki de su cuello y yo la detuve.

-¿Ya te vas?

-Si....creo que mamá no tarda.

-Hey tranquila, yo me encargo de verificar eso.
Dijo Judith como disculpándose conmigo por provocar esa reacción en Lauren. La miré de nuevo y era un robo de mi atención, su rostro parecía ser perfecto y sus ojos parpadeando casi eran normales. Quería que me miraran fijo pero no era posible. ~Pero que tonterías piensas~.
Judith nos distrajo con otra conversación por un buen rato, yo retiré a mi pequeño de Lauren para recostarlo en la habitación de invitados de Judith. Mientras tanto ambas se quedaban solas platicando acerca de libros e historias.

LAUREN
Camila alejó a Kilian de mis brazos y de inmediato lo extrañé, para relajarme comencé a buscar mi bastón que había aventado hace un rato.

-Aquí. Me lo entregó Judith en las manos.
Comencé a moverlo como siempre lo hacía.

-¿Asi que Camila? Preguntó ella.

-¿Qué con ella? Le dije. Su preguntas desde hace un rato me molestaban.

-Jamás te había visto ser tan amable con alguien.
Mi nerviosismo después de esa declaración debio ser obvio.

-Me cae bien.

-¿Solo eso? Preguntó la voz de Camila en alguna parte, tragué con dificultad y no supe que responder.
Luego una carcajada de ambas me hicieron sentirme más incomoda.
El sonido de un auto sobre la calle me alarmó y escuche los pasos de Judith caminando hacia la ventana para ver de nuevo.

-Tu mamá.
Me puse de pie y la mano de Camila envolvió la mía.

-Yo te llevo.
Después de un abrazo rápido con Judith salimos ambas de forma apresurada para alcanzar a entrar al patio de mi casa. Cuando supuse que estabamos frente a la cerca con la salida secreta, Camila me detuvo y segundos después sentí un abrazo, un tibio beso fue colocado en mi mejilla, en ese momento no se que me paso pero un impulso me invadio, tomé como pude las mejillas de Camila y traté de colocar un beso en su mejilla pero me sorprendí cuando en vez de sentir su piel suave, sentí la piel húmeda de su labios, sus manos tomaron las mías que se encontraban en su rostro y yo por instinto cerré mis ojos, permanecimos un rato así, sin movernos solo nuestros labios únidos. Era como sentir el cielo, su respiración semejaba la mía y sus manos acariciaban las mías, sus labios eran tan suaves que alejarme no era una opción. Ella por fin hizo un movimiento apretando sus labios más contra los míos y se separó rozando mi nariz con la suya.

-Entra Lau, tu mamá ya debió hacerlo.
Su tacto dejo el mío y me guió hacia la entrada, sostuvo por un rato la madera y yo entre sin dificultad, abrí mi bastón y caminé cuidadosa a la puerta trasera de la casa. Cuando subí el ultimo escalón y trate de sujetar la perilla de la puerta una mano tomó mi brazo.

-¿Pero que haces afuera Lauren? Preguntó mamá enfadada, me tomó más fuerte y me hizo entrar a la casa.

-Yo solo salí para tomar aire.

Lo que no se ve Donde viven las historias. Descúbrelo ahora