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LAUREN
Desperté sintiendo como alguien tocaba los dedos de mi mano derecha y apretaba mi mejilla.
Recordé quienes habían dormido al lado mío de inmediato y deje de moverme.
-Kilian. Lo llamé y segundos despues oí su risita, eso me hizo sonreír a mi.

-Lolo. Soltó con dificultad y apretó su mano en mi mejilla una sonrisa involuntaria se me escapó.
Una puerta fue abierta.

-Ya estas despierta. Afirmó la voz de Camila cerca. -Hola bebé. Dijo antes de escuchar un beso sonoro quizas en la mejilla de Ki.

-Hola Lauren. Dijo y beso mi mejilla.
-¿Como te sientes?

-Algo más descansada pero me duele la cabeza.

-Judith prepara el desayuno quizas eso te ayude.
Vino todo de golpe y mi sangre viajo a mis pies, mamá debio buscarme en mi habitación como cada mañana al no encontrarme todo seria peor. Me incorpore rápido.
-Hey espera.

-Camila mi madre debe odiarme ahora, necesito regresar.

-Oye esta bien tranquila...tu mamá ya vino a buscarte y bueno Judith se puso a round con ella, Judith la hizo entrar en razón y bueno te dio permiso de permanecer aquí todo el día mientrás ella arregla algo sobre...y bueno traer a tu papá a casa.

-Lo entiendo.

-Debes estar tranquila cariño...hoy es mi día libre y estaré contigo.
Me informó, solo asentí y Ki se paró tras de mi espalda.
-Ki parece encantado contigo. Dijo Camila, sus manos tocaron mis rodillas y coloco un beso en mi mejilla.

-¿Y si quiero besarte? Le pregunté mientras trataba de tomar sus manos y se reía.

-¿Aún insistes? Dijo cuando se acerco a mi, lo supe al sentir su respiración en mi mejilla. Se acercó a mi boca y rozo sus labios con los mios.
Asentí con la cabeza y trate de alcanzar sus labios una vez más pero no lo permitio.
-Venga vamos a comer algo.
Yo de verdad quería besarla, después de hacerlo en la noche y la mayoría de la mañana solo necesitaba eso, contacto, tocar su mejilla y besarla.
No pensaba alejarme de ella la mayor parte del día, lo necesitaba, necesitaba distraer mi mente de lo que se me venía encima, aunque me parecía extraño que mamá haya decidido salir de casa, su actitud el día anterior semejaba el inicio de una depresión, ya le había pasado antes pero quiza en esta ocasión trataba de evitarlo, dejarse caer, papá por otro lado era seguro que iba a tomar alcohol por un largo tiempo y encerrarse en su trabajo.

-Lau. Me dijo por que me quede perdida en mis pensamientos por un buen rato. -¿Cómo te sientes?
Levanté mis hombros recordandolo todo e incliné mi cabeza hacia abajo, ahora Camila había retirado a Ki de mi espalda pues había dejado de sentir sus manitas tratando de hacerme cosquillas.
-Ki ve a buscar a Judith ahorita vamos.
Los pasos del niño en la habitación pude escucharlos hasta que terminaron en el pasillo.
-¿Dime que pasa por tu cabeza Lauren? Me dijo al instante en que su mano acaricio mi cara, su dulce voz me tranquilizó un poco.
Di un largo suspiro y sentí como mis ojos comenzaban a acumular lagrimas.

-Me siento extraña...es que...simplemente no se como vaya a estar todo en casa.
Su mano ahora paso a mi espalda extendiendo un masaje.

-Di todo Lauren debes dejar salir todo lo que sientes, por favor, yo solo quiero ayudarte y estar contigo.
Asentí al buscar el contacto de Camila en mis manos, segundos después ella unió su otra mano con la mía.

-Mi hermano era lo único que les importaba, su centro de atención, su orgullo y su esperanza, ellos le daban todo y ahora no se como pueden salir de esto, es como si arrancaran la pieza más importante del rompecabezas en casa.
Mis lagrimas comenzaron a rodar por mis mejillas y varios sollozos fueron inevitables.
-Es que dudo que quieran estar conmigo, ayer parecía que perdieron a su único hijo, mamá actúa como si fuera solo un encargo, la agobio todo el tiempo y siento que será peor ahora, para papá solo soy nadie...tengo miedo de regresar...dios mi hermano también era alguien para mi y ellos no lo entienden, aunque era molesto conmigo a veces era una buena fuente de charla casual y bromas constantes, me molestaba y de vez en cuando me ayudaba a hacer mi vida más fácil, yo lo quiero, es mi hermano.

Lo que no se ve Donde viven las historias. Descúbrelo ahora