77

8.8K 515 12
                                    

LAUREN
Había pasado una mañana bastante pensativa, jamás podría superar como la voz preocupada de papá me preguntaba el lugar real de mi ubicación y además saber que mi madre estaba decidida a olvidarse de mi, se había sentido muy ofendida por el discurso sobre mi hermano.
Suspiré casada de ver el techo acostada sobre el sofá, asi que caminé decidida para ver a Camila y Kilian.
Al principio noté como estaba enfadada conmigo por no visitarla como acordamos por la noche, sonreí después de recordar su actitud juguetona. Había decidido no regresar a casa sin antes besarla, era mi objetivo del día. Hablamos por unos minutos sobre el asunto de mis padres y sin querer pensar más en ello, le propusé mirar la televisión. Kilian hacía su tarea enfadado sobre la mesa, no soportaba que solo su mamá y yo mirabamos algo divertido.
Miré de reojo como Camila tomaba un posición más comoda en el sofá, quitó sus zapatos y no dudo en subirlos para acomodarse mejor. Llevaba el cabello agarrado y una escena en la pelicula la hizo sonreir. Estaba casi a un metro de distancia de ella, quería acortar esa distancia y besar su mejilla.
Miré a Ki una vez más para asegurarme de que no estaría espiandonos y me acerqué poco a poco al lado de Camila.
Ella no parecía darse cuenta así que comencé a pasar mi brazo por el respaldo del sofá. De pronto me asustó su voz.

-Se lo que tratas de hacer Lauren.
Bufé enfadada y me crucé de brazos, estaba a corta distancia de ella pero igual desde ahí no podía hacer lo que deseaba. Camila sonrió satisfecha y negó divertida. Aún seguía con su juego tonto, necesitaba hacerlo y ya estaba cansada de esperar ¿A qué?

-Quiero besarte. Le dije casi en susurró. Ella dejo de reír y se pusó nerviosa, aunque trataba de ocultarlo se notaba.

-Pues no sucedera. Dijo también en tono bajo.

-Venga, si es por Ki no lo impedirá el esta ocupado ahora.
Dije acercandome a su costado esperando a que ella tomara confianza. Ella desvió la mirada a donde Ki y volvió a la televisión.

-Sigo sin quererlo.

-Estas mintiendo. Dije y tomé con mi mano su barbilla, necesitaba que me mirara.
-Mirame, Camila. Sin dudar nuestros ojos se miraron fijamente. -¿De verdad no quieres?
Ella negó rápido y trato de quitar mis manos de su rostro.

-Cam...

-Basta Lauren, no aquí ni así.
Se pusó de pie tan rápido y se fue enfadada a la cocina. Suspiré también enfadada. Era mejor que me fuera, estaba confundida yo tenía la idea de que yo le gustaba lo suficiente pero al parecer no era así.
Salí sin despedirme de ellos y siendo muy silenciosa.

CAMILA
Lauren necesitaba una buena clase sobre cortejo, no se de donde había tenido la idea de que podría besarme nada más por que lo deseaba, yo no le había hablado sobre mi sentir y claro que quería besarla pero también estaba el tema de la inseguridad que tenía. No era tan fácil aceptar a una persona sin pensar en mi hijo, por que pensandolo detenidamente, me arriesgaba a que rompieran mi corazón y también el de Ki. No quería que sucediera todo tan rápido, deseaba conocer a Lauren un poco más antes de aceptarla de lleno en mi vida. Me gustaba y le tenía un cariño muy grande pero aún así no confiaba en ella completamente, temía que se fuera como siempre lo hacía .
Tomé los dos vasos de soda que había llenado para mi y Lauren y salí a la sala, al llegar al sitio solo miré que la televisión estaba encendida pero ella no estaba ahí.
La busqué en el baño pensando que quizás ahí se había metido pero nada. Caí pronto en la realidad, se había ido enfadada quizás por el asunto del beso y ni siquiera se había despedido. Eso fue suficiente para mi, me hizo enfadarme en serio. Era una tonta, todo lo quería fácil y sin tomar en cuenta lo que yo sentía. Negué y decidí ayudar mejor a Ki con su tarea, eso era distracción suficiente.
Dos días más pasaron y Lauren estaba decidida a alejarse de mi por su enfado tan tonto. En ese tiempo Lauren solo había platicado con Ki quién me pedía permiso para visitarla en la tarde, ambos jugaban en el patio de su casa o trabajaban en algo de reparaciones, lo sabía por que solía vigilarlos.

Lo que no se ve Donde viven las historias. Descúbrelo ahora