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CAMILA
Desperté cuando unos ojos acusadores me veian desde un lado. Kilian. Traté de reincorporarme pero me detuve cuando noté un brazo sobre mi cuerpo y unos quejidos tras de mi, Lauren aún estaba dormida pero no me dejaba salir de su agarre.
-¿Puedo dormir aqui? Pidió Kilian con cara suplicante.
-No cariño, debemos ir a casa. Trate de nuevo de salir de la cama pero para mi sorpresa y la de Kilian Lauren me lo impidió, el comenzó a reirse cubriendo su boca con la mano mientrás yo luchaba por quitar la mano de Lauren de la cintura.
-Ki deberias ayudarme. Le pedí divertida, en ese momento mi compañera se comenzó a remover en la cama y quisó girarse pero sin soltarme.
-Lauren. La llamé. -Lauren. Dije más alto hasta que reaccionó y se sentó de inmediato en la cama, cubriendo sus ojos.
-Dios. Soltó mirandonos a ambos.
-¿Estás bien? Asintió varias veces mientrás trataba de entender por que Ki y yo teniamos cara divertida.
-¿Qué ocurré?
-Ya nos vamos, me he quedado dormida pero ya casi en media noche debemos ir a descansar.
-Ok. Dijo con desgana y se lanzó de nuevo a la cama.
-Hasta mañana Lolo. Dijo Ki saliendo del cuarto conmigo siguiendoló. -Mmmhhh. Le respondió Lauren.
-Descansa. Cuando quisé cerrar la puerta sentí una mano sobre mi brazo, me giró de forma rapida y me metió a la habitación. La pared estaba en mi espalda y Lauren me abrazaba fuerte.
-Quería despedirme, no te vi en todo el día. Ella hizo un puchero divertido.
-Lo sé. Dije tratando de acariciar su mejilla pero debido a que me tenía tan apretada no pude. -Yo.
-Shhh. Fue lo último que emitio antes de colocar su labios en los mios, el beso comenzó lento pero termino siendo más profundo, ella me sostenía impidiendo que me separara mientrás recorría mis labios con delicadeza. Minutos después llego el momento de tomar aire y ella gruño al separarnos.
-No te vayas. Suplicó recargando su frente con la mía.
-Lauren ya hablamos sobre esto ¿Si? No quieras aprovecharte solo por que estas enfermita. Toqué su nariz con mi dedo a modo de juego.
-Ok. Gruño una vez más y caminó hacia la cama dejandose caer de forma divertida.
-Mañana te veo descansa.
La distancia de mi casa a la de ella era minima pero aún así me parecía demasiado, estaba acostumbrandome a su compañia los fines de semana, a pasar cada hora del día a su lado.

LAUREN
Mis padres estaban decididos a fastidiar mi vida, hace horas Marcus había llamado a mi celular para comunicarme que mi madre me había buscado en el departamento, lo cual era extraño por que ella sabía que yo no estaba ahi. Cuando mi amigo quisó descubrir el motivo mi madre ya había tomado algunas de mis cosas, entre ellas algunos recuerdos con mi hermano, fotografias y objetos especiales para mi. Trataba de descubrir el motivo, no entendía por que se había llevado eso. Llamé a mi padre horas después solo para enterarme que mi mamá estaba tomando mi consejo de superar su muerte, desde luego le pedí que le impidiera hacer más tonterias, el no me prometió nada pero dijo llamarmé en cuanto la pudiera tranquilizar. La mayoría de la tarde espere la llamada pero nada, el estres y dolor que me provocaba la situación me hizo sentir mal, tanto que de nuevo mis ojos decidieron hacerme sufrir. Ocurría a menudo, solía invadirme un dolor de cabeza terrible, no soportaba mirar nada. El resto del día me la pasé en cama cerrando los ojos, tratando de olvidar el mal momento.
Hasta que escuché como alguien abria la puerta de la habitación, me asusté al principio pero al sentir esa fragancia tan dulce me di cuenta de que era Camila. Fue como un tipo de droga para mi dolor y su compañia mejoró mi estado. Necesitaba tenerla cerca para soportar mi tormento.
Al despedirnos comprendí que ahora era dependiente a ella. Cuando me sintiera mal solo bastaba con tenerla al lado.
Su beso era como una forma de ayudarme a respirar y sus caricias entumecían mi cuerpo para que no sintiera ni siquiera un rasguño. Por otro lado entre sueños escuché la risa del pequeño, eso alegraba mis momentos del todo, divertido y encantador.

Lo que no se ve Donde viven las historias. Descúbrelo ahora