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LAUREN
-Un mal entendido. Dijo Marcus tratando de ayudarme con el maldito nudo que tenía en mi garganta y la cabeza, aún no podía entender por qué Camila de un día a otro había cambiado su actitud, trataba de entender que había hecho mal.
-¿Pero cuál? No recuerdo haber dicho algo malo, ni siquiera me dejó decir algo, no me dejó tocarla ni besarla.
Despeine mi cabello, necesitaba beber, o fumar, necesitaba hacer algo con la ansiedad que sentía. Caminé de un lugar a otro de la sala, dando vueltas.
-Lauren. Escuché que mi amigo me llamaba, el estaba sobre el sofá grande mirando mis movimientos. -Lauren.
Lo escuché que dijo de nuevo pero aún así no logró hacerme entender.
De pronto sentí como jalaba mi brazo.
-¡Lauren! Es suficiente ¿Puedes dejar de hacer eso? me mareas.
Me solté de su mano dejándome caer en el lugar que antes el ocupaba.
-Dios, ¿Qué debo hacer?
-No tengo idea, quizá sea buena idea salir conmigo y despejarte.
-Claro que no. Negué y cerré los ojos cansada.
En cambio Marcus se fue a una de las habitaciones de la planta alta, mencionando que necesitaba salir y tomar algunas copas, escuché que la ducha era usada.
Desesperada caminé hacia la ventana para observar algún movimiento en la casa de lado, pero parecía muy silenciosa, no sabía que hacer, es decir, no podía ir a dormir con ella.
La única luz de la casa fue apagada, miré mi reloj de mano y noté que era ya tarde así que era seguro que ambos habían ido a dormir.
Resignada caminé a mi dormitorio, me quité la ropa y tomé unos short cortos y una playera ligera, preparé la cama y finalmente entre en ella, suspiré por un buen rato y quise dormir pero me era imposible, rodé por la cama casi por dos horas y aún así no me sentía cómoda, Marcus salió desde hace rato sólo me llamó del otro lado de la puerta diciéndome que no esperara despierta a que regresara.
Una ligera capa de sudor estaba sobre mi frente, me sentía nerviosa, ansiosa y enfadada, Camila no podía hacerme esto, ni una maldita llamada me había hecho. A parte no había justificado su extraño humor.
Enfadada aparte las sábanas de mi cuerpo y caminé segura hacia la entrada, coloqué mis pantuflas, me arrope con ni bata de dormir y salí de casa.
El jardín de Camila estaba muy oscuro así que no estaba muy segura de por donde caminaba y la lámpara de la calle no era suficiente.
Llegué a la puerta pero me pareció mala idea timbrar cuando era plena madrugada. Caminé por el lateral de la casa hasta que llegué a la ventana de su habitación, estaba entreabierta, fruncí el ceño, ~¿Que pasaría si fuera otra persona la que pensará en entrar a su habitación? ~ como pude crucé la ventana haciendo el menor ruido posible.
Ya del otro lado la cerré, la silueta de Camila en la cama no estaba.
~¿Donde demonios se metió? Pensé, la única posibilidad era que durmiera junto a Kilian. Cuando estuve a punto de abrir la puerta y salir del pasillo ella me llamó.
-¿Lauren?
Me giré y la ví cruzada de brazos, estaba semidesnuda, bueno únicamente en ropa interior, su cabello estaba en una coleta y sus pies estaban descalzos. Cuando me topé con sus ojos, la sensación no me agradó, me estaba ocultando algo pero no sabía que.
Nos miramos por minutos sin decir nada, sabía que ese silencio debía romperse pero mi cuerpo parecía congelado, en su cuerpo se miraba tensión.
Carraspié la garganta cuando ya no pude sostener la mirada.
-Lo sé no debería estar aquí. Ella no estaba cómoda así que evitando algún otro problema me despedí. -Lo siento hablamos mañana.
-¿Como entraste? Su voz no sonaba tan dulce como siempre.
-Por la ventana pensé que si usaba el timbre despertaría al niño.
Sus cejas se levantaron en confusión.
-No te preocupes ya cerré la ventana y será mejor platicar mañana.
Ella sólo asintió y no hizo nada mientras caminé por el pasillo, antes de irme decidí tomar un poco de agua así que me dirigí a la cocina.
Al entrar me recargué en la encimera, aún estaba a oscuras. Bufé enfadada.
-Pensé que ya te ibas. Casi aventé el vaso que sostenía en la mano, ahí estaba de nuevo en la puerta.
-Dios, me asustaste, sólo estoy tomando un poco de agua. Le dije a Camila colocando el vaso sobre la encimera y decidida a salir de una vez.
Cuando quise pasar a su lado, su dulce olor me hizo pensar las cosas, necesitaba solucionar esto, saber que ocurría, decidida le pregunté.
-¿Que está ocurriendo Camila?
-Nada. Dijo sin mas.
-Claro que ocurre, es decir, desde que fuimos por ti en la tarde actúas distante conmigo y además no estamos durmiendo juntas como habitualmente lo hacemos.
-A veces es necesario.
Esto era increíble ni siquiera quería contarme que demonios pasaba.
-Pues yo no estoy de acuerdo, y menos si no tengo justificación a tu actitud.
-Necesitaba sólo pensar, pasar un día con mi hijo a solas.
Mi corazón parecía romperse todavía más.
-¿Así que es eso? Le pregunté arrepintiendome al instante.
-No entiendo. Dijo.
-A eso, que ya no soportas que pase tiempo contigo y con Kilian....sabes lo entiendo, y por eso lo respetare.
-No es tan drástico, sólo se trata de un día.
Si me quedaba un poco de tiempo frente a ella no iba a poder disfrazar mi sentido, me sentía como la mierda, ella necesitaba su espacio pero debía ser directa y pedirmelo, no permitir que yo me comiera la cabeza tratando de saber que le hice.
-Yo...esta bien, cuando quieras platicar entonces...será mejor que...
Solté un suspiro alto y miré como sus ojos bajaron al piso.
-Lau...
No la deje terminar. -Esta bien Camila, me llamas cuando me necesites.
-Lauren. Me llamó de nuevo. Caminé enfadada hacia la puerta sin querer darle el tiempo a decir algo.
-Espera, no me has dejado hablar.
-¿Para que? Lo he entendido a la perfección...saldré de sus vidas por unos días tal vez nos haga bien, quiero decir que quizá no sea lo que tú buscas, ambos necesitan su espacio.
Ella negó sin detenerse.
-Lauren, no se trata de eso y tampoco es que te quiera lejos, es sólo que...
-Es sólo que ocurre algo y tu no tienes la confianza de decírmelo.
Le dije furiosa, ella por segundos se sintió herida pero al mirarme de nuevo ví que era diferente, ella también estaba enfadada, furiosa se acercó hasta mi y puso su dedo índice en mi pecho.
-¿Confianza? ¿De verdad? Lo siento pero yo no confío en las personas que me mienten o me ocultan cosas.
-¿No se de que hablas?
Nuestra discusión estaba subiendo de tono así que sólo quise salir de ahí. Su dedo dejo de agredirme.
-No te vayas. Dijo entre dientes y bloqueo mis pasos. -Y sabes bien de qué hablo.
-¡No lo se! Grité alto y luego me arrepentí como siempre.
-Hablo de que no tuviste la necesidad de contarme cómo fue que Kilian se encontró con mi madre.
Dios santo solté en la mente, el evento había sido hace semanas así que lo olvidé. Sabía que debí habérselo dicho pero una parte de mi cabeza me dijo que estaba haciendo bien, aún lo pensaba, ella necesitaba saber de sus padres y que todos se perdonaran, por el bien de Kilian, el se lo merecía, merecía conocer a su familia y Camila también, después de lo que pasaron, por eso no quise decírselo.
-En el centro comercial suele ir mucha gente, fue una casualidad.
-Tu debiste alejarlo ¡Lo sabes!
Su grito me sorprendió jamás me había dicho algo de esa forma, todo se estaba poniendo peor.
-Camila, simplemente pensé que Kilian tenía derecho a conocerla, tu hermana también estuvo ahí fue inevitable.
-Tu no debes intervenir de esa forma, debiste impedir que Kilian se encariñara con ella, debiste evitar que te conocieran a ti.
-No veo cual es el problema, sólo se trata de perdonar. Quise tocar su mejilla con mis dedos pero me rechazó dandome la espalda.
-No intentas solucionar esa situación, no es de tu incumbencia.
-Camila, sólo lo oculte por que pensé que reaccionarias así pero debes tranquilizarte.
-¡No lo haré! ¿Sabes porque?
Yo negué sin saber que más decirle, ahora entendía por qué estaba tan enfadada, pero no era para tanto, me culpaba aún sin entender.
-Tranquila cariño. Quise de nuevo acercarme pero se puso tan tensa que mejor lo dejé.
-No estaré tranquila, por que ahora mis padres quieres conocer a Kilian y eso no es todo, Chris piensa que convencerlos de que declaren cosas pésimas sobre mi le sirvan para tener la custodia de mi hijo...el les ha dicho un montón de mentiras, hasta les hablo de ti y nuestra relación.
~Imbécil~ grité en mi cabeza, me lo decía a mi, pero también a ese hombre que parecía no querer dejárles vivir en paz.
-Camila, cuando ella se acercó ese día pensé que era con buenas intenciones.
-Esto es mi culpa, no debí confiarte a ti a mi hijo, no debí. Dijo en tono bajo y sonando realmente arrepentida de permitirme estar tan cerca del pequeño.
-Aquí está, el esta bien junto a ti, yo solo hago cosas que le harán bien, lo cuido por que me preocupa su bienestar. Le repliqué.
-No hagas nada, tu no tienes ni derecho ni obligación...Soltó mucho más enfadada.
-Pero quiero hacerlo.
Ella sólo agitó su cabello muy alterada.
-No necesito que lo hagas, el es sólo mi hijo Lauren ¡No tuyo!...
Tomó aire por un momento, yo solo sentí como la relación que habíamos construido se destruía, sus palabras me dolían, entendía que se enfadara al no contárselo pero ella estaba empeñada en culparme. No era mío, también lo entendía pero lo quería como si lo fuera, en tan poco tiempo llegué a quererlo y cuidarlo como si fuera mi hijo y me agradaba. Me dolía que no viera realmente lo que me hacía al decirme eso.
Traté de tomar sus manos para que me dejara hablar y dejar de gritar pero se alejó. Las lágrimas en mis ojos no querían esperar a salir.
Resignada acepte que me rechazará, con el poco orgullo que me quedaba me detuve a llorar frente a ella, negué un par de veces con la cabeza y respiré profundo.
-Lamento no haberte dicho Camila, supongo que ahora que está todo aclarado, será mejor que me vaya y me alejaré por mientras las cosas se tranquilizan.
-No puedes acercarte a nosotros, no mientras resuelvo las cosas con Chris...yo..
-Lo entiendo. Ella estaba dolida, pero aun así no lograba entender que es lo que pasaba por su cabeza. -Me alejaré si es necesario, debes saber que lo que menos quiero es separarte de Kilian y será mejor que estemos separadas por un tiempo.
Ella asintió, tenía una cara inexpresiva.
-Será lo mejor. En ese momento parecía darse cuenta que aún estaba en ropa interior en la sala frente a mi. Cruzó sus brazos sobre su cuerpo para protegerse.
-¿Mamá? Dijo la voz de Kilian en medio de la oscuridad.
Ella abrió los ojos muy grandes y lo buscó con la mirada, el pequeño nos miraba desde la salida del pasillo, con su pijama de Super heroes y su cabello revuelto, el tallaba uno de sus ojos con insistencia. Me pareció demasiado tierno cuando lo ví, sonreí, pero al instante deje de hacerlo cuando recordé lo que Camila minutos antes me había dicho, tenía que alejarme de ambos. Aún no sabía cómo es que iba a lograrlo.
-Mi amor regresa a la cama. Le pidió con un tono diferente con el que me había hablado, finalmente nuestros gritos lo habían despertado.
-¿Que hacen Lolo? Dijo su voz soñolienta. Yo aclaré mi garganta sin saber que contestar.
-Ella y yo estábamos platicando cariño, pero ya vamos a dormir, tu has lo mismo. Dijo Camila al ver que yo no diría nada. Después de que lo dijo caí en cuenta de que necesitaba despedirme de el como si fuera otra noche habitual, no lo vería por no se cuanto tiempo, al menos no así de cerca.
No me pude resistir.
-Lo llevaré a dormir. Le susurré a Camila.
-¿Recuerdas lo que acabo de pedirte?
-Lo recuerdo bien. Le dije con un tono duro, me tragué el nudo en la garganta.
-Claro que si, sólo lo necesito por hoy, necesito despedirme de alguna forma.
Ella no dijo más y miré como caminó hacía su habitación, cuando alcanzó a Ki le dió un tierno beso en la mejilla. Ki espero por mi en medio del pasillo para luego tomar mi mano y guiarme a su dormitorio, lo ayude a meterse bajo las sábanas y acaricié su cabello mientras charlamos.
-Ki, debo contarte algo que quizá no te guste mucho.
-Peleaste con mamá ¿Verdad?
Escucharlo decir eso me dolió aún más, fingí una sonrisa y seguí dando un masaje sobre su cabello castaño. Me senté en su cama mientras el trataba de mantenerse despierto.
-No es eso, es sólo que yo debo estar fuera un tiempo, es por cosas de trabajo.
-¿Te irás? Preguntó triste.
-No, sólo saldré por unos días pero regresaré te lo prometo Ki.
Sin dudar el se sentó para lanzarse a mis brazos, mientras su pequeña cabeza se recargó en mi hombro me permití derramar unas lágrimas, de verdad que lo iba a extrañar, era mi mejor amigo.
-Esta bien, pero no olvides traerme algo.
Entre lágrimas solté una risa.
-Ya sabes que si cariño. Lo apreté hacia mi lo que pude, tratando de transmitirle mi cariño.
-Te quiero mucho Ki ¿No lo olvides si?
El solo asintió y besó mi mejilla, se recostó de nuevo en su cama.
-Vaya alguien quiere dormirse ya. Le dije jugando por su actitud.
-Es que entre más tiempo duerma así los días se me pasaran más rápido hasta que vuelvas.
Mi respiración se detuvo, no podía decirme eso de verdad, no podía creer que Kilian lo hiciera, yo no quería romperle el corazón lo único que deseaba era verlo feliz junto a su madre.
-Eres tan inteligente Ki, descansa corazón.
Besé su mejilla y toqué su cabello hasta que se quedó plenamente dormido, una vez más le besé su mejilla regordeta y salí.
La puerta de la habitación de Camila estaba entreabierta, quise entrar y besarla, decirle que la amaba y que no quería alejarme, pero por el bien de todos debía hacerlo, debía alejarme por un tiempo hasta que ella pusiera a salvó a Kilian. Tomé el pomo de la puerta pero pronto lo solté, no iba a lograr nada haciéndolo.
Sin detenerme salí de su casa asegurándola y caminando a la mía, permanecí en mi habitación mirando el techo donde estuve el resto de la noche sin poder dormir, con lágrimas en los ojos y mi corazón roto.

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