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CAMILA
-Hola chicos, han olvidado cerrar la puerta así que me puse cómodo.
Yo negué y sin dudar llegué a sus brazos, quería saber que no estaba sola, el me apretó y luego dió un pequeño toque en mi mejilla. Susurró en mi oído sin que nadie lo notará.

-Estaran bien.
Luegó fue el turno del saludar a Ki quien parecía distraído con la visita y no se fijó que faltaba algo en el lugar.

-Hola Lau.

-¿Qué tal? Se saludaron con un beso en la mejilla.
Ambos miraban a Ki quien actuaba normal pese a las circunstancias. Comencé a jugar con mi cabello nerviosa sin saber que decir, necesitaba distraer a mi pequeño. Miré el reloj y faltaba aún una hora para que llegará la hora de dormir.

-¿Ya cenaron?
Ambas negamos y Ki corría a su habitación para buscar algo.

-¿Estás bien Cami?
Yo asentí no muy segura. Lauren acarició mis hombros en forma de apoyo y Aiden nos sonrió a ambas.

-Chicas debo regresar al hospital mañana me llevó a la famila a casa.
Yo di la primera sonrisa real de día al recordar el bebe de mi amigo.

-Gracias por ayudarme, aunque debes regresar con ellos ahora.

-Ya me voy, Cami cuentas conmigo ya sabes y Lauren gracias por defenderla.
Tomó sus llaves de la entrada y salió con prisa de la casa, para cuando volvió Ki a la sala notó la ausencia de Aiden.

-Tenía que estar con su bebé. Le dije acariciando su cabeza.

-¿Te quedarás más rato? Miraba hacia Lauren esperando la respuesta, ella asintió con una sonrisa. Acompañamos a mi hijo hasta que se quedo dormido viendo la televisión, su cabeza estaba descansando en el brazo de Lauren, quien miraba distraída la película.

-Lo llevaré a la cama. Como pude cargué a mi hijo dándome cuenta que pronto ya no podría hacerlo, estaba creciendo rapido. Cuando por fin estuvo sobre su cama y lo arropé, quite sus zapatos, las lagrimas no esperaron y lloré, necesitaba hacerlo antes de ser fuerte a partir de mañana. Siempre había sacado adelante a mi hijo yo sola, no necesitaba a nadie a mi lado.
Salí de la habitación para darme cuenta que Lauren no estaba en el sofá.

-Estoy aqui. Dijo detrás de mi.

-Estaba asegurando las puerta y las ventanas, deben estar seguros...también debo irme a dormir pero en cuanto amanezca me tendrás aquí.
Yo sonreí como una niña pequeña al verla así de preocupada.

-Gracias.

-No vuelvas a decir esa palabra, lo hago por que quiero, me precupan ambos.

-No es necesario.

-Si. Dijo acercandose más a mi, ambas caminamos hasta que yo quedé recargada en el respaldo del sofá. Sus ojos no dejaron de mirarme. -Es vital para mi saber que estás bien junto a Kilian.
Yo solo asentí. Sus ojos viajaron a mis labios, sus brazos fueron colocados a cada lado de mi y se acercó lo más que pudo. Nuestra nariz casi se tocaban, solté un suspiro y sentí su tacto en mi brazos, poco a poco mientras nos mirabamos a los ojos subió su mano hasta colocarla tras de mi cuello. Su otra mano la colocó en mi cintura, estaba tan torpe que no sabía como tocarla a ella. Se estaba inclinando más hacia mi y cerró los ojos, no sabía que pensar, lo quería pero a la vez dudaba que fuera lo correcto, es decir, deberíamos hablar antes, decidí actuar, mis manos se colocaron en sus brazos al inicio del hombro y la alejé. Ella abrió sus ojos y se retiró lo suficiente como para estudiar mi rostro pero sin soltarme.

-¿Qué ocurré? Preguntó frunciendo ambas cejas, se estaba enfadando. Suspiré de nuevo, no entendía por que no podía continuar.
-Es...solo...Lauren creo que es mejor hablar antes ¿No crees?
Su mano tras mi cuello se retiró para colocarla en mi cintura como la otra.

-¿Sobre qué? Creo que con esto entiendes lo que quiero y debo admintir que no pienso ir a casa sin obtener lo que deseo.

-Lauren hasta hace unas horas sufrí...

-Ya lo se. Soltó su agarre y me dio la espalda. -¿Crees que yo intentaría hacer lo mismo? Dijo enfadada. -Quiero hacerlo por que se que tu también. Dijo para darse la vuelta y mirarme esperanzada.
Las dudas que tenía se fueron y yo le lancé a sus brazos para colocar mis manos en su cuello, ella por instinto me tomó por la cintura, sus ojos estaban en los míos.

Lo que no se ve Donde viven las historias. Descúbrelo ahora