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LAUREN
Solte un bufido agarrandome la cabeza, era la verdad yo no tenía nada de experiencia en esto y me molestaba no saber como actuar, ni siquiera invitarla de forma descente.
Dos días pasaron y ni ella ni yo nos atrevimos a hablarnos, por las mañanas cuando regresaba de correr me la topaba pero ella solo se desviaba hacia su auto donde Kilian me saludaba algo apenado.
En las tardes solía mirar con insistencia hacia su puerta y vigilar que ese tonto no se parara ahí.
Tampoco me parecía justo seguir actuando así cuando sabia que el único que pasaba malos ratos era el pequeño es ahi donde me arrepentía de haberle confesado los sentimientos que tenía hacia su madre.
Eran las 3 de la mañana y no dejaba de escribir, la inspiración había llegado a mi de nuevo y tenía casi 12 horas frente a la computadora escribiendo, los ultimos capitulos del libro ahora tenían nuevas palabras y hasta queria borrar el libro completo para escribirlo de nuevo pero tenía hasta el proximo mes para entregarlo a la Marcus.
No había comido y mi estomago rogaba por algo de atención. Estaba apunto de dormirme cuando el timbre sono.
Era bastante raro que alguien tocara a esta hora y más a mi puerta. Caminé con algo de preocupación y mire por la mirilla para encontrarme una versión algo tierna de Camila. Tenía el cabello agarrado en una coleta y parecía traer una intento de pijama. Timbró de nuevo y esta vez abrí.
-Lauren. Solo dijo antes de lanzarse a mis brazos. La tomé como pude entrando a la casa yo cerré la puerta con el pie.
-No, espera. Se separo lo suficiente solo para mirarme. -Prefiero que me acompañes a casa no puedo dejar solo a Kilian. Asentí sin pensarlo y coloqué mis zapatos con algo de prisa para salir bloqueando mi puerta la seguí hasta su casa sin decir palabra solo con su mano en la mia.
-Lo siento si te asuste, solo que no podía dormir dandole vueltas al asunto del otro día, siento haberte tratado asi Lauren.
-Fue mi culpa, yo estaba muy enfadada y...
No me dejo continuar mientrás ella hablaba demasiado rápido yo solo miraba lo encantadora que se veía.
-No digas más ya hable con Daniel y le he dicho que no me busque, el me seguía llamando y la verdad es que te mentí solo por que me enfade de tu reacción, Lauren debes saber que si tengo interes en ti solo es en ti, sigo pensando que salir en una cita es buena idea.
-Yo...
-Y sobre Ki, el me confeso todo lo que han hablado.
-Dios te lo iba a decir pero...
-No, esta bien gracias por quererlo tanto.
-A ti también. Le confesé a prisa.
-No digas nada, ¿Porque no lo dejamos para el día que estemos solas?
Sonreí sincera y le dí un beso en la frente.
-Estoy de acuerdo ¿Me invitaras a dormir?
Ella abrió más los ojos.
-Amm no se...
-Solo dormir lo prometo. Pusé mi mano en mi corazón para indicarle que era una promesa. Minutos después ambas estabamos acostadas en su cama, con una distancia bastante amplia entre ambas y mirando el techo. Quería acercarme y abrazarla pero temía que se enfadara.
-Esto es absurdo. Dijo suspirando y yo de inmediato asenti levantando la sabana para salir.
-Si tienes razón debo irme. Le dije de prisa pero me impidio al tomar mi blusa por la orilla he indicarme el lugar que ocupaba en la cama.
-No, me refiero a que no tiene sentido que duermas tan alejada de mi, ven.
Me acerque a su costado y nos miramos por segundo. Luego ella me dió la espalda y tomó mi brazo para hacerme cerca termino apoyando todo su cuerpo frente al mio. Sentí mis pechos unirse a su espalda, su redondo trasero se frotó breves segundos hacia mi.
Esto iba a ser dificil, pero en cuanto entrelazo mi mano sobre su cintura, lo único que deseaba era abrazarla y velar su sueño. Recargué mi barbilla en su hombro y le di un beso en el cuello.
-Hasta mañana.
Sonreimos las dos y cai en un sueño profundo.

Lo que no se ve Donde viven las historias. Descúbrelo ahora