DESPUÉS (2ª temporada de ¿SOLA?)

Capítulo 19: Enredos

LEER NOTA DE AUTOR, POR FAVOR.

|Narra  ________|

Trevor finge que no lo ha escuchado y me atrae más hacia él, como si de esta manera los ruidos que alguien hace al llamar a la puerta se desvanecen por completo. Yo también trato de pasar por alto los toquecitos que algún desgraciado está haciendo. Pero me es imposible.

La llamada constante no cesa y, con todo el dolor de la entrepierna de Trevor, me levanto y me alejo de su regazo para ir a abrir la puerta. Me cuesta un poco actuar normal ya que siento como la temperatura de mi cuerpo ha subido bastante. 

Al abrir la puerta me encuentro a Abby apoyada en el pecho de Bryan, siendo rodeada por el musculoso brazo de este. Bryan parece cansado y bastante irritado a decir verdad. La vergüenza se apodera de mí, incluso más que el calentón. Abby se ríe de algo que ni Bryan ni yo entendemos.

Mi querida rubia apesta a alcohol. Alguien cuyo nombre empieza por la letra A, ha sacado bastante provecho a la fiesta de bienvenida. Sobretodo a las bebidas.

-Lamento interrumpir tu noche de bodas. -Dice con molestia Bryan, mirando por encima de mi hombro el interior del apartamento. Noto como la sangre se me sube a las mejillas y las ganas de que la tierra me trague aumentan.- Pero vuestra amiga se ha pasado con las copas y no es mi plan de esta noche sujetar su cabeza mientras vomita.

-Lo siento. -Le digo, más roja que nunca. Me paso a la chica por debajo de mi brazo izquierdo y me doy la vuelta para regresar al interior de lo que es ahora mi nueva casa. Giro un poco la cabeza para contemplar la esbelta figura de Bryan en el umbral de la puerta.- Gracias por traerla a casa.

Este se encoge de brazos molesto y con un gruñido de desaprobación se va por el lado contrario al mío. Desapareciendo así por las escaleras que conectan todos los pisos de este edificio. 

Cierro la puerta con el pie y, aún arrepentida por el numerito de hace tan solo unos segundos, atravieso todo el salón -ignorando con toda la fuerza que queda dentro de mí a Trevor- y me dirijo a las habitaciones. Tumbo con cuidado a mi borracha amiga sobre el colchón de un cuarto libre y sin decoración aparente. 

Agarro una papelera destartalada pero sin basura en su interior que se encuentra debajo de un antiguo escritorio y se la coloco en el suelo, a la altura de la cabeza. Solamente en caso de emergencia.

-Como me manches el suelo, remataré la faena con tu sangre. -La digo entre dientes. No sé qué cojones voy a hacer con mi vida ahora, no quiero regresar al comedor y que todo el ambiente de antes haya pasado a ser uno incómodo.

El dejarse llevar por el momento no siempre es tan buena idea. Mientras me marcho de la habitación de Doña Alcohol, lo más lento posible por supuesto ya que he de ganar tiempo, me pongo a pensar en lo que hubiera pasado si nadie hubiese llamado a la puerta.

¿Habría perdido mi virginidad con Trevor?

El es un poco más mayor que yo y sé por el bocazas de Paul que Trevor perdió su inocencia sobre los dieciséis. Yo tendré unos veinte o diecinueve y sigo pura, pero porque no he tenido la oportunidad realmente. La supervivencia me ha tenido nublada todo este tiempo como para preocuparme con quien he de revolcarme.

Eso sí, pasara lo que pasara. Las cosas han sucedido de este modo y no debo de preocuparme por los posibles desenlaces que habría tenido esta noche si Bryan no hubiese llamado a la puerta cargando a Abby totalmente borracha.

Ya me encuentro en el salón y Trevor parece haberse serenado. Está sentado en el sofá, con un cojín sobre su regazo y parece estar mirando a la nada. Armándome de valor me siento a su lado, mirándole a la cara.