DESPUÉS (2ª temporada de ¿SOLA?)

Capítulo 41: En busca y captura

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|Narra  _______|

Han pasado cuatro horas y sé que no nos queda demasiado tiempo. A parte, nuestro plan no es precisamente el mejor del mundo. Jackson me ha dicho que el nivel de seguridad que hay en El Olimpo es excesivo, pero que podemos intentarlo. Que podemos engañarles.

Ahora mismo mi compañero de huida se encuentra en el campo de cultivo de la comunidad originando un incendio. Yo sigo en mi papel de chica inconsciente, siendo vigilada por tres hombres armados hasta los dientes. Los minutos pasan y la impaciencia me va dominando.

De repente, la puerta de la enfermería se abre de manera brusca. Por muy poco abro los ojos, descubriendo así la tapadera.

- ¡Hay un fuego de nivel seis en los campos de cultivo! - Grita Jackson.- Mason quiere a todos los hombres allí para apagar el incendio y desalojar a la gente.

- ¿Qué hay de la chica? - Pregunta uno de mis vigilantes.

- Mason me ha dado la misión de llevarla a su despacho. - Dice con un tono de voz serio.- Que uno de vosotros se quede conmigo y dadme un arma por si la zorra despierta.

"Nota mental; pegar a Jackson por llamarme zorra", me digo a mí misma. 

- Konrad, quédate con Jackson. - Ordena uno de los guardias y escucho que le entrega el arma al médico. 

Dos de mis vigilantes abandonan la habitación y, de repente, se escucha una estridente sirena por todas las instalaciones. La alarma de incendios, como predijo Jackson. 

- Vale, ¿cómo la llevamos? - Pregunta el tal Konrad.

- Así. - Responde Jackson antes de disparar contra el hombre. Abro los ojos y me incorporo. Un individuo moreno yace en el suelo, sangrando por la zona del pecho. - Coge su arma. No les remates, si se convierten podríamos ganar tiempo.

Asiento con la cabeza. Recojo la M16 del fallecido y salimos de la enfermería. Corremos por los pasillos, Jackson a la cabeza. Me guía por el edificio hasta que nos topamos de frente con dos hombres. Yo disparo al de la izquierda y mi amigo al de la derecha. Proseguimos con nuestro camino.

Conseguimos salir del edificio y me cuesta acostumbrarme a la luz del sol. Me he pasado estás últimas tres semanas dentro de esa jodida construcción. Se me encoge el corazón al contemplar lo enorme que es El Olimpo. 

A mi izquierda hay muchísimas urbanizaciones, a mi derecha veo más edificaciones. Parece una pequeña ciudad. Giro la cabeza para contemplar la enorme nube de humo que viene de la parte de atrás del edificio del que acabamos de salir. "Que se jodan", pienso. 

Nos detenemos en cuanto vemos unas balas aterrizar justo enfrente de nosotros. Me giro de inmediato, alzando el arma, y apunto a un hombre que nos dispara desde la azotea de la que ha sido mi casa durante toda mi estancia aquí. Aprieto el gatillo dos veces, acertando al segundo tiro.

- Tenemos que llegar a la verja ya. Creo que se han dado cuenta de nuestra ausencia. - Me dice Jackson.

- ¿Enserio? No me había dado cuenta. - Le respondo con sarcasmo, haciéndole poner los ojos en blanco. 

Seguimos corriendo en línea recta hasta que, tomándome por sorpresa, Jackson me agarra del antebrazo y tira de mí para que giremos hacía la izquierda, en dirección a las casas de los habitantes.

- ¿Qué haces? - Le grito, intentando zafarme.

- Entre las casas nos será más fácil perderles de vista. Además, tenemos que escapar por un lateral, sino nos matarán nada más salir. - Me responde, también gritando. Suelta mi brazo y empiezo a correr por mi propia cuenta.