Capítulo 34: El contraataque

1.7K 187 101
                                    

PREGUNTA: ¿Por qué estáis tan inactivos? :( ¿Os ha dejado de interesar la historia?


|Narra _______|

El hombre se desploma al instante y, antes de que siquiera se dieran la vuelta los veintinueve restantes, saco otra flecha del carcaj, tenso con ella el arco, desplazo la trayectoria y abro fuego. El proyectil impacta contra el pecho de uno de los hombres quien, en un intento inútil por sobrevivir, se lleva ambas manos a la zona herida.

Mientras recargo la tercera flecha comienzan a disparar hacia mi dirección. Retrocedo, procurando de no caerme del techo, y me agacho aún más. Ya tengo mi arco preparado para una nueva ronda de disparos. Escucho el sonido que emiten las armas al disparar y varios gritos de los cuales no soy capaz de entender ni una sola palabra. Rezo para que Michonne haya terminado de esconder el armamento y para que pueda volver a entrar a la comunidad antes de que los caminantes vengan atraídos por el sonido de los disparos.

Bien, ______. A la de tres, asomas tu bonita cara y disparas. Me digo a mí misma.

Uno. El corazón me empieza a latir todavía más deprisa.

Dos. Tengo que apretar las manos para que me dejen de temblar.

Tres.

De un salto me pongo en pie, por poco resbalando con las tejas. Me sitúo en cuestión de segundos en el punto más alto del tejado, localizo al siguiente sujeto y disparo. Fallo. Me muevo deprisa hacia la derecha esquivando, al mismo tiempo que recargo, una bala. Lanzo la siguiente flecha, la cual le da a un fornido rubio en la parte baja del abdomen. Este cae al suelo gritando de dolor.

Me vuelvo para atrás y me tumbo sobre el techo para que no me impacte ningún proyectil. Oigo algunas órdenes lejanas del enemigo; van a venir a mi posición. Escucho pasos abajo de la casa y me veo obligada a rediseñar mi plan.

- ¡La zorra está en el tejado! - Grita uno desde abajo.

Sé que por delante de la casa habrá también hombres pero, si consigo esquivar sus disparos y llegar al suelo, creo que podré rodear la casa y matar a los que han decidido venir a por mí. Respiro varias veces y me armo de valor. Esto va por Ellie y por Abraham.

Me vuelvo a poner de pie y corro hacia delante. Observo la caída, está demasiado alto. Me cago en mi vida durante un par de segundos y decido ponerme manos a la obra. Les doy la espalda a mis enemigos, me paso el arco a la espalda para tener las manos libres y salto hacia atrás. Logro caer justo en la repisa de la ventana de la segunda planta y, como sé que me van a disparar, salto directamente al suelo. Al caer, un agudo dolor se extiende por mis piernas. Un disparo, que por muy poco no ha llegado a rozar mi oreja derecha, destroza la ventana de la primera planta que tengo delante de mis narices.

Vale, es hora de moverse.

Rodeo la casa a toda velocidad mientras vuelvo a tener en mis manos el arco el cual, por supuesto, ya está recargado. Giro la esquina del callejón que da al patio trasero y veo a dos hombres mirando hacia arriba. Apunto al que tengo más cerca y le atravieso el cuello de costado. El siguiente se gira para mirarme pero yo ya tengo la segunda flecha a punto de ser lanzada. Le doy en el corazón.

Aparece el tercer hombre y, justo cuando voy a sacar otra del carcaj, me doy cuenta de que me he quedado sin flechas. Esos segundos de aturdimiento los aprovecha mi enemigo para embestirme. Me lanza al suelo con una fuerza tremenda y me golpeo la cabeza contra la dura superficie. Veo mi arco a un par de metros de distancia y la pistola solamente a uno. Tengo que llegar a ella, como sea.

El sujeto coloca sus gruesas manos alrededor de mi cuello, cortándome el flujo de aire al instante. Ejerce tanta presión que pienso que me va a atravesar el cuello con sus dedos.

DESPUÉS (2ª temporada de ¿SOLA?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora