Capítulo 52: La hora de la sangre

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|Narra Carl|


Había pasado un día desde la fallida misión en El Olimpo. Fallida porque perdimos a Paul, pero tanto Glenn —quien fue el encargado de espiar en el escuadrón de mi padre— como Michelle lograron información valiosa.

Por lo que pudieron ver no había más que guardias patrullando, muy bien armados pero sin superar en número a las tres comunidades juntas. No había nada fuera de lo normal que pudiera indicar que se estaban preparando para la Tercera Guerra Mundial, lo cual nos sigue dando la ventaja del factor sorpresa. Obviamente Mason sabe que estuvimos tratando de echar un ojo, pero solo La Zona R ha sido expuesta en ese sentido, tanto El Reino como Los Santos estarían libres de sospecha.

— Papá, ¿estás bien? —Le pregunto a mi padre, quien está sentado frente a mí en una de las mesas del comedor.

— Sí, solo estoy cansado —Responde. Los dos sabemos que está mintiendo.

— Que no te engañe, lleva toda la noche dándole vueltas al coco —Interviene Emily, quien recibe una mirada de reproche por parte de su pareja.

— Estoy preocupado, eso es todo —Dice finalmente. Le sigo mirando, a la espera de que se explaye más con su respuesta. Mi padre se da cuenta y suspira antes de proseguir—. Es todo, Carl. No tengo ni la menor idea de qué es de ________, no sé qué hará Mason ahora que hemos irrumpido en su comunidad y voy a exponer a mi mujer embarazada y a mis otros dos hijos a una guerra.

— ¿Me acabas de llamar tu mujer? —Pregunta Emily con una sonrisa burlona. 

Antes de que podamos hacer o decir nada se acerca Maggie alarmada hasta nuestra mesa.

— Rick, vienen dos furgones hacia aquí —Le informa la mujer.

— ¿Crees que es Mason? —La previa sonrisa de Emily se convierte en una expresión de absoluta seriedad.

— ¿Quién sino? Ni Ezekiel ni Martha vendrían de día.

— Maggie, quiero que lleves a los niños y a los mayores a una zona segura —Comienza a ordenar mi padre—. Emily, ve con ella. Y corred la voz para que la gente esconda las armas y esté preparada —La castaña asiente y se levanta. Tanto Maggie como ella abandonan el comedor a todo correr, llevándose con ellas a una señora mayor y a dos niños pequeños—. Carl, ve a por Judith para ponerla a salvo, está en casa. Yo me encargaré de pedirle a Daryl que les distraiga el tiempo suficiente.

Asiento y salgo corriendo. Mientras voy por la calle me encuentro con Tom y Julia, a quienes les pido que corran la voz. Acelero el paso puesto que no tenemos mucho tiempo. Llego hasta la casa de mi padre. Judith está tranquila, dibujando en la mesa del comedor.

— Judy, tenemos que irnos —Le digo a la pequeña en el tono más dulce que me sale en el momento. Mi hermana me mira con ojos curiosos.

— ¿Estamos en peligro? —Pregunta la niña. Asiento.

Judith se levanta y se acerca a mí como puede. La cojo en brazos y abandono la casa. Sé que Emily y Maggie se habrán llevado a los menores y a los ancianos a la granja, que es la zona más alejada dentro de la comunidad. Sobretodo teniendo en cuenta que el búnker aún no está terminado. Corro con mi hermana en brazos hasta dicho sitio. Bryan, Trevor, Tom y Carol se encuentran resguardando la granja.

— ¡Carl! —Me acerco a Carol—. Dame a Judith y ve con tu padre.

Asiento y le paso a mi hermana pequeña. Judith me mira confundida.

— Enseguida estaré de vuelta Judy —Le digo y le doy un beso en la cabeza—. Haz caso a todo lo que te diga Carol, ¿vale?

— Vale —Responde Judith.

DESPUÉS (2ª temporada de ¿SOLA?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora