Capítulo 37: El médico

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|Narra  _______|

La habitación se queda en completo silencio. El hombre que tengo encima se levanta enseguida y agacha la cabeza en señal de respeto. Los otros dos que hay en el cuarto hacen lo mismo. Yo me incorporo como puedo. Me llevo las manos a la nariz y encojo la misma debido al disgusto de ver la cantidad de sangre que emana de mis fosas nasales. 

- Largo de aquí, inútiles. - Les espeta Mason, en un tono calmado y oscuro. - Ya hablaremos más tarde.

- Señor, ¿seguro que es buena idea estar solo con...? - Trata de discutir uno de los guardas al que embestí.

- ¿Me estás cuestionando? - Le interrumpe, alzando una ceja.

- ¡Por supuesto que no, señor! - Se apresura a responder el hombre.

- Largo.

Como ninguno de los tres guardas se atreve a contradecir al líder, se marchan. Mason se acerca a mí y me tiende una mano para que me pueda levantar. Le lanzo una mirada asesina y me pongo en pie por mi propia cuenta. Esas manos son las que han matado a Eva. El hombre sonríe ante mi oposición. Me hierve la sangre y se me hace terriblemente complicado el reprimir las ganas de matarlo.

Pero sé que tengo que esperar. 

- Vayamos a la enfermería. - Me dice. 

- No necesito tu puta ayuda. - Le espeto. 

Mason se ríe y abandona la estancia. Al ver que no le sigo, se gira y alza las cejas. Me llevo  nuevamente las manos a la nariz para que la sangre deje de empaparme la ropa y me dejo guiar por el desgraciado que tengo delante. Trato de memorizar los pasillos al mismo tiempo que ignoro las miradas de desprecio que me dedican los guardias de este sitio. 

Nos detenemos en frente de una puerta de hierro blanca. Mason llama tres veces con los nudillos. El acceso se abre, revelando a un hombre de unos treinta años. Tiene los ojos de color azul, el pelo rubio prácticamente rapado y una barba bien cuidada cubriéndole el rostro. 

- ¡Hola, Jackson! - Exclama Mason con un fingido entusiasmo. Saluda al hombre con una fuerte palmada en la espalda. Le sujeta con fuerza del hombro y observo la expresión del tal Jackson. Mantiene la mandíbula en tensión, por lo que deduzco que no le tiene mucho aprecio a este personaje. - A esta chica tan guapa le han dado un buen golpe en la nariz. Arréglasela. 

Mason se separa del que creo que es médico para agarrarme con fuerza del antebrazo. Me arrastra dentro de la habitación y me empuja, tirándome al suelo. Tengo que apretar los puños con fuerza para no matarlo aquí mismo. He de esperar.

- Volveré en veinte minutos. - Le informa el líder a Jackson. - Para cuando vuelva, más te vale haberle arreglado la cara a la chica. 

Sin decir nada más, se marcha de la habitación dando un fuerte portazo. Jackson se acerca a mí y me ofrece la mano. Por segunda vez en el día de hoy, rechazo la ayuda y me pongo en pie por mis propios medios. 

- ¿Eres la chica que han traído de La Zona R? - Me pregunta mientras me señala una camilla para que me siente.

- ¿Acaso soy famosa? 

Jackson se ríe.

- Siento que tu comunidad haya caído. - Dice el treintañero. - Esta sanguijuela arrasa todos los pueblos que encuentra, los somete y se lleva a algún habitante que considere importante. 

- Te has saltado la parte en la que mata a alguien al que quieres.

Nos quedamos callados y se acerca a mí. Me obliga a levantar la cabeza y examina mi nariz.

DESPUÉS (2ª temporada de ¿SOLA?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora