XLVI. Yo te salvaré

2K 108 17
                                    

ROBB (I)

No estaba seguro de lo que pasó a continuación. Ver los restos mortales de su hijo metidos en una caja, ensangrentados, y sin un halo de vida lo habían conmocionado y había arrancado de su cuerpo hasta la última gota de energía y fuerza que hasta el momento lo habían mantenido en pie. Vacío, esa era la palabra que sentía en su corazón al perder a su hijo, y posiblemente, a su esposa. Robb no tenía ganas de seguir viviendo, a pesar de todas las palabras que escuchaba a su alrededor, tratando de animarle a que siguiera luchando. Pero a ninguna les hacía caso, las escuchaba a miles de kilómetros de él, como si se trataran del cantar de un grillo, molestas y diminutas, insuflándole falsas esperanzas. Los maldijo mientras apretaba el puño, ninguno de ellos sabía cómo se sentía, ni siquiera podrían hacerse una pequeña idea... estaba solo en aquella enorme desgracia, y nada de lo que hiciera podría devolverle una paz que perdió la noche en que Denea fue secuestrada.

-Robb vuelve a la realidad, por favor.-Le suplicaba su hermano, agachado junto a él, y zarandeándolo para sacarlo de ese trance.-No puedes estar así... Denea te necesita, ella...

-¿Cómo sabes que está viva?.-Le respondió éste, taciturno, mostrando a su hermano el vacío que sentía a través de la mirada.-Sé sincero Jon... ¿Crees que es posible que sobreviviera a una extracción tan brutal?

Jon se quedó sin palabras ante aquellas palabras tan directas del joven, y en el fondo no supo qué responder

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Jon se quedó sin palabras ante aquellas palabras tan directas del joven, y en el fondo no supo qué responder. Robb averiguaría si le mentía, pero decirle la verdad de lo que pensaba sería demasiado cruel. Sin embargo, mantener la esperanza de que Denea siguiera viva era lo único que podría mantener cuerdo a su hermano.

-La esperanza es lo último que se pierde Robb, ella es fuerte... creo que.-La tensa respuesta se vio interrumpida por el sonido de una puerta abriéndose de par en par, y por ella asomó Kaetlyn, con paso firme y decidido, trayendo con ella a la bruja roja.

-Misión cumplida majestad.-Dijo ella con cierto aire de orgullo en su voz, cuando se percató de que algo no iba bien en aquella estancia. Miró a Jon dubitativa, pero éste solo le negó con la cabeza como respuesta. 

-Vamos levántate.-Dijo Jon obligando a su hermano a incorporarse, tirando de él hacia arriba hasta que consiguió que éste se mantuviera erguido.-Ha llegado la persona que buscabas, quizás pueda ayudarte.

-Nadie puede ayudarme...-Le replicó Robb, con la mirada perdida. 

Jon se dirigió hacia Kaetlyn y tiró de ella hacia afuera, mientras indicaba a los pocos que permanecían allí que los acompañaran hacia afuera, dejando a Robb y a Melisandre a solas.

La mujer se quedó parada delante de aquel que fue su rey, sin saber qué hacer o decir. No sabía exactamente por qué le había hecho regresar, y la chica que la trajo apenas le dio pistas sobre lo que ocurría. 

The Dragon of WinterWhere stories live. Discover now