Capítulo Seis

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Leah

Subo en el ascensor junto a Derek y por un momento siento que voy a desmayarme. No puedo creer que tengo que enfrentarme a Christian Harris otra vez.

-¿Nerviosa? - Derek me mira divertido y deseo arrancarle los dientes.

-No, para nada. Solamente sudo porque sí - Lo fulmino con la mirada y el suelta una carcajada que logra llevarme al cielo por unos segundos. ¿Este chico no tiene nada malo en su ser?.

-Leah - Sacudo rápido mi cabeza al escuchar mi nombre y lo miro. - Hemos llegado.

Suspiro al encontrarme en el pasillo donde está la oficina de Harris y comienzo a idear la forma de salir corriendo. ¡Saquenme de este lío!.

-¿Lista?. - Derek me da una sonrisa animandome a pasar, sin embargo su intento de hacerme sentir mejor falla.

-Te odio, ¿sabes? - Lo miro y él niega con la cabeza soriendo para luego abrir la puerta del despacho de su padre. Escucho que intercambia unas palabras con Christian hasta que voltea a verme.

-Ya puedes pasar. - Me abre el paso y yo abro los ojos aún más.

-¿Qué? - Mis manos sudan mucho más que antes. - ¿No entrarás conmigo?.

-Es una entrevista, Leah. No puedo entrar contigo, pero te deseo suerte.

Sin más, me empuja dentro de la oficina de su padre y yo lo maldigo en mi mente. ¡Te odio Derek Harris!.

-Señorita Duncan, - Christian se levanta de su silla y viene hacia mí para luego estrechar mi mano. - ¿Cómo se encuentra?.

Tardo un par de segundos en reaccionar y respondo.

-Muy bien señor Harris, ¿qué tal está usted?. - Estrecho su mano profesionalmente y él sonríe. Ya veo porque mamá estaba tan enganchada con él.

Había algo en Christian que hacía que la personalidad femenina enloqueciera. Y aunque quisiera negarlo, el hombre era muy guapo aun para su edad. Lastima fue y es un enorme gilipollas.

-Estoy muy bien. - Se separa y camina de vuelta a su asiento. - Quiero disculparme con usted por el percance de ayer, no quise sonar grosero en ninguna instancia.

-No se preocupe señor. - Tomo asiento frente a su escritorio y le doy una sonrisa ladeada. - Yo le he faltado el respeto y no es justo. Lo que ha pasado entre mi mamá y usted quedó en el olvido.

Christian sonríe y por un segundo veo un atisbo de tristeza en sus ojos. Él la extraña.

-Bien. ¿Quieres comenzar con la entrevista?. - Clava sus ojos en los míos y yo me estremezco al recordar a Derek.

-Cuando usted diga. - Sonrío e intento eliminar la imágen del chico de mi mente.

Harris comienza con una serie de preguntas que resultan ser muy sencillas a mi parecer ya que las respondo con facilidad. Brinco internamente ya que algo me dice que podré obtener el trabajo.

Pasan alrededor de 45 minutos cuando Christian se levanta y me tiende la mano.

-Felicidades Leah, haz obtenido el empleo. - Estrecho su mano aún sin poder creerlo y sonrío emocionada. ¡Tengo trabajo!.

-¡Estupendo! - Tomo mi bolso. - ¿Cuándo podré empezar?.

-Mañana a primera hora estará tu oficina lista. ¿Te parece?. - Asiento efusivamente y hablo.

-Muchas gracias por la oportunidad señor Harris, prometo no decepcionarlo.

-Sé que tú no lo harías. - Su voz es casi un susurro y siento que le he recordado a mi madre otra vez.

Asiento incomoda por el momento y decido que es mejor marcharme ahora.

-Nos vemos mañana señor Harris. - Sonrío y camino hacia la puerta.

-¡Leah!. - Me doy la vuelta y lo veo.

-¿Tu madre habló de mí alguna vez? - Sus ojos mostraban el desespero por saber mi respuesta y yo siento inmensas ganas de abrazarlo.

-Sí señor, muchas veces. - Sonrío para luego marcharme.

Camino por la primera planta del edificio cuando lo veo. Derek viene entrando con un traje azúl que combina perfectamente con sus preciosos ojos y no evito perderme en ellos.

-¡Leah! - Él me sonríe y yo corro a sus brazos.

-¡Conseguí el empleo! - Él me abraza y me levanta del suelo para luego girarme.

-¡Yo sabía que lo conseguirías! - Besa mi mejilla y yo me quedo idiotizada. ¿Qué me está haciendo?. - Te invito a cenar esta noche como celebración.

Mi sonrisa se ensancha al escuchar su propuesta de una cita y no evito imaginarnos en un restaurant bailando lentamente. Rápidamente asiento.

-Me encantaría. - Digo emocionada.

-Perfecto. - Él sonríe y yo no resisto mis ganas de abrazarlo de nuevo.

Me lanzo a sus brazos nuevamente y mi corazón se detiene en el momento en que lo observo...

El chico de ayer me mira desde el otro lado de la calle con odio emanando de sus ojos. ¿Qué mierda?.

¿Por qué me siento nerviosa?

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Las invito a pasar por mi nueva novela "Escape" y me regalen su opinión. Espero les haya gustado el capítulo!! ❤

Cumpliendo Promesas (EN EDICIÓN)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora