Capítulo Treinta y Seis

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Leah

Espero impacientemente a que mi tía me dé alguna noticia sobre mi padre. He llevado tanto tiempo aquí, que ya siento que las paredes van a cerrarse.

—¿Y bien? —pregunto desesperada. Necesito que me digan algo, sea bueno o malo—. ¿Cómo está?

—Tu padre está fuera de peligro, Leah —Christian termina de pronunciar esas palabras y me desmorono. Caigo de rodillas al suelo y le agradezco infinitamente a Dios por no haberse llevado a mi padre, porque no hubiera podido soportarlo.

Theo se arrodilla a mi lado y me abraza mientras da pequeños besos a mi cabeza, susurrando que todo estaba bien. Él comienza a levantarme lentamente hasta que me encuentro nuevamente de frente con mi tía y Christian.

—¿Qué tiene? —pregunto aún con lágrimas en el rostro—. ¿Puedo verle?

—Según los doctores sí, —Louisa me sonríe con cariño—, pero por ahora no podrás verle, cielo. Quieren realizar varios exámenes antes de que podamos entrar solo para estar seguros de que no corre ningún otro peligro.

—¿Qué fue lo que pasó? —Theo pregunta por mí.

—Una pregunta a la vez, hijo —Christian me mira y continúa—. Tu padre solo tiene algunas lesiones internas que deben revisar durante algunos días, por lo que van a dejarlo internado hasta que su mejoría sea de cien por ciento. Van a realizar un TAC para confirmar que no haya ningún daño al cráneo y otras cosas.

—Bien —murmuro—. Lo importante es que esté bien. ¿Pero que fue lo que pasó? Solo fui informada de un accidente de auto.

—A eso vamos, cielo —Louisa suelta un suspiro—. Los oficiales estarán aquí en cualquier momento para darte la declaración.

—De acuerdo —respondo impaciente. Necesito ver a mi padre.

—Pero eso no es todo, Leah —miro a Louisa con el ceño fruncido.

—¿A qué te refieres? —pregunto sin comprender.

—Mónica iba con tu padre en el auto.

Mi corazón se detiene por una milésima de segundo, la culpa opacando cualquier otra emoción. Mónica había salido herida junto a mi padre. Mónica, quien solo buscaba mi aprobación había salido herida, y lo peor era que no veía a nadie de su familia por aquí. Ella estaba sola y eso solo me hizo sentir peor.  La había rechazado por tan solo intentar protegerme, le había gritado por querer ayudarme a entrar en razón y ahora no sabía si iba a vivir para pedirle perdón.

Soy una escoria de persona.

—¿Está bien? —digo con voz quebrada. Theo nota mi desesperación y vuelve a abrazarme con fuerza.

—Aún no lo saben, cariño, —Louisa responde con la mayor calma posible—, pero tampoco estamos seguros de si va a sobrevivir.

Dejo salir un gran suspiro y miro el suelo. ¿Cómo es que no pude prevenir que algo así podía suceder? Ahora mi padre y su novia estaban debatiendo entre la vida y la muerte por un accidente, y yo mientras tanto estaba jugando a ser victima en contra de ellos.

Esto solo me hacía darme cuenta de que nunca debes enojarte con ninguna persona, porque nunca sabes si ese día que discutiste con él o ella será la última vez que le veas.

—¿Señorita Duncan? —un oficial de policía se para frente a nosotros junto a su compañero.

—Soy yo—respondo nerviosa. Nunca antes tuve que escuchar noticias por parte de policías. Cuando mamá murió, murió de una forma pacífica lejos de los medios.

—¿Puedo compartir unas palabras con usted referente al accidente de su padre? —el oficial sostiene una libreta y me mira esperando una respuesta. Yo simplemente asiento.

—¿Ellos pueden estar? Realmente necesito apoyo.

—No tengo ningún problema.

—Entonces, ¿qué fue lo que sucedió? —Christian se cruza de brazos esperando por una respuesta.

—Según los análisis, lo que sucedió con Maximilian Duncan y su pareja no fue un accidente.

Mi corazón parece detenerse en ese momento.

—¿Qué está diciendo? —Louisa habla con voz tajante a la vez que forma sus manos en puños.

—El reporte que hicimos indica que los frenos del automóvil fueron cortados. Por ende, fue un intento de homicidio en contra de Maximilian.

No...

—¿Dónde fue el accidente? ¿Podría decirnos? —mi tía intenta mantener la calma, pero cada vez se le hace más complicado.

—Justo donde se dio el accidente de la madre de la señorita Leah.

Esa fue la gota que rebalsó el vaso.

Mi tía sale disparada del pasillo en busca de la salida. Decido correr tras ella para alcanzarla junto a Christian y Theo. Sabía que la razón por la que tía Louisa iba tan furiosa era porque sospechaba de Margaret Harris, y honestamente no la culpaba de creer eso. Margaret era la causante del intento de homicidio de mi tía, por lo que no era de extrañar que estuviera detrás del accidente de mi padre.

Salimos a lo que es el estacionamiento y Louisa busca su auto desesperada. Una vez que lo localiza corre hacia el mismo y sube con rapidez para luego encenderlo y marcharse. Derrapa un poco antes de salir, pero finalmente entra a la carretera dejando un rastro de humo con ella.  Rápidamente me dirijo a Christian y Theo.

—¡Tenemos que ir con ella o será capaz de matar a Margaret!

—Tú ve con Theo, yo iré en mi auto. ¡Muevanse! —Christian da la orden y no dudamos en acatarla.

Theo sube a la motocicleta conmigo detrás. Me aferro bien a su torso y el arranca para luego salir del estacionamiento a toda velocidad. Vamos esquivando los autos con gran velocidad y yo ruego por llegar antes de que Louisa haga alguna locura.

Yo al igual que ella deseaba acabar con el juego de Margaret, pero no de la misma forma en que esa loca.  Quería ser diferente, tal y como mi madre. Ella aun viviendo lo peor nunca permitió que la venganza la consumiera, y gracias a eso mamá consiguió todo lo que ahora me había dejado a mí y yo quería aprender lo mismo.

Sin embargo yo no iba a dejar todo a la ligera como ella, aún sin rencor iba a terminar con la maldición que mi mamá llevó con ella durante mucho. Yo no iba a permitir que el pasado se convirtiera en mi peor enemigo.

Llegamos justo al momento en que mi tía sale de su auto directo a la casa de Margaret.

Esto se va a poner feo.

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¿Louisa matará a Margaret?

Yo espero que sí. jajaja

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy. <3

Muchas bendiciones.







Cumpliendo Promesas (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now